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El Utrillas firma otro empate sin triunfo pero sostiene la fe ante el Épila (0-0) El Utrillas firma otro empate sin triunfo pero sostiene la fe ante el Épila (0-0)
Un jugador del Épila salta para despejar un balón colgado al área por parte de los de ‘Pitu’ Lerga. CD Utrillas

El Utrillas firma otro empate sin triunfo pero sostiene la fe ante el Épila (0-0)

El cuadro de Lerga tuvo personalidad para dominar, pero no logró generar demasiado peligro

Las gradas de La Vega volvieron a llenarse con la misma mezcla de ilusión y zozobra que acompaña al CD Utrillas desde el inicio de la temporada. Once jornadas sin ganar habían convertido el encuentro frente al Épila en una nueva oportunidad para intentar revertir una dinámica tan tozuda como desesperante. Y, aunque el equipo de Pitu Lerga volvió a mostrar destellos de identidad, el choque terminó reproduciendo un desenlace conocido: empate sin goles y un sabor agridulce que ya se ha hecho rutina.

El técnico mantuvo intacta su apuesta por el balón como camino hacia la tranquilidad, un principio que el grupo interioriza a tramos, alternando pasajes de cierta claridad con fases donde la imprecisión reaparece y rompe cualquier hilo de continuidad. Durante buena parte de la primera mitad, el Utrillas se vio perseguido por esa versión más espesa. Las pérdidas en el centro del campo fueron una constante, y el Épila, cómodo para correr, encontró vías rápidas hacia la portería de Ethan. El guardameta, sin embargo, emergió como gran sostén del cuadro minero, autor de tres intervenciones decisivas que evitaron que el marcador se inclinara en contra antes del descanso.

La grada, consciente del sufrimiento, mantuvo su empuje. Y en el tramo final del primer acto llegó la reacción local. El equipo, más junto y decidido, empezó a combinar con algo más de criterio y generó su mejor ocasión en las botas de Josimar, cuyo disparo salió rozando el palo y heló al sector visitante. Ese estímulo devolvió al Utrillas al partido y permitió afrontar la pausa con un aire distinto, como si algo hubiera empezado a encajar.

El regreso del vestuario confirmó esa impresión. Los primeros minutos de la segunda parte fueron probablemente los más sólidos del conjunto de Lerga en toda la tarde: presión alta, recuperaciones en campo rival, acumulación de córners y una sensación de dominio que encendió la esperanza de La Vega. Faltó, no obstante, el último ingrediente: ocasiones claras que transformaran ese dominio territorial en una ventaja tangible. El Utrillas empujó, pero no encontró grietas.
 

Disputa de balón en la medular entre los dos equipos. CD Utrillas


Con el paso de los minutos, el desgaste empezó a pesar. Los cambios introducidos por el técnico trataron de aportar piernas frescas, pero la iniciativa comenzó a escaparse. El Épila, paciente y cada vez más instalado en campo rival, volvió a recuperar protagonismo. Y en el minuto 75 rozó el golpe definitivo: Valdés encaró a Ethan, lo superó con un regate y su remate, ya con la portería a merced, se estrelló en el poste, una acción que hizo contener la respiración a toda La Vega. Ese aviso reactivó la tensión en el cuadro minero, obligado a defenderse durante un tramo final en el que el balón circuló más tiempo cerca del área local que de la visitante. Aun así, el Épila no consiguió transformar su empuje en ocasiones claras y el Utrillas, con esfuerzo y oficio, resistió hasta el pitido final.

El resultado deja un mensaje tan doble como reiterado: el Utrillas compite, se sostiene, no cae… pero tampoco gana. Son ya ocho empates en doce jornadas y la victoria se resiste como una frontera psicológica que cada semana parece un poco más difícil de cruzar. La clasificación, cada vez más estrecha, no concede tregua, pero La Vega, una jornada más, volvió a demostrar que el apoyo no se rinde. La fe sigue ahí. El juego, por momentos, también.

Solo falta que una tarde cualquiera, quizá la próxima, todas las piezas del puzle se ordenen de una vez. Mientras tanto, el Utrillas continúa caminando por el alambre, sin margen, pero sin perder la convicción. Un punto más para la tabla, y otra oportunidad perdida para romper la sequía. Pero también, quizá, otra piedra puesta en el camino hacia un futuro que el equipo insiste en no dejar de perseguir. De momento las posiciones de descenso siguen a la misma distancia, tres por detrás, tras el empate del Casetas en esta jornada. 
 

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