Jesús Bernal reaparece al fin con el Sporting de Gijón tras su grave lesión

23 de diciembre de 2024. “Parte médico”. Un breve comunicado del Sporting de Gijón confirmaba que el jugador turolense Jesús Bernal había sufrido “una lesión en la rodilla derecha que afecta al ligamento cruzado anterior”. Fue en el último partido del año pasado, ante el Málaga. Desde entonces, casi once meses exactos han transcurrido antes de que el de Muniesa pudiese volver a sentirse futbolista. Lo logró este fin de semana pasado en El Alcoraz, en Huesca.

Allí acudió con el club asturiano para buscar tres puntos fundamentales en la pelea rojiblanca por buscar el ascenso a Primera. Ganaron los altoaragoneses, pero para Bernal el día fue especial, porque volvió a saltar al terreno de juego. Lo hizo en el minuto 88, algo menos de diez minutos tuvo para tratar de compensar la desventaja gijonesa en tierras oscenses. No pudo ser, pero la presencia del muniesino confirma que está saliendo del túnel. Ya llevaba varias semanas yendo convocado, pero hasta esta pasada jornada no había tenido la oportunidad de redebutar.

Y sus sensaciones son positivas, aunque “con ganas de más”, tal y como confiesa. En lo personal, con hambre de minutos. Y en lo colectivo, porque el Sporting de Gijón no termina de alzar el vuelo; cierto es que la Segunda División es una competición de máxima igualdad. Los veinte puntos del conjunto gijonés lo mantienen en duodécima plaza de la tabla, pero están a apenas dos puntos de las posiciones de play-off de ascenso a Primera. Se confía en Asturias en que la reincorporación del muniesino pueda ser el mejor fichaje invernal.

De momento, Jesús Bernal ya ha pisado el césped. Pudo hacerlo además cerca de casa, en Huesca, en El Alcoraz, donde sus padres y algunos amigos tuvieron la oportunidad de ver en directo el regreso de este centrocampista ordenado y aseado que se labró su carrera en Primera Federación antes de que el Racing de Ferrol le pusiera en camino hacia el fútbol profesional. “Me vi bien en Huesca”, confiesa Bernal. Con la normal falta de sensaciones y tacto que se va adquiriendo con el ritmo competitivo, pero en progresión adecuada.

El de Muniesa cumple este año su segundo curso en Gijón, tercero en Segunda División, con Ferrol hito clave de una trayectoria que comenzó en Segunda B en la Cultural Leonesa y le llevó por el filial del Levante y el Rayo Majadahonda como estaciones de crecimiento. Con 28 años, entra en la mejor edad para el fútbol. Si las lesiones le respetan, su aportación está llamada a ser fundamental para las aspiraciones de uno de los equipos históricos de todo el fútbol español.