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La fiesta zaragocista en Jumaya acaba con un atracón de goles La fiesta zaragocista en Jumaya acaba con un atracón de goles
Los jugadores del Calamocha alejan el peligro de su portería en una acción de la segunda mitad

La fiesta zaragocista en Jumaya acaba con un atracón de goles

El juego estuvo más igualado de lo que reflejó el marcador de 1-6 con el que terminó el partido
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José Luis Rubio

El campo de Jumaya se quedó pequeño para tanto zaragocismo y tantos goles. El Real Zaragoza y el Calamocha disputaron ayer el encuentro amistoso de la fiesta de las peñas blanquillas en una tarde en la que se vivieron hasta siete goles, media docena de ellos de los jugadores de Idiákez y uno tan solo del Calamocha, que sin embargo, dejó una buena impresión jugando de tú a tú con los de la Romareda.
A pesar de que la cita estaba pactada entre el equipo del Calamocha de Tercera División y el Zaragoza de Segunda, los blanquillos llegaron con apenas siete jugadores del primer equipo y el resto del filial, el Deportivo Aragón, que este año ha regresado a Tercera después de un paso fugaz por la categoría de bronce del fútbol nacional.
El arranque del partido fue una ilusión. El Calamocha se deshacía de la presión de los zaragozanos y llegaba a la portería defendida por Ratón aunque no consiguió generar verdadero peligro. Y como un resorte, los de la capital de la Comunidad se revolvieron y en una combinación Soro con Rai lograba abrir el marcador con un chut por la escuadra inalcanzable para Lacabrera.
Apenas cinco minutos después Biel sellaba el segundo del Real Zaragoza con un disparo desde fuera del área tras un gran pase de Dani Álvarez.
A pesar de la superioridad zaragocista en el marcador, los de Sergio Lagunas lograron recuperar su talante defensivo, con el aliño picantes de contras rápidas construidas por Matar, que ayer fue el mejor de su equipo.
Sin embargo, era Medina el que sacaba tajada de un contragolpe blanquillo para batir por tercera vez a Lacabrera.
Pero el Calamocha no estaba muerto, y en un ataque bien construido, con pase en profundidad desde casi medio campo, Dani Moreno se quedaba frente a Ratón para superarle y marcar para el los colorados.
El Zaragoza se quedaba si ideas y la defensa calamochina funcionaba cada vez mejor, aunque a fuerza de insistir Medina anotaba su segundo gol con una finta ante el meta local. Era el 1-4 con el que se irían al descanso después de que una tormenta obligase a abrir los paraguas en Jumaya.
El segundo tiempo tuvo menos de todo. Menos goles, menos acción y menos emoción. Con el filial en el campo y la alineación del calamocha reforzada, las fuerzas se igualaron más y no fue hasta el minuto 24 de la segunda parte cuando Biel marcaba el quinto de penalti.
Ya con el tiempo casi consumido Raí anotaba el sexto.