La penúltima tarde de gala en Pinilla acercó otra vez Soria y Teruel

Iban en grupos pequeños, discretos pero animosos, ya desde media mañana por las calles de la ciudad. Todos de rojillo, como los del Teruel. Más de setecientos aficionados del Numancia de Soria conquistaron un tercio de la grada del campo de Pinilla en la que quizá haya sido la expedición visitante más numerosa de estos tiempos de trayectoria del CD Teruel por encima de Tercera división. El año pasado, en Primera RFEF, vinieron también centenares de hinchas del Deportivo de La Coruña. Este sábado hubo más sorianos. Los de la propia grada visitante, numerosísimos, anticipando lo que se le viene al Teruel en la vuelta.

Pero es que vinieron otros muchos, más recogidos, integrados entre la parroquia local, porque son residentes sobre todo en Zaragoza y en las localidades de la provincia vecina que acogen a esta amplia colonia castellana. De la capital aragonesa vinieron por ejemplo Juan y Tere, un veterano matrimonio zaragozano, ella nacida en Teruel, él oriundo de Soria. Encontraron en Pinilla su punto de encuentro futbolístico para enfundarse cada uno su casaca y vivir un acontecimiento, otra vez, histórico. “Estamos encantados de venir”.

Porque esta visita del Numancia, desembarco esperado desde la provincia del Duero, fue respondida con compromiso por la fiel afición del Teruel, que volvió a pasar por caja, socios y no socios, para superar de nuevo el millar de gargantas animando sin parar los colores del equipo mudéjar. Pero, sobre todo, fue complementada con este decorado multicolor, un derbi de la España Vaciada que demostró que la mayor parte de sus gentes no andan muy lejos, y sólo esperan alguna buena razón para volver a sus lugares de origen. Este fin de semana el fútbol les brindó una oportunidad.

Subir a Primera RFEF sólo fue la excusa. Lo demás fue cosa de las aficiones. La del Teruel esperó a los suyos en Pinilla dos horas antes del partido, para dar la bienvenida entre bengalas a la plantilla de Mendia y ofrecerles el aliento de toda una temporada. Cerca de allí, los sorianos también recibieron el autobús de los suyos. Y después de las bengalas, unos y otros entraron en el estadio turolense para aguardar el inicio del duelo entre cerveza y música, con la animación del productor turolense Fernando Moreno. Potros salvajes en las gradas, empujando y dando alas cada uno a sus héroes, un partido de fútbol de la cuarta división española que fue tan emocionante como una final de Champions. O más.