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La próxima actualización del Teruel, esfuerzos medidos y optimizados La próxima actualización del Teruel, esfuerzos medidos y optimizados
El mediocentro Albisua durante uno de los encuentros de esta temporada con el equipo. CD Teruel

La próxima actualización del Teruel, esfuerzos medidos y optimizados

El entrenador Parras destaca el bendito problema que le supone la alineación

“Tenemos dos corazones y cuatro pulmones cada uno. Y así repetimos esfuerzos y ahogamos al rival”. El entrenador del CD Teruel, Vicente Parras, ha conseguido en efecto un equipo que no se deja ni una gota por sudar en cada uno de los partidos de esta temporada en Primera RFEF. Los resultados cantan, respaldan la apuesta, con el equipo segundo en la tabla. Pero va llegando el momento de la actualización, el desarrollo de la siguiente versión del equipo. El próximo nivel para el segundo tercio de la competición: “Tenemos que ser más inteligentes en el esfuerzo físico”.

Se trata, fundamentalmente, de que el armazón no se descosa: “Nuestro primer objetivo es no dejar de las cosas que hacemos bien. Defendemos muy bien en el área, tácticamente tomamos muy buenas decisiones, vamos al campo rival y asfixiamos a los rivales. Y ofensivamente hemos aprendido a ser verticales y saca provecho de esa verticalidad”, describe Parras, así que lo primero en esta actualización es “no perder nuestra esencia”. Y, sin dejar de lado eso, “tenemos que optimizar los momentos en los que decidimos ir arriba para recuperar el balón, que no nos suponga tanto esfuerzo físico”.

Porque “todavía podemos ser mucho más letales en esas recuperaciones, en esas contras y en las finalizaciones. Hemos podido disfrutar de resultados más holgados sobre todo en casa, algún golito más para terminar más tranquilos”, algo que el entrenador ilicitano barrunta que se echará en falta cuando avance la competición. “Tenemos que seguir en la misma línea, con la misma humildad, dedicación, capacidad de esfuerzo”, y una elección igual de generosa pero más optimizada de los esfuerzos.

Porque Vicente Parras está convencido de que la mejor versión de la mayor parte de los equipos de la categoría no ha llegado ni de lejos. “Algunos equipos, por plantilla y por objetivo, se tienen que despertar y despertarán”. Y si no, estará el mercado de enero para corregir desajustes. Así que la maquinaria de I+D en Pinilla sigue funcionando. Próximo experimento, mañana sábado en Pinilla ante uno de esos que deben despertar, el Cartagena: “Tiene una plantilla increíble y está muy bien trabajado. Tiene muchos recursos ofensivos, pero es que además defensivamente es un equipo también durísimo”. Es el equipo de Larrea y Fidalgo, de Alfredo Ortuño y Pablo de Blasis pero, sobre todo, de dos diablos del Dépor, Diego Gómez y Kevin Sánchez, que la están rompiendo en el Cartagonova.

Motivación al máximo

Lo que pasa es que el Teruel está ahora mismo en una dinámica en la que no quiere bajarse del pedestal en el que está. Parras reconoce que los últimos días están notando que en efecto el fútbol español se fija más en ellos. Lejos de distraer a la plantilla, “estamos motivadísimos. El equipo es muy receptivo a todo lo que hablamos, realmente receptivo. Y para nosotros no es una presión estar en puesto de play-off. La única presión que tenemos es para con nosotros mismos y para con el club. Lo jodido de nuestra profesión es estar abajo”, defiende Parras de manera precisa.

Por eso valora de manera muy expresa la capacidad del grupo, insiste en el placer de entrenarlo, e incluso desvela que hacer el once inicial es un problema, bendito, pero delicado, que tiene que ver con el hecho de que “futbolistas clave para nosotros como Blesa, Padilla o Joseda” jugaron poco ante el Marbella. “Pero es que los que estaban iban a un nivel altísimo. Como entrenador es una maravilla ver nuestro día a día”, se felicita el entrenador.

Humildad como elemento clave

Con sus molestias físicas completamente olvidadas, de nuevo como titular en el lateral derecho del CD Teruel, el murciano Andrés Rodríguez repitió la palabra “humildad” e insistió en ese concepto como combustible inacabable que mueve el trabajo diario de toda la plantilla del equipo. “Sabemos qué nos ha traído hasta aquí, sabemos qué hacemos bien, qué cosas tenemos que mejorar” y, aunque los focos en efecto alumbran y se nota en el vestuario, no hay nada que distraiga ni desvíe al equipo del camino marcado. Próximo reto, Cartagena.

Andrés insiste en la humildad como elemento clave del equipo