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Medio tiempo de esperanza y otro medio de realidad (2-2) Medio tiempo de esperanza y otro medio de realidad (2-2)
El CD Teruel se adelantó con dos goles en el primer tiempo. Bykofoto/Antonio García

Medio tiempo de esperanza y otro medio de realidad (2-2)

El CD Teruel deja escapar su primer triunfo tras conseguir una ventaja de dos goles
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Javier Gascó

El CD Teruel dejó pasar una gran oportunidad para darle un vuelco a su situación. El gol regresó a Pinilla por partida doble en un primer tiempo inédito en el que el equipo mostró una buena imagen, pero volvió a servir de bien poco tras un segundo periodo en el que el bloque turolense se relajó y el Sabadell fue capaz de conseguir la igualada. El punto es inservible para dos equipos que tienen mucho que mejorar si no quieren estar abonados a los puestos de descenso durante toda la temporada. Raúl Jardiel le cambió algo la cara a una plantilla que estaba alicaída, pero el primer triunfo volvió a resistirse.

El sol acompañaba en el primer encuentro del CD Teruel de Raúl Jardiel. La hora, no tanto. Muchos llegaban con el último bocado todavía en la garganta, mientras que otros optaron por echarse el café en Pinilla. 

Los protagonistas saltaron al césped poco antes de las 16:00 con ganas y necesidad, tanto a un lado como a otro. El primer once de Jardiel dejaba novedades como la titularidad de Ismael Sierra para suplir a un Fran Carmona que llegó al campo en muletas tras sufrir una lesión en el gemelo en la última sesión de entrenamiento o el regreso de Borja Romero a una medular en la que le acompañaban Nacho Castillo y Fran Tena para conformar un trivote innovador.

Los primeros minutos sirvieron de prueba para los dos debutantes en el banquillo. Jardiel, siempre de pie, no dejó de dar indicaciones a los suyos, que parecían tener clara la consigna de presionar alto y tratar de atacar con velocidad. En ese plan, Tena  era uno de los hombres clave del bloque rojillo, ya que se colocaba algo por delante de la defensa y daba libertad a sus otros dos compañeros del centro del campo.

Muestra de intenciones

En los primeros diez minutos, el CD Teruel tiró una vez a puerta  e intimidó en cierto modo al Sabadell en otra ocasión y eso también podía entenderse como una novedad, ya que no ha sido la tónica dominante esta temporada.

La colaboración de Borja Martínez, que parecía otro, contribuía bastante en el buen hacer del equipo. El jugador recuperó la electricidad y fue el artífice de las llegadas con mayor peligro del cuadro rojillo. En el minuto 13, un centro lateral suyo no encontró a Villa por muy poco. En ese tiempo, el Sabadell apenas se aproximó a la meta de Taliby y cuando lo hizo, en el minuto 16, el cancerbero no tuvo problemas en hacerse con el balón.

Cierto es que a partir de ese momento, el conjunto arlequinado le robó parte de protagonismo al rojillo. Los catalanes se hicieron con el balón y supieron moverlo ante la presión de los turolenses.
Pero el CD Teruel quería más que en otras ocasiones y eso se notaba. Antes de llegar a la media hora, el goteo de córners fue favorable a los de casa. En uno de ellos llegó el tan esperado gol.
Borja Martínez la colgó perfecta al punto de penalti y entre el gentío apareció Ismael Sierra con su envergadura para enviarla al palo y provocar el delirio en Pinilla. Lo nuevo funcionaba.

Pero la cosa no quedó ahí. El equipo siguió presionando alto a su rival y volvió a obtener recompensa. Borja Romero aprovechó un error de la defensa local y se la regaló a Borja Martínez, que tuvo la sangre fría de recortar dentro del área y enviarla al fondo de la red. Su celebración explicaba muchas cosas. Rabia, alegría y necesidad resumidas en una carrera hacia un banquillo que le esperaba con los brazos abiertos. El  equipo respiraba aliviado después de tanto sufrimiento.

 La intensidad continuó hasta llegar al descanso, aunque el Sabadell avanzó algunos metros, obligado al encontrarse con una desventaja de dos goles. Aitor Pascual apareció de cabeza para salvar la acometida más inquietante de los visitantes, que si perdían se hundían, todavía más, en el último lugar de la clasificación.

En la última del primer tiempo, el bloque de Óscar Cano pudo recortar diferencias, pero a los catalanes les salía todo del revés. La victoria momentánea del CD Teruel daba motivos para creer en que el cambio de rumbo era posible. Sin embargo, todavía quedaban 45 minutos por delante.

El paso por vestuarios no relajó las intenciones del cuadro turolense, que salió en busca del tercero. Pinilla también se contagiaba de esas ganas y animaba sin cesar a los suyos.
Los minutos corrían a favor del equipo de casa y esta vez el marcador no era una losa, sino más bien un alivio.

El apagón rojillo

Cuando ya se habían disputado 15 minutos del segundo tiempo, el CD Teruel dejó de pisar el acelerador en cierto modo y el Sabadell se aprovechó de ello. El balón se coló por la banda de Aitor Pascual y ninguno de los defensores atinó a despejar. Moyano se lo encontró en el segundo palo y la mandó al fondo de la portería. Todavía quedaba media hora de sufrimiento.

El gol le sentó bien al Sabadell, que parecía despertar del letargo al mismo tiempo que el CD Teruel se iba adormeciendo peligrosamente. Los cambios eran necesarios si no se quería desaprovechar una oportunidad única para empezar a revertir la situación. Jardiel quitó a Ahn y a Borja Romero y dio entrada a Aparicio y a Buenacasa en busca de frescura.

El 10 del conjunto rojillo le dio  lo que buscaba. Aparicio sacó un par de faltas interesantes y ejecutó una jugada ensayada que estuvo cerca de convertirse en el tercero. Borja Martínez repitió lo que ya había hecho en el primer periodo, pero en esta ocasión Ortolá salvó a los visitantes.

En el 75, Aparicio volvió a hacer de las suyas y controló un gran balón que terminó en un  intento de chilena por parte de Aitor Pascual. Los locales habían logrado salir del atolladero en el que ellos mismos se habían metido unos minutos antes. 

A diez minutos del final, Taliby detuvo un remate potente del bando arlequinado para mantener por delante a los suyos, que ya no disfrutaban de la posesión y centraban esfuerzos en defender. Las sensaciones empezaban a no ser positivas.

El mal presagio se confirmó en el minuto 86. El Sabadell atacó una y otra vez hasta encontrar el empate. Los defensores locales no acertaron a la hora de despejar y el remate de Toni Herrero terminó en gol. El primer triunfo se complicaba. 

Y por insistencia no fue, ya que hasta la última jugada lo estuvo intentando el equipo de Raúl Jardiel. Pero todo la felicidad que se había generado tras el primer tiempo se quedó en eso. 45 minutos de esperanza y otros 45 de realidad. Ninguno de los dos entrenadores se estrenó con victoria y sus equipos deberán seguir remando a contracorriente si quieren salir de la zona del descenso. El punto volvió a servir de poco, aunque la imagen fue algo mejor, durante ciertas fases, que la vista hasta el momento. Eso fue lo más positivo de un encuentro que deja a los dos poco satisfechos.