Pamesa Teruel rema para ahogarse en la orilla de Benidorm (3-2)

Pamesa Teruel sufrió el primer traspiés de la temporada en la Superliga tras caer este sábado por un igualado 3-2 (25-16/23-25/22-25/25-21/16-14) frente al Servigroup Playas de Benidorm en el Palau d’Esports l’Illa. El equipo turolense comenzó mal el encuentro, cayendo en el primer set, ganó los dos siguientes, y cuando parecía que tenía en su mano la opción de rematar el encuentro dejó que el equipo local remontara el partido en dos sets en los que fue incapaz de cerrar el choque.

Pamesa Teruel perdió, aunque recibió el apoyo de su inseparable afición, que llenó un autobús para escoltar al conjunto naranja en su viaje a Benidorm. Los aficionados que estuvieron en loa localidad alicantina vieron cómo se frena la dinámica positiva de juego y resultados de la escuadra mudéjar, que solo había perdido un partido, contra Grupo Herce Soria, en pretemporada, y que superó con solvencia a Tarragona la semana pasada en su debut en liga.

El recién ascendido a Superliga Servigroup Playas de Benidorm demostró por qué no será un rival sencillo para nadie. Los alicantinos pusieron en aprietos al Pamesa con un juego en el que quedó claro que iban a por todas y, sobre todo, que no tenían nada que perder. El conjunto dirigido por Adriano Elías Lamb volvió a ser un bloque muy competitivo, como ya demostró en su partido de la semana pasada contra Melilla, con carácter, intensidad y calidad en su juego.

Fue, de hecho, un partido bastante parecido al registrado la semana pasada en el mismo escenario (Benidorm aún no sabe lo que es jugar como visitante), cuando los alicantinos hicieron que los norteafricanos se emplearan a fondo para superarles. Aunque en este caso, la reacción de Pamesa Teruel fue insuficiente y la victoria se quedó en Benidorm.

Primer set para olvidar

El primer set fue de dominio local desde el principio, con un Pamesa totalmente incapaz de hacer frente al predominio de Benidorm, bien por saltar a la pista totalmente desconectados o quizás condicionados por el reducido espacio para el saque y una iluminación que dificultaba la lectura del balón en defensa. Sea como fuere, Benidorm, empujado por su afición, logró un primer parcial de 6-2, lo que supuso que Muraco tuviera que pedir un tiempo muerto. No sirvieron las indicaciones del preparador argentino, pues Benidorm continuó pasando el rodillo y se escapó en el electrónico (15-8).

Una de las cuestiones que debe trabajar el conjunto turolense, y con la mayor celeridad posible, es la recepción, que ya le complicó la vida frente a Tarragona. Idéntico problema se vio en Benidorm, y si no se corta de raíz puede suponer un problema para el equipo naranja. Las cosas no iban bien y Pamesa estaba anulado totalmente frente a un Benidorm que se mostró superior en todo momento. Con el 18-11 ya se vislumbrada que el set iba a ser prácticamente imposible de remontar, y así fue. Los alicantinos ganaron la primera manga dejando a los turolenses en apenas 16 puntos.

En el segundo set, Pamesa salió con la lección aprendida y dio un paso adelante. En los primeros puntos ocurrió algo que, aunque no deja de ser anecdótico, es representativo, y es que el 1-2 fue la primera ocasión en la que los turolenses se pusieron por delante en el marcador desde el comienzo del partido. La manga comenzó con igualdad en el marcador (4-4), pero los naranjas fueron construyendo una ventaja, pequeña al principio (6-9), que fue incrementándose poco a poco (8-13).

Sin embargo, volvieron las dudas y los locales terminaron por alcanzar al conjunto turolense poniendo el empate a 17. Ese es otro de los puntos flacos de los turolenses, los problemas a la hora de cerrar los sets, que hasta ahora habían sabido resolver, pero que debe mejorar en los entrenamientos. Desde ese momento, intercambio de golpes entre ambos equipos, que llevó al 20-20. Pero un saque de Benidorm que se fue directamente fuera se convirtió en el primer paso para que la escuadra mudéjar obtuviera una mínima renta que supo gestionar hasta el final para hacerse con el set (23-25)

En el tercer set Benidorm volvió a salir con una marcha más que Pamesa y marcó el inicio de la tercera manga con un parcial de 6-2. Tras este buen comienzo de los alicantinos, Pamesa tiró de nuevo de recursos y encadenó una serie de puntos consecutivos que llevó el 13-13 al marcador. La igualdad era máxima, y ninguno de los dos equipos conseguía escaparse (17-17). Con esa dinámica el set llegó al 22-22, aunque un tanto de los turolenses que puso el 22-23 marcó el punto de inflexión necesario para darle alas al equipo entrenado por Fabián Muraco. Tres puntos consecutivos de los naranjas pusieron el definitivo 22-25 en el marcador que certificaba la remontada de Pamesa con su segundo set en el bolsillo.

En el cuarto acto, Benidorm intentó forzar el quinto set y salió a por la victoria (6-5), aunque pronto las tornas se equilibraron (9-9) para posteriormente darle Pamesa la vuelta al marcador (10-12). En ese intercambio de fuerzas, fueron los alicantinos quienes volvieron a ponerse por delante poco después con 14-12 en el electrónico. Era un momento delicado para los turolenses, en desventaja y con el horizonte del final del set ya vislumbrándose. Y la situación se volvió aún más exigente cuando los de casa aumentaron la ventaja con el 16-13.

Con el 19-15 volvieron a flotar en el ambiente las sensaciones que hacían presagiar que Benidorm se acercaba peligrosamente hacia la consecución del set. Con el 21-19, Fabián Muraco vio que había opción de sobrepasar a Benidorm y pidió un tiempo muerto que no cambió nada. Finalmente, Pamesa fue incapaz de superar a los alicantinos y cedió por 25-21. Mal empezó el quinto set Pamesa, con un bloqueo que salió fuera y dio el primer punto a los de casa, que lograron una alarmante renta inicial, 4-1, que se convirtió en un amenazante 7-4, después en un peligroso 10-7, para acabar en un casi insalvable 13-10. Sin embargo, aunque estuvo muy cerca (14-14), Pamesa cedió finalmente y cayó derrotado por 16-14 en la manga de desempate.

Con el 2-1, Pamesa Teruel parecía tener el partido controlado, pero volvieron a aparecer los fantasmas, que hasta ahora se suplían a base de recursos individuales y colectivos, capacidad de resistencia y “apretar los dientes”. En esta ocasión, los turolenses no consiguieron hacer buena su reacción, que fue insuficiente ante un Benidorm que sabía dónde apretar a los de Muraco. Si algo positivo se saca de este encuentro contra Benidorm es la certeza de que Germán Gómez ya está al 100% y va a ser un jugador determinante para el equipo. En este partido se ha echado la carga ofensiva a la espalda con 30 puntos, apoyado por César Irache y Nacho Espelt, ambos con 12 tantos. José Antonio Sandoval ha contribuido con 8 puntos, 5 ha conseguido David López, y uno cada uno Emilio Ferrández e Iván Postemsky.