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Un golazo de Albisua imprime la primera victoria del Teruel en esta liga (1-0) Un golazo de Albisua imprime la primera victoria del Teruel en esta liga (1-0)
Albisua celebra el tanto anotado esta matinal de domingo en Pinilla

Un golazo de Albisua imprime la primera victoria del Teruel en esta liga (1-0)

El equipo supo aguantar con energía para superar al Europa en Pinilla y abrazar ya seis puntos

 

 

 

 

"Me ha pillado en el borde del área, me ha caído la bola y he tenido la suerte de empalarla bien”. Haritz Albisua entiende el fútbol desde la naturalidad, sobre el césped, también fuera de él, en boca de vestuarios. El mediocentro vasco es natural y discreto, pero en absoluto es una medianía, ni carece de importancia para el CD Teruel y su funcionamiento colectivo. Para sujetar y tener bajo control con apenas dos centrocampistas a un equipo construido desde la posesión como es el Europa hace falta mucho orden, mucha visión panorámica. Y el ex del Amorebieta la ofrece, y la pone al servicio del equipo. No es el que más brilla, ni el que más bola toca.

Pero empieza a acostumbrar Pinilla a algunas apariciones diferenciales. Habitualmente en el corte y el inicio de la confección. Ayer, algo más. Un golazo de Albisua y el buen funcionamiento colectivo de todo el Teruel permitieron al equipo sacar su primera victoria en esta temporada, en la quinta jornada de esta liga en Primera Federación, en casa ante una Europa que no renunció a su estilo, su juego de toque, la propuesta valiente y propositiva de su entrenador Aday Benítez. Pero los barceloneses no pudieron amenazar, ni siquiera inquietar tan apenas la meta de Rubén Gálvez porque el grupo de Parras ya se sabe construir de manera camaleónica, fluida y astuta.

Trata de engatillar Padilla en un ataque del Teruel. Bykofoto / Antonio García

Siempre sujeta, eso sí, desde los inalterables fundamentos de una columna vertebral en la que Aritz en el eje, como Rubén en puerta, Nico y Abraham atrás y Sergio Moreno arriba, garantizan más o menos brillo en función de lo que pase sobre el césped, pero siempre trabajo y más trabajo con y sin pelota. Por eso quiso auparse de inicio el Europa con posesión, y forzó algunos balones parados en los diez primeros minutos que dieron sensación de sufrimiento. Pero empezó a activarse el Teruel en la presión, el empeño defensivo desde los propios delanteros surtió efectos, y Teddy ya amenazó antes del cuarto de hora con un robo que le plantó hacia el área en carrera, frenada muy probablemente en falta que no se pitó.

La siguiente, antes del minuto veinte, acabó en las mallas. Un saque de esquina forzado por Andrés y puesto con mimo por Joseda acabó en la frontal del área, donde Albisua enganchó una volea fina, sutil, comba arqueada que se resguardó en la caja cerca de la escuadra del arco barcelonés. Aquí empezó y acabó el duelo, porque lo demás fue un ejercicio de compromiso colectivo global y constante de los locales que minimizó al rival, evitó sufrimiento y dejó incluso algunas salidas con aroma de dos a cero. Poco importante ocurrió hasta el final, muchas cosas pequeñas fueron sucediendo en los setenta minutos restantes para dibujar el triunfo rojillo. Entre esas pequeñas cosas, la gestión grupal tras el gol temprano.

Buenos minutos tras el gol

Quiso encenderse el once catalán. Se encontró el primer muro local, en el que destacó el criterio de Joseda en posición y salida. Le dio tiempo a ponerle un caramelo a Teddy que envió algo elevado de más. Y fue ofreciendo rutas para que los de arriba conectasen. A la media hora, el almuerzo se lo repartían el mencionado Teddy y Moreno, tridente atacante junto a Merencio en un once titular en el que el goleador Albisua hizo de ancla con Blesa. El delantero navarro recogió sobre la frontal un doble centro desde los dos costados para mandarlo hacia la escuadra, algo desviado.

Camino del descanso acontecieron los minutos más vistosos del Teruel en el envite de ayer, sostenido sobre esa zaga camaleónica de Parras, cuatro o cinco en función de la fase de partido. Rubén en puerta se vio defendido con bravura por Manel, Abraham, Nico, Joseda y Andrés. Coincidieron ambos últimos en zona diestra. Se compenetraron e hicieron jugar. Y pueden compartir espacio, si es que la rodilla de Rodríguez lo permite. Porque la lesión del de Lorca, un mal gesto con la rodilla, supone la peor noticia del partido. Este lunes le harán pruebas al futbolista; no se teme una lesión severa, pero el rictus del lateral al salir del vestuario induce a peores sensaciones. Fue sustituido antes del descanso por Jorge Padilla.

Juntos y al contragolpe

Así que la segunda mitad tuvo que afrontarla el Teruel con Teddy colocado como carrilero largo, y el refuerzo posterior de Redón y Ayman para reordenar el juego a través del contragolpe rápido. Variaron los nombres, en absoluto la filosofía grupal, innegociable. De nuevo opuso bloque intenso el equipo local a los primeros intentos visitantes, hasta el punto de que el Europa tuvo que tejer su mejor opción en un despeje larguísimo a la espalda que colocó a Vacas en boca de remate, fuera por fortuna para los turolenses. El goleador, Albisua, con amarilla, dejó su puesto para evitar males mayores.

Y a la hora de partido volvió el imperio de los pequeños detalles que siempre fueron favorables al Teruel. Ahora un despeje bien posicionado, allí un duelo en banda ganado, al otro costado una presión para evitar salida limpia del Europa, entre medias algún balón suelto hacia el área que gobernó siempre Rubén con guante de hierro. Y entre acción y acción, algún susto en el área rival. Una falta de Blesa fue acariciada por Sergio para que la bola se paseara en boca de gol. Un servicio desde la banda de Joseda habilitó a Ayman para colocarle el balón franco a Manel, disparo arriba desde la corona del área.

El paso de los minutos permitió ver más sobre la polivalencia, la versatilidad del ajustado pero comprometido ejército turolense. La última ventana de cambios colocó a Goyo y Fonda en el césped, en zurda el primero, en diestra el segundo. Son laterales multifunción los que visten la elástica rojilla. Estos dos tuvieron apenas un cuarto de hora, pero se dejaron notar. Entendieron bien lo que pedían los últimos minutos, trabajo en las ayudas en banda, rápida estirada del equipo en los contragolpes. De las botas de Abraham, ya cerca del minuto 85, salió un balón bien orientado hacia Medina, que de un control se marcó un autopase limpio para colocar el gol en las botas de Padilla en punto de penalti. Remate algo tímido del canario, dirigido con tino pero fácil para la estirada del arquero catalán para negar el segundo de los locales.

Sufrimiento final y victoria

Los últimos estertores del duelo dejaron el arreón final del Europa en busca de un empate por vía aérea que ni se asomó porque el Teruel en defensa es un muro, un valladar, sobre todo cuando la pelota no va rasa. El Europa se hastió de buscar la heroica en ofensiva aérea, y se encontró siempre la misma respuesta desde la cabeza de Abraham, Nico, también Ayman o Redón... Cuando el esférico sorteaba la primera línea, era Gálvez el que amansaba el peligro en portería. Sólo sufrió el Teruel en los minutos finales por la pesimista emoción de algún accidente de estos a los que es propensa esta categoría de bronce. Pudo ocurrir en un robo de Izan que plantó solo a Mahicas en el área, pero Nico al esprint supo despejar a tiempo.

Pudo suceder en alguno del puñado de saques de esquina que el añadido le concedió al Europa, uno de ellos despachado por Izan por encima del larguero desde la frontal. Pero, en realidad, lo que casi sucedió es el segundo del Teruel, aún disfrutó el equipo de Vicente Parras de un último acercamiento claro, un tres para dos que Padilla colocó para Ayman en boca de gol; se le hizo de noche al nueve, y su regate despejado por el portero Flere acabó en los pies del canario. Eligió vaselina para finalizar, y se le marchó arriba ante el bullicio de la grada de Pinilla, animada por una entrada más que digna decorada con el ruido de un centenar largo de hinchas barceloneses.

Los últimos acercamientos del Europa se cerraron sin premio para alegría de la afición mudéjar. Y al final victoria, los tres primeros puntos de una tacada; este primer éxito completo del CD Teruel le proyecta con seis unidades hacia la zona tibia de la clasificación para afrontar la semana con calma a la espera de que el Hércules venga el próximo domingo en el segundo partido seguido rojillo al abrigo de su afición. Seis puntos en cinco jornadas, sólo una derrota, cuentas que empiezan a cuadrar en el largo camino que aún le espera al Teruel hacia la supervivencia.
 

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