Un punto para rozar la gloria (1-1)
El CD Teruel aplaza una semana el ascenso tras un choque muy igualado ante Peña DeportivaEmpate con sabor a victoria para un CD Teruel que pospone la consecución del ascenso, pero que se acerca todavía más a la Primera RFEF. Un penalti bien ejecutado por Aparicio en el minuto tres permitía soñar a un equipo que llegaba al descanso con todo en orden para conseguir el título de campeón. Sin embargo, un gol de Montero en la reanudación cambió el panorama y los turolenses prefirieron conservar la igualada. Una victoria ante la SD Formentera la semana que viene pondría el broche final a una temporada magnífica. Pinilla tiene una nueva cita con la historia.
Arrancaba el duelo en Santa Eulalia con marcador favorable para el CD Teruel. El empate del Espanyol B al descanso le hacía saltar al césped artificial ibicenco con la posibilidad de certificar el ascenso en su mano. Un triunfo ante la Peña Deportiva y Pinilla sería estadio de Primera RFEF.
Para la ocasión, Víctor Bravo colocó su mejor once disponible. Con la defensa habitual, formada por Taliby, Sanchís, Carmona, Cabetas y Julen; el centro del campo era para Tena y Marc Manchón y la delantera para Guille Andrés y Villa.
Sabedores de todo lo que había en juego, los muchachos de Víctor Bravo saltaron al terreno de juego con la intención de no arriesgar. De hecho, fueron los de la Peña Deportiva los que tomaron la iniciativa y se hicieron con el balón desde el primer minuto. Sin embargo, el líder quería los tres puntos para campeonar y empezó a morder en la presión.
Tres minutos
Tres minutos le hicieron falta al CD Teruel para hacer efectivas sus intenciones de ir a por la victoria. Villa recogió el balón en banda, se coló dentro del área y fue derribado por un defensor local. Aparicio tomó el esférico, lo colocó en el punto de penalti y no dudó en enviarlo al fondo de la red. El diez rojillo, consciente de la importancia que podía tener su diana, se besó el escudo en una carrera para la historia del club turolense.
Tras ponerse por delante, el bloque rojillo centró sus esfuerzos en frenar la reacción balear. La Peña Deportiva tanteaba el área defendida por Taliby, con acometidas peligrosas por ambas bandas. Los aragoneses sufrían, pero eran capaces de mantener la renta favorable que los mantenía con pie y medio en Primera RFEF.
El dominio del cuero era de la Peña Deportiva, pero el CD Teruel aprovechaba para salir con velocidad, mientras se mantenía en un bloque bajo sólido. Carbonell y Aparicio lideraban los tímidos ataques turolenses antes de la media hora de juego. Alcanzado el minuto 30, el jugador cedido por el Zaragoza tuvo que retirarse lesionadoy Víctor Bravo comenzó su plan de defensa a ultranza del resultado. El técnico apostó por Carlos Javier para sustituir al atacante, por lo que el equipo pasaba a contar con cinco defensas con sesenta minutos por delante y el Espanyol B empatando a cero ante la SD Formentera.
El ritmo del encuentro disminuyó, en buena parte a causa del sofocante calor que imperaba en el Municipal de Santa Eulalia. Cada acción que sobrepasaba la línea de medio campo hacía aplaudir al banquillo turolense, con un Víctor Bravo inquieto que no dejaba de dar órdenes a los suyos.
Poco o nada sucedió hasta el descanso, cuando los veintidós protagonistas enfilaron el camino hacia los vestuarios. Con el pitido del árbitro, Carmona alzaba los brazos. El central, al igual que todos sus compañeros, sabía que a pocos kilómetros del Municipal de Santa Eulalia se estaba dando el resultado necesario para conseguir el ascenso directo. El 0-0 entre el Espanyol B y la SD Formentera se certificó. La gloria estaba a tan solo 45 minutos.
Disparo mal ejecutado
Sin embargo, el buen inicio fue esta vez para la Peña Deportiva, que encontró premio a los dos minutos de empezar el segundo tiempo. Un disparo mal ejecutado encontró la cabeza de Sergio Montero, que sorprendió a Taliby desde dentro del área pequeña.
La igualada dejó frío al equipo turolense, que veía como su rival no tenía intención de conformarse con el empate en los primeros compases del segundo tiempo. El reparto de puntos era insuficiente para lograr el título, aunque lo dejaba en bandeja. Víctor Bravo tenía un dilema: ir a por los tres puntos o posponer el ascenso una semana más, sin arriesgar más de la cuenta.
El CD Teruel llevaba varios minutos sin aproximarse a la portería local, pero tampoco permitía sentirse cómo al cuadro insular.
Con el paso de los minutos, el balón cambió de dueño. Los turolenses mejoraron cuando todavía restaban veinte minutos para la conclusión. Un gol podía volver a cambiarlo todo.
En Pinilla un centenar de aficionados turolenses esperaban el milagro, a medida que los once de Víctor Bravo iban adelantando líneas y generando algo más de problemas a la zaga insular.
La acción más clara para los aragoneses llegó a través de un saque de esquina. Carlos Javier se encontró con un balón dentro del área y su disparo se marchó desviado por muy poco. El CD Teruel entraba en la recta final más vivo que en toda la segunda mitad. Diez minutos por delante para hacer historia o al menos dejar el título a un solo paso.
El duelo se calentó en una fase con muchas imprecisiones en la que el nerviosismo se hacía patente en ambas escuadras. Los ibicencos tenían algo más de prisa que los turolenses porque sabían que dejar vivo al bloque rojillo siempre es un error.
Víctor Bravo parecía estar conforme con el empate, ya que introdujo un doble cambio en el tiempo de descuento. El técnico zaragozano daba por bueno el punto que posponía el ascenso una semana, pero que dejaba a su equipo a tan solo tres puntos de la Primera RFEF.