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¡Amnístiame! ¡Amnístiame!

¡Amnístiame!

Hay que saber hacer borrón y cuenta nueva
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Francisco Herrero

Lunes, 6 de noviembre. Toros

Francina Armengol citó la semana pasada a “tres poetas periféricos perfectamente irrelevantes”, según Jorge Bustos, durante la jura de la Constitución de la Princesa de Asturias. Uno de esos poetas era el valenciano Vicent Andrés Estellés, fallecido en 1993. La obra del autor la promueve en estos momentos la Universitat de València, que decidió crear una cátedra tras la disolución de la fundación que preservaba la memoria y el legado del escritor en 2022. El nuevo consejero de Cultura de la Generalitat Valenciana, Vicente Barrera, sin embargo, ha decidido cortar el grifo presupuestario para esta cátedra, y también a otros entes y fundaciones dedicadas a dar a conocer la vida y obras de Joan Fuster o Carles Salvador, porque “defienden el expansionismo, la colonización y un procés a la valenciana”.

Mientras tanto, Vicente ha concedido una subvención de 300.000 euros a la Fundación Toro de Lidia que, por no tener, no tiene ni sede en la Comunidad Valenciana. Vicente lo ha justificado porque “esta Conselleria no va a discriminar, y los toros son parte de la cultura. Si Acció Cultural del País Valencià organiza novilladas, también le daremos ayudas”. Pues nada, ya hay solución para los problemas de financiación de la Fundación Labordeta. Solo tiene que montar festejos taurinos en Llucena o Benafigos y santas pascuas.

 

Martes, 7 de noviembre. Basuras

La concejala de Políticas Sociales del Ayuntamiento de Teruel, Carmen Romero, está indignada por la propuesta del grupo municipal socialista de aumentar el recibo de la basura a las viviendas con más residentes. En la nota de prensa municipal, Carmen “hace un llamamiento” a la oposición “para que no intenten penalizar a las familias con mayor número de integrantes que siempre son las grandes perjudicadas, cuando debería ser al contrario”. ¿Por qué, Carmen? ¿Ves bien que un hogar con una sola persona, o dos a lo sumo, tenga que subvencionar a los domicilios donde no tienen en cuenta los métodos anticonceptivos y la planificación familiar? ¿Qué hay de lo mío? Que uno ya se cansa de ser el pagafantas de todas la fiestas.

 

Miércoles, 8 de noviembre. La exclusiva

Han pescado al príncipe Federico de Dinamarca y a Genoveva Casanova paseando por Madrid. La exclusiva la ha comprado la revista Lecturas, que en portada asegura que el futuro rey durmió en el apartamento de celebridad mexicana. Federico está en estos momentos en su patria, atendiendo la visita de nuestros reyes Felipe y Letizia como si aquí no pasara nada. Gracias al digital Vanitatis me entero de que la prensa del país nórdico no se ha hecho eco excesivo del bombazo. El periódico Se Og Hor ha indicado que las fotografías deben ser de hace tres semanas, cuando Mary Donaldson se fue de viaje a Estados Unidos. El diario Ekstra Bladet se pregunta quién dio el chivatazo al paparazzi, apuntando a Genoveva como culpable. Y poco más. Me pregunto qué hubiera publicado nuestra prensa local si la noticia se hubiera divulgado en Copenhague y hubiera tenido como protagonistas a algún miembro principal de nuestra familia real y alguna celebridad noruega. ¿Volveríamos a los tiempos campechanos de buenas a primeras?

 

Jueves, 9 de noviembre. Amnistía, sí

Como aquí todo Dios —con más o menos pertinencia— se dedica a emitir comunicados en contra de la amnistía y parece que no haya otra opinión, voy a decir alto y claro antes de me sepulte la espiral del silencio que amnistía, sí. Como el 99% de las personas y entes que se están dedicando a juzgar, no he leído el pacto entre el PSOE y Junts gracias al cual Pedro Sánchez renovará como presidente del Gobierno de España y se facilitará la gobernabilidad de la XV legislatura. Pero si la amnistía es el desatino final para terminar con la cadena de despropósitos que hemos vivido en este país desde hace tres lustros, bienvenida sea. Porque todos los acontecimientos han sido de opereta, desde el recurso contra el Estatut y posterior sentencia del Tribunal Constitucional hasta las consultas unilaterales, el despliegue policial sin precedentes, la proclamación de la republiqueta, la suspensión de la autonomía en Cataluña, la huida a Bélgica de Carles Puigdemont en el maletero de un coche o los reveses judiciales internacionales a los intentos de repatriar al president.

La pena es que la amnistía sea consecuencia de un resultado electoral endiablado, en vez de ser el fruto de una negociación política seria y sin condicionantes de ningún tipo. A nadie le ha interesado tratar de buscar una solución a una situación sin salida de la que nadie, ninguna de las partes, debe sentir orgullo. Pienso que a veces hay que saber hacer borrón y cuenta nueva. Sin embargo hay demasiada gente que cree que se vive muy bien en el enfrentamiento permanente. Así que aquí no han acabado las tensiones entre Madrid —y los satélites— y Barcelona. Yo no quiero esa España.

 

Viernes, 10 de noviembre. El premio

Jordi Gracia escribe una crítica demoledora sobre la novela de Sonsoles Ónega que ha ganado el último Premio Planeta. Jordi ha leído el tomo “hundido en la miseria y en la tumbona”, preguntándose qué han visto en el texto el jurado compuesto por Rosa Regàs, Carmen Posadas, Pere Gimferrer o José Manuel Blecua: “A alguien se le ha ido la pinza para llegar a premiar una redacción escolar de turbadora tosquedad”. Se ha quedado tranquilo, Jordi.

Mucha gente se ha apiadado de Sonsoles y ha tratado de afear el análisis de Jordi justificando que la editorial que publica el relato es la competencia de Prisa, que Jordi es clasista o que un juicio tan despiadado solo ha sido posible porque la autora es mujer. Lo cierto es que cuando publicas un texto, sea el que sea, te expones a los comentarios sanguinarios. Yo aprendí eso muy pronto, en la facultad, cuando un profesor analizó frase a frase y con saña un artículo mío sobre no sé qué cuestión de política internacional. La vida sigue y es muy saludable tomarse el despelleje con buen humor y ganas de mejorar.

 

Sábado, 11 de noviembre. Ser nazi

El segundo teniente alcalde de Valencia, Juanma Badenas, soltó el jueves en una entrevista para Plaza Radio que él no sería nazi nunca, pero “ser nazi no es un delito”, apelando al “derecho a la libertad ideológica” para “que cada uno sea lo que quiera”, concluyendo que “el pensamiento no delinque”. Sigo dándole vueltas a la reflexión desde entonces. Sobre todo porque leí en La Vanguardia el análisis de Salvador Enguix sobre estas declaraciones, señalando que un nazi, en sí mismo, es “un asesino en potencia” y que, como explicó Hannah Arendt, la banalización del mal es el inicio del camino hacia el precipicio.
 

Domingo, 12 de noviembre. Abrazar con alborozo


Me comentan por las redes sociales la llegada del primer club de intercambio de parejas y experiencias sadomasoquistas a Teruel y abrazo la noticia con alborozo. Comentaba el otro día con las amistades de la capital que aquí no se puede hacer nada sin que se entere todo quisqui y que por eso en Teruel hay demasiada gente con dobles y triples vidas en ciudades más grandes. Si alguien ha visto negocio, es porque piensa rentabilizarlo.

 

La imagen de la semana: La nueva fórmula


Esta era la fórmula indescriptible que el consejero Joaquín Olona quería implementar para calcular las ayudas de la nueva PAC que acabamos de cobrar esta semana en Aragón y que iba a beneficiar muchísimo al sector. La decisión final prescindió de esta receta mágica de cuño aragonés y prefirió algo más convencional y que, estoy convencido, también favorece a las explotaciones pequeñas y medianas. Me pregunto qué habría pasado si las negociaciones hubieran estado lideradas por los actuales equipos de las comunidades autónomas.