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El casillero correcto: el casillero correcto El casillero correcto: el casillero correcto

El casillero correcto: el casillero correcto

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Francisco Herrero

Lunes, 28 de junio. Anécdota

Aun a riesgo de imitar con descaro a Lolita en Tu Cara Me Suena, hoy te voy a contar una anécdota. Al volver de vacaciones he dado vuelta por la casa donde crecí en Valencia y donde ya no vivo desde hace muchos años. Al abrir el buzón, descubro una notificación de Correos para que pase a recoger en la oficina una carta de dimensiones inusuales. Me acerco a la agencia y me entregan el sobre. Miro el destinatario y veo que solo figura mi nombre, la denominación de la calle y la ciudad; faltan el número de patio y la puerta. Estoy seguro de que la cartera no pone cara a mi nombre, aunque yo sé quién es ella porque lleva siglos repartiendo por la zona, y ha entregado el aviso en el casillero correcto de entre las aproximadamente trescientas viviendas en una veintena de bloques.

Llego a Aguatón. Abro el buzón. De tres cartas, solo una es para mí. Me barrunta el vecino. Me dice que tiene una carta mía en su casa, que me pase. Nos intercambiamos la correspondencia y listo. El cartero solo lleva unos meses por aquí. ¿La cartera de Valencia no se equivoca nunca? Sí, sí se equivoca. Y cuando eso ocurre, mi vecindad valenciana no suele deshacer el entuerto con tan buena voluntad como en el pueblo.

Martes, 29 de junio. Números

Asisto a la conferencia virtual “Cómo hacer investigaciones innovadoras sobre salud y medicina” que organiza la Red Global de Periodismo de Investigación. Me ha venido bien para rememorar las enseñanzas de la facultad. Me han recordado que siempre hay que seguir el rastro del dinero para descubrir algo interesante. El problema es que cada vez hay menos fondos en las empresas de comunicación para seguir indicios. Hoy también vivimos entre una verborrea de datos que, a la postre, solo sirve para confundir a la profesión y a la audiencia. Es imposible informar de forma equilibrada sin análisis certeros y sosegados. Y si no se indaga, por supuesto, no se pueden hacer preguntas incómodas. El periodismo se limita a repetir hasta la saciedad las cifras que se cocinan desde las partes interesadas. Y es que recopilar números sin cuestionar la presencia o la ausencia de variables —o no plantearse el porqué se muestran cifras absolutas o relativas—, no es una práctica de calidad. Digamos que es una loable práctica de mínimos, teniendo en cuenta la coyuntura en la que se mueven los medios.

He escuchado que los errores son un tesoro. El periodismo puede fallar al comprar versiones que luego se demuestran equivocadas. Ante una situación así, hay que saber rectificar, saber compartir el descuido, reparar los posibles daños causados y, cómo no, tomar medidas para que no vuelva a producirse un caso así. El problema es que no es lo habitual. Y yo añadiría que eso no solo ocurre en el mundo de la prensa.

Miércoles, 30 de junio ¡Toma, Moreno!

El productor José Luis Moreno está en el calabozo acusado de liderar una organización criminal a nivel internacional para estafar y blanquear capitales. Veremos en qué acaba todo esto. Se avecina una de cuervos que huelen cadáveres, niños repipis con ganas de rajar y paletos encantados de conocerse.

Sin embargo, la noticia del día es que Toni Cantó ha encontrado acomodo en el supuestamente reducido y muy libre organigrama gubernamental de la Comunidad de Madrid. Será el director y único trabajador de la nueva Oficina del Español. ¡Y pensar que hace solo seis meses había un idilio incipiente, de amigovios, entre el Ciudadanos de Toni y el PSPV de Ximo Puig!

Jueves, 1 de julio. Primera necesidad

Contaba el 12 de abril que Zaragoza iba a tener un IAmsterdam maño donde hacerse el selfi de turno, una Virgen del Pilar de cuatro metros fabricada en acero. Pues bien, ya es una realidad y las noticias que han llegado a la paramera nos llenaban de gozo por ver el éxito que estaba teniendo entre la ciudadanía y el turismo.

Pero, claro, tanta felicidad no podía ser eterna. Esta madrugada han vandalizado la figura. A las cinco de la mañana, como un seminarista, un obrero con mil papeles de solvencia, el periodista de Radio Zaragoza Pepe Lasmarías ha comprobado cuando pasaba por la Gran Vía con la bicicleta que la escultura floral tenía varias de las plantas que la adornaban desparramadas por el paseo. Aparte de denunciar el acto a la policía, el Ayuntamiento de Zaragoza ha anunciado que se ha puesto manos a la obra para reponer los daños. Como siempre, la eficacia y la eficiencia siempre se destinan a los asuntos de primera necesidad.

Viernes, 2 de julio. El aislamiento

El jaleo del hotel de Palma de Mallorca y la juventud en cuarentena está en vías de resolución. Creo que se ha explicado todo lo que se tenía que explicar sobre el asunto, así que tampoco es cuestión de recrearse.

No obstante, observo que es un reflejo de todo lo que ha sucedido en el último año y que nadie va a reconocer. El aislamiento de las personas que habían estado en contacto con algún caso de infección por coronavirus ha sido desde el primer momento la medida principal para contener el crecimiento de la enfermedad. Evitando el roce, el virus no tiene posibilidad de expandirse. El contagio se controla con diez o catorce días de separación. Aun así, las olas se han sucedido inexplicablemente. ¿Qué hemos hecho mal?

Tengo el presentimiento de que demasiada gente no ha respetado el confinamiento individual preventivo. El temor a perder el empleo, la necesidad económica o la escasa asistencia de nuestro Estado del bienestar pueden estar detrás del incumplimiento. ¿Habrá habido casos de indisciplina por egoísmo, como está sucediendo en las Baleares? Pues también. Es el momento de hacer examen de conciencia, tanto de forma individual como a nivel institucional. Y con esto no solo me refiero a haber seguido sin discusión ese reguero de normativa que llegó a alcanzar ciertos niveles de absurdidad.

Sábado, 3 de julio. Lytton

Lo más normal es que esta semana hayas oido por primera vez sobre la existencia de Lytton, ese lugar canadiense donde se han rozado los cincuenta grados centígrados. Lo cierto es que Lytton tiene unos 250 habitantes y se encuentra perdido entre las montañas de la Columbia Británica. Ni los trenes paran allí. Lógico que desconociéramos todo del villorrio.

La guinda al desastre de la temperatura extrema ha sido la proliferación de incendios que han acabado con casi la totalidad de las viviendas. Era de esperar, pues viendo las construcciones de cartón piedra y madera que nos presentan Hilary y David en Tu Casa a Juicio de Divinity me creo cualquier cosa. No entiendo qué tipo de alergia tienen al cemento y el ladrillo en Norteamérica. Lo que está claro es que las marcas excepcionales en la meteorología no traen nada bueno nunca y no sé hasta qué punto hay que sentir orgullo por ellas.

Domingo, 4 de julio. Entusiastas

¡Qué suerte tengo de no ser noruego! El parlamento del país acaba de prohibir a las personas influyentes la publicación de fotografías retocadas con filtros de belleza suprema. Podré seguir subiendo a Instagram imágenes de mis labios agrandados y de mis músculos exagerados, tal y como me exige mi corte de entusiastas.

La foto de la semana / A toda virolla

La influencia de la Baja Aragón en nuestras costumbres se nos está yendo de las manos. ¿Qué locatis se pondría a 80 kilómetros por hora en esta pista de tierra que acaba en un puente en curva para cruzar a desnivel la autovía Mudéjar? Aunque lo permitan las normas de tráfico, no sé yo si es muy recomendable ir a toda virolla por este camino. Y es que, en este país, o nos pasamos de frenada o nos quedamos cortos.

 

 

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