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El último cuplé: una semana explicada con música ligera El último cuplé: una semana explicada con música ligera

El último cuplé: una semana explicada con música ligera

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Francisco Herrero

Lunes, 2 de noviembre. El beso

“Entre los paisanos y los militares, me salen a diario novios a millares. Como monigotes vienen tras de mí y a todos los hago que bailen así”, ha debido estar canturreando desde el cielo el obispo ortodoxo Amfilohije Radović durante el funeral de ayer en Montenegro. El sacerdote ha fallecido de una neumonía provocada por el coronavirus y el féretro ha permanecido abierto durante el sepelio para que la turba, esa a la que hacía referencia ayer Javier Silvestre en este diario, le diera un último beso. Yo creo que esta muchedumbre podría considerarse como gozosa y evasiva a la vez. Hay personas que encuentran en la religión esa vía de escape. Y les da igual si su existencia corre peligro.

La vida se puede definir en base a cuplés y tengo la intuición de que esta semana va a ser de lo más musical. Cata catapum, catapum pon candela, alza p’arriba, polichinela; cata catapum, catapum, catapum, como los muñecos en el pim pam pum. Nota mental: tengo que dejar de ver el Sálvame, que me tiene sorbido los sesos.

Martes, 3 de noviembre. Anillos de Oro

Na na ná; na na na na na ná; na na ná; na na na na na ná… Inolvidable la música de Antón García Abril para Anillos de Oro, una de las series más famosas de los ochenta en Televisión Española. Al menos es mucho más recordada que el Himno de Aragón, compuesto también por Antón y que, creo, casi nadie se atreve a tararear. Este mediodía he coincidido en La2 con uno de los capítulos de la telenovela y me ha enganchado la imagen oscura, añeja y decadente del Madrid de entonces, en contraste contra el aceptado discurso colorista de la movida. Mi primera visita a Madrid, en los noventa, me produjo la misma sensación.

La estrella invitada del capítulo es Ana Obregón, que interpreta a una esposa fiel en pensamiento, no tanto en carnes, de un afamado futbolista afectado de parálisis ingresado para siempre en un centro asistencial. El protagonista, Imanol Arias, le pregunta a la Obregón que de dónde saca el dinero y ella le contesta algo así como “¿qué te piensas? ¿que hago la carrera?”. Hacer la carrera me parece una expresión con solera y entrañable. Y me recuerda a La Chica del 17, que lleva zapatos de tafilete, sombrero de gran copete y abrigo de pedigrí. Como en París. ¿De dónde saca, para tanto como destaca?

Marta Díaz, novia del futbolista Sergio Reguilón, acaba de escribir un libro y ha confesado a David Broncano tener una fortuna de entre 300.000 y 500.000 euros a sus 19 años sin necesidad de una paguita del famoso. La era de las plataformas digitales en línea, en la que una creación como Anillos de Oro es un bodrio, nos trae este tipo de personaje hecho a sí mismo. Lo que nunca cambia, como decía la chica del 17, es “la que quiera coger peces, que se acuerde del refrán”.

Miércoles, 4 de noviembre. Modistillas

Dinamarca ha encontrado la solución final a los abrigos de visón. El drama de la granja de La Puebla de Valverde se queda en nada cuando te enteras de que los nórdicos van a cepillarse a la cabaña nacional de visones porque el coronavirus ha mutado en alguna instalación y seguro que es mucho peor que la variante aragonesa que se descubrió la semana pasada.

Me imagino un batallón de modistillas entrando por la puerta y acercándose amenazante hacia las jaulas. “Batallón de modistillas, de lo más retebonito, y lo más jacarandoso que pasea por Madrid. Y ya estamos aprendiendo la instrucción con entusiasmo, deseando que se aprecie nuestro garbo por ahí. Un, dos, tres, ahora va bien”, dice el cuplé. ¿Alguien duda de que será así la escena, siguiendo la estela de luz y color en la que vivimos?

Jueves, 5 de noviembre. Colaboradores

Dice Javi Lizaga en su columna semanal de Diario de Teruel que eso de la “restricción de la movilidad nocturna” en vez de “toque de queda” es un poco pueril. Y, oye, que tiene razón. Pero es que ese circunloquio es un juego de niños para la pieza de un nuevo género sicalíptico que leo hoy en el digital ValenciaPlaza.

La multinacional Aldi inaugura una céntrica tienda en Aldaia, que sustituye a la que ya existía en un andurrial del pueblo cerca del Barrio del Cristo. Richard Navarro, calificado como el expansionista de la cadena de supermercados, ofrece una entrevista y en la entradilla escrita por Teresa Navalón se lee: “Este establecimiento cuenta con una superficie comercial de 1.300 metros cuadrados y dará empleo a una plantilla de 15 colaboradores”. Ahora, lo de reponer y pasar por el escáner en el mostrador de cobro ha quedado relegado a colaboradores. No a trabajadores y trabajadoras.

Llegará el día en que las empresas solo contarán con colaboradores. Porque el verbo colaborar es guay. El problema está en que las colaboraciones, ya se sabe, se saldan con una patada y pocas responsabilidades si el asunto se pone feo. Ya lo decían los cuplés babilónicos de La corte del Faraón: “Anda el servicio de las criadas allá en las casas de Babilonia de una manera tan deplorable, que hay que mudarlas cada dos horas. En una casa que yo conozco no paran nunca las cocineras, y hace unos días que de repente salió la Segis y entró la Pepa”.

Viernes, 6 de noviembre. El Ritz

Juan Carlos I sigue liándola desde los Emiratos. Hay fiscales que están investigando una nueva cantidad de dinerito oculto. Ahora, en las islas del Canal. Mientras tanto, en el tocadiscos de Corinna suena: “¡Ay, yo no sé, lo que me pasa a mí, pero ya ve que me siento feliz! Siga apretando aunque mire mamá, que si se irrita ya se calmará”. Me parece a mí que el monarca no va a olvidar nunca aquellas tardes en el Ritz, aunque cien años llegue a vivir.

Sábado, 7 de noviembre. Alaska

Te das cuenta de lo viejales que eres cuando Alaska ya es la presentadora de Cine de Barrio. Hoy es el turno de Todo es posible en Granada, la última película de Manolo Escobar estrenada en 1982. Se podría decir que el intérprete de El Porompompero contribuyó a la caída de las cupletistas durante la posguerra. Mientras que las picardías y las licencias de las chicas no estaban muy bien vistas, las mismas actitudes encarnadas por el almeriense se ovacionaban. La victoria final y éxtasis máximo del chabacanismo se alcanzó en 1973 con la publicación de Y viva España, himno apócrifo de este país compuesto por el belga Leo Caerts con letra de Leo Rozenstraten e interpretado originalmente por Samantha.

Y así hemos llegado hasta hoy. Ni titulando un disco como El paso trascendental del vodevil a la astracanada o cantando Absolutamente con Saritísima ha conseguido Alaska un revivir de la levedad del cuplé. 

Domingo, 8 de noviembre. La pulga

Me dicen que soy un odiador. Yo creo que soy más bien una pulga maligna que pica, se esconde y no se le puede echar mano. A pesar de todo, sé que estoy en el punto de mira y que, si alguien me pilla, no habrá perdón. Y una vez que eso suceda, ese alguien que había perdido el sosiego se quedará en paz porque habrá conseguido que deje de correr y de picar. Me estoy dando cuenta que por este retrato la pulga podría ser yo o Donald Trump. Las cosas de la ambigüedad.

Folies Bergère

Tras cruzarme sin querer con nuestra internacional Norma Duval vestida de fallera por la calle Convento Jerusalem, el siguiente reto de mi carrera era visitar París y buscar el Folies Bergère, donde nuestra diva fue la estrella más rutilante mientras yo era solo un tierno infante. Aquellos testimonios en los que se exaltaba la fulgurante carrera de nuestra vedete allende los Pirineos excitaba la imaginación de cualquiera. Me pillé un avión y me planté en el distrito nueve de la capital francesa tan pronto como pude. La decepción, nada más ver la fachada del cabaré, fue tan grande que hasta la portada de los nuevos cines Lys de Valencia me pareció bonita.