Síguenos
El Espejo de Tinta. Noa, por Maite Joven El Espejo de Tinta. Noa, por Maite Joven
Pedro Blesa

El Espejo de Tinta. Noa, por Maite Joven

Los relatos del verano de DIARIO DE TERUEL

“Los días iban convirtiéndose sin querer en tiempo masticado y vomitado con arcadas de tristeza. Lo peor de aquellas tardes era, sin duda, el hastío inevitable, la inexistencia de color, la angustia del tiempo que pasa y no se espera nada de él.  Eran las siete de la tarde cuando detuvo la mirada en su reloj y esperó. Estaba inquieta, intranquila. Sintió como sus músculos se contrajeron en un segundo. Se redujeron a pequeños y diminutos tendones, arterias y venas por las que circulaba la sangre y notaba el palpitar de sus temores. Estaba totalmente paralizada, bloqueada, muerta de miedo.  Era un miedo con todas las letras, personificado; casi podía tocarlo, sentir sus piernas, y sus ojos y su saliva. Podía escuchar en sus entrañas como el miedo se tragaba sus vísceras y trituraba sin piedad sus nervios. Ese miedo podía llamarse amor o compromiso o muerte.”