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A los imbéciles A los imbéciles
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Lo que escribo a continuación no es de mi cosecha, ya me gustaría. Lo pongo entre comillas, para que no quede ninguna duda. Allá va:

“El problema es que sabes quién soy, pero yo no quién eres, un juego tan desigual. Es lo que sucede si juntas envidiosos, crueles y una red social.  Es cierto, mi resentimiento tiene cinco gramos, me quito el bozal porque me apetece caer bajo. Tan bajo que alcance tu nivel mental.

Un gramo va por el gracioso, el pollo más tonto de todo el corral. Tus memes tienen tanta gracia como un discurso de Santi Abascal.

Dos gramos por el subnormal que inventa mentiras para ser viral (¿en serio?) O tienes seis años, chaval, o un grave tumor cerebral.

Tres gramos por el artista resentido, dolido por su fracaso musical. No pagues conmigo lo que has hecho mal, amigo, fuera de mi pedestal.

Cuatro por quien va de juez y me espía, vigila hasta mi ortografía. A su Señoría le digo que vengo a potar en la mesa de su tribunal.

Cinco por el hijoputa que cuando me nombra prepara un puñal. Mi enfado dura seis segundos, tú serás un mierda hasta el día de tu funeral.

Por mí como si un meteorito os apunta al tabique nasal, idiotas, que os jodan o no, me da igual. Sé que el rencor nunca fue comercial”.

Lo que acabas de leer es la letra de la canción 5 gramos de resentimiento de Marwán, un artista que estuvo hace unas semanas actuando en el Jardín de San Pedro de Teruel.

Contó Marwán que esta canción, que firma junto al rapero Nach, es su defensa ante los ataques sufridos en las redes sociales por esas personas que se esconden -o no- en el anonimato para atizarle a los demás.

Supongo que siempre ha habido en el mundo gente frustrada, que no soporta que al de enfrente le vaya bien, que esté feliz o que sonría, pero es que ahora tienen altavoces que los hacen mucho más presentes.

Serán unos mierdas hasta el día de su funeral, pero, hasta que eso llegue, les vas a tener que aguantar. Eso sí, cantando  a Marwán se te hará mucho  más llevadero.

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