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Profesional de la libertad Profesional de la libertad

Profesional de la libertad

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F.J.B.

La cifra habla por sí sola. Un millón de espectadores han pasado a lo largo de la presente temporada por la plaza de Madrid. Un millón de paganinis, que quede claro. Un tropel de gente que se ha dejado en los toros parte del dinero que destina a su ocio. Y pongamos que hablo solo de Madrid, porque si lo hacemos también de Sevilla, Valencia, Zaragoza, Albacete… Sumen millones. Y el caso es que las teles patrias siguen sin entender que un país es como es y no como los nuevos ingenieros sociales quieren que sea. El toro lleva al lado nuestro más de 5000 años, por eso es tótem de nuestra civilización y símbolo icónico de España. Complicado arrasar con semejante equipaje. Pero ahí siguen los toros apartados de la programación televisiva e incluso de la información por aquello de que los nuevos gurús de la modernidad, tan guapos y buenistas ellos, puedan tachar al que ose siquiera informar del toreo, de anacrónico, cafre, desalmado, fascista y bla, bla, bla… 

Pero como en toda regla siempre hay una honrosa excepción, se hace obligado celebrar al osado que la rompe por aquello de bendecir un gesto que es ejercicio de sana libertad para todos, cuando no grito eremita que clama contra el adocenamiento aborregado que se nos impone. Y el osado no es otro que José Ribagorda, presentador y editor de los informativos de fin de semana de Telecinco. Oiga, que da información sobre toros. ¡Milagro! Pero no del destripamiento de un torero o de la escuálida protesta anti de las cinco de la tarde. No. Lo hace sobre escuelas taurinas, faenas de relumbrón, reportajes de cirujanos taurinos, plazas de toros, ferias…   Habla de toros sin rubor y con respeto porque es periodista y su trabajo es informar. Así de sencillo. Sobre todo teniendo en cuenta que ese millón de aficionados que han pasado por la plaza de Madrid merecen atención, y porque hay ferias muy importantes en España que llevan a la plaza a millones. Así que gloria a quienes hacen de su trabajo ejercicio diario de libertad, y a quienes se enfrentan con no poca valentía a esos gurús de la modernidad que buscan adocenarnos, manipularnos y reeducarnos a conveniencia. José Ribagorda, todo un profesional de la libertad.