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Fernando Herrer: “No esperábamos tanta repercusión después de ganar al tren con las vespas” Fernando Herrer: “No esperábamos tanta repercusión después de ganar al tren con las vespas”
Fernando Herrer (primero por la derecha) con varios de los participantes en el reto en la estación de tren de Valencia

Fernando Herrer: “No esperábamos tanta repercusión después de ganar al tren con las vespas”

Socio de la Asociación Vespajuntaos de Teruel que acudieron a la manifestación del 7-O en motos Vespa y llegaron antes de que lo hiciera el ferrocarril

Fernando Herrer es el socio de la Asociación Vespajuntaos de Teruel que se le ocurrió lanzar el reto de acudir en motos Vespa, para intentar ganar al tren, a la manifestación de Valencia del pasado domingo para reivindicar el corredor Cantábrico-Mediterráneo de altas prestaciones. De los 39 socios que son, decidieron intentarlo 9 y llegaron 7, pero Herrer incide en que el mérito de reivindicar el ferrocarril de esta manera fue de todos los que particiaron: Jorge, Víctor, Pablo, Carlos, Javi, Manolo, Fran, Miguel, Montse, que hizo de “furgo escoba”, además de él mismo.
- ¿Cómo se le ocurrió la idea de proponer ir en Vespa a la manifestación de Valencia con otros socios de Vespajuntaos de Teruel para hacer ver el mal estado del tren turolense?
- Esto fue porque pensábamos manifestarnos en casa y se me ocurrió pensar que fuera una reivindicación más simpática y con impacto y se me ocurrió proponerlo en el grupo de Vespajuntaos.
- Cuando lo hizo, ¿era consciente de lo que suponía hacer eso con motos de hace varias décadas?
- Yo sabía que iba a ser muy difícil el conseguirlo porque son motos muy viejas y que no tienen una velocidad exagerada, además de que íbamos a ir por carreteras secundarias. Pero a pesar de ser difícil, la intención era llegar a toda costa aunque se quedase alguno en el camino.
- ¿Cuántos se quedaron al final por el camino?
- Llegamos siete con la moto porque tuvimos mala suerte. En Sarrión ya hubo problemas con una Vespa y perdimos unos minutos, lo que nos hizo tener la incertidumbre de si íbamos a llegar o no, y en Barracas mi mujer, que iba en el tren, me avisó de que ya lo habían pasado hacía un tiempo y pensamos que no llegaríamos. Entonces cogimos el Ragudo viejo y en Segorbe alcanzamos al tren, pero nos desviaron porque había algún acto en el pueblo y nos tocó deshacer unos kilómetros que habíamos hecho. Perdimos un montón de tiempo y un compañero pinchó y al otro se le rompió la moto. Además, en Barracas tuvimos que parar a echar gasolina a las nueve motos y fueron unos quince minutos.

(La entrevista completa en la edición en papel del periódico)