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IRB aspira a hacer cambios en breve para poder ampliar los servicios de la línea Madrid-Teruel-Valencia IRB aspira a hacer cambios en breve para poder ampliar los servicios de la línea Madrid-Teruel-Valencia
Responsables de la empresa posan junto a la alcaldesa de Teruel ante un autobús de la línea Madrid-Teruel-Valencia

IRB aspira a hacer cambios en breve para poder ampliar los servicios de la línea Madrid-Teruel-Valencia

La conexión con la capital de España por las tardes se pierde en ida y vuelta al no renovar el convenio la DGA

El grupo IRB (International Regular Bus), la nueva concesionaria del transporte público de viajeros por autobús entre Madrid, Teruel y Valencia, aspira a hacer cambios en breve, después de que empezara a operar el pasado lunes con menos servicios de los que se venían prestando hasta ahora. Su intención es poder mejorar los que ha empezado a prestar y que son los que venían fijados en el pliego de condiciones del Ministerio de Fomento, que es la Administración de la que depende la concesión de la línea. 

La nueva concesionaria se presentó ayer a los turolenses en un acto que tuvo lugar en la estación de autobuses de Teruel, donde informó de los nuevos horarios y de los objetivos que persigue para mejorar la línea adecuándola a la demanda real de los usuarios. Además, ha apostado por la capital turolense al ubicar en ella su centro de operaciones, en lugar de llevarlo a Valencia o Madrid.

Por otra parte, los turolenses se han quedado   incomunicados definitivamente con Madrid por las tardes a través de transporte público, al menos de momento, al perderse todos los servicios de la línea de autobús que hacían ese recorrido. Es una de las carencias más notables del nuevo servicio, aunque es una situación que comenzó a producirse el año pasado cuando la anterior concesionaria quitó todos los autobuses que cubrían ese trayecto por las tardes excepto los convenidos con el Gobierno de Aragón. Ahora el Ejecutivo ha quitado también ese servicio que creó esta institución, ya que no estaba en la concesión, y que pretendía facilitar una comunicación rápida con Madrid al menos tres días a la semana.

Detrás de estas supresiones están tanto la Administración central como la autonómica, dispuestas en todo momento a tirarse los trastos a la cabeza, pero incompetentes, con independencia de quien tiene las compentencias, de hacer la vida algo más fácil a los turolenses y luchar juntas contra la despoblación.