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La lucha contra la despoblación afronta un otoño caliente marcado por el hartazgo de los ciudadanos La lucha contra la despoblación afronta un otoño caliente marcado por el hartazgo de los ciudadanos
Miembros del movimiento de la España Vaciada la semana pasada ante el Congreso de los Diputados en Madrid

La lucha contra la despoblación afronta un otoño caliente marcado por el hartazgo de los ciudadanos

La idea de que es momento de ir a por todas se extiende como un reguero de pólvora por la España Vaciada

La lucha contra la despoblación afronta un otoño muy caliente marcado por el hartazgo de los movimientos reivindicativos de la España Vaciada, y por el propio cansancio de la ciudadanía  que no aguanta más el bloqueo político en el que está sumido el país. En ese contexto, las más de veinte provincias que cuentan con zonas afectadas por la despoblación afrontan ya los preparativos de una nueva movilización para el próximo 4 de octubre, además de estar haciéndose extensiva la idea de que ha llegado el momento de ir a por todas, sin descartar concurrir a las elecciones para intentar presionar y sacar adelante las reivindicaciones desde dentro de las propias instituciones.

Los movimientos ciudadanos que se aglutinan en torno a la denominada España Vaciada no son políticos, ni pretenden serlo, pero están ya dispuestos a todo y lo están demostrando. Si hace un mes trasladaban al presidente en funciones, Pedro Sánchez, sus demandas, la semana pasada lo hacían a Podemos en el Congreso, el posible aliado de los socialistas para  desbloquear la situación política y que haya Gobierno este mes en lugar de tener que  ir a elecciones otra vez en noviembre.