

Han pasado 81 años de aquel 17 de febrero de 1938, pero Domingo Fuertes Escriche recuerda como si fuera ayer cómo vio caer un bombardero ruso muy cerca de su casa y que él, que tenía entonces ocho años, fue quien encontró a uno de los tripulantes de el avión muerto y que otro acabó sobre el tejado de la vivienda, en la masía de la Parra, en el término municipal de Mora de Rubielos. El relato de este episodio de la Guerra Civil en el mismo escenario donde ocurrió fue uno de los momentos más emotivos del Homenaje a los aviadores soviéticos caídos en los cielos de Teruel, organizado por la Asociación de Aviadores de la República (Adar), que se celebró este sábado en Mora y que contó con una amplia representación diplomática rusa al más alto nivel y que culminó en el cementerio de esta localidad, donde se encuentra la lápida en recuerdo a los tres fallecidos.
La investigación desarrollada por Carlos Mallench, de Vall d’Uixó, y Blas Vicente, de Manzanera, ha permitido recientemente la identificación de estos tres aviadores rusos: Ivan Bolderev, Antatoly Gorelov y Piotr Latyshev. A partir de una cita en un libro comenzó un trabajo de más de dos años que culminó este sábado con este acto. El investigador turolense destacó que había sido como “un gran puzzle” en el que gracias a la colaboración de Adar y sus muchos historiadores ha sido posible colocar cada pieza en su lugar.