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Adrián Sepiurca, director artístico y ponente del Foro Nacional de la Cultura: Adrián Sepiurca, director artístico y ponente del Foro Nacional de la Cultura:
Adrián Sepiurca participó este jueves en la inauguración del Foro Nacional de la Cultura

Adrián Sepiurca, director artístico y ponente del Foro Nacional de la Cultura: "En cultura el presupuesto te dice cuánto puedes hacer, pero no es pretexto para no hacer nada"

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Adrián Sepiurca dirige desde hace años 21Distritos, un proyecto que depende del Ayuntamiento de Madrid para descentralizar las actividades y llevar una oferta de espectáculos culturales de calidad a los barrios de la periferia de la capital. Hoy participa en una de las ponencias del Foro Nacional de la Cultura, que organiza en Zaragoza la Fundación Cultus con el objetivo de abordar desde la innovación y el diálogo los retos que ofrece el futuro. Uno de ellos, que estará muy presente en el foro, será la descentralización de la cultura, la necesidad de llevarla desde los centros económicos a las periferias.

-¿En qué consiste 21Distritos?
-Programación cultural en la periferia de Madrid siembre ha habido, pero nunca a través de un proyecto con una dirección artística real y pensando en largo plazo, que es la particularidad de 21Distritos.

-¿A largo plazo?
-Traer muchas cosas mediocres o gastar mucho dinero en una muy resultona es fácil, pero no da resultado. Si tienes tiempo y paciencia puedes trabajar con las familias y los niños, generando un público y acostumbrándolo a que tenga una programación de calidad, que si cuenta con una dirección artística única puede tener un rumbo claro que ayuda a que los objetivos se vayan cumpliendo de forma coherente.

-Pero el programa está al albur de quien gobierne en su Ayuntamiento...
-Pero nosotros trabajamos como si fuéramos a durar siempre... y gracias a eso hemos conseguido funcionar. Ningún ayuntamiento quita algo que funciona bien, que ha implicado y dinamizado a tantos miles de personas, que ha llevado a los barrios a artistas que antes no hubieran venido en la vida... Esa es nuestra mejor garantía.

-Quince de los 21 distritos de Madrid tienen más población, por sí solos, que toda la provincia de Teruel. ¿Se puede extrapolar algo de su experiencia al caso aragonés?
-Sí, hay cantidad de líneas transversales comunes que se pueden adaptar a cada circunstancias. Las necesidades de salud, educación o transporte son las mismas si vives en Madrid o en un pueblo de 90 habitantes, pero la situación del trafico es diferente, del mismo modo que Madrid tiene cientos de espacios culturales que en un pueblo no existen. Así que tendrás que adaptarte a los espacios y los presupuestos que tienes, pero la filosofía de trabajar con la vista puesta en diez años, y no solo para tener un montón de conciertos este año, es la misma.

Presupuesto

-¿El presupuesto es el factor determinante?
-Es fundamental y te dice cuánto puedes hacer, pero no puede ser excusa para no hacer nada. Yo he trabajado en zonas rurales de Argentina y Brasil, sin estructuras ni recursos, y hemos hecho muchas cosas. Las acciones culturales se inventaron antes que los presupuestos, incluso que la propia definición de cultura... no los necesitan para tener lugar.

-¿Cuál diría que es la clave para que tengan lugar, también en las periferias?
-Dinamizar a la gente y ver el eco que eso tiene. Si trabajas con honradez y a largo plazo todos los públicos acaban encontrando su espacio, el boca oido empieza a funcionar y terminas haciendo que artistas muy reconocidos, que antes no pisaban los barrios ni en broma, ahora quieran venir. En ese sentido, cuando vino Raphael nos cambió la vida y nos abrió muchas puertas.

-¿Un concierto de Raphael?
-No fue un concierto. Nosotros no tenemos presupuesto pagarle. Y tampoco querríamos que viniera gratis, porque significaría precarizar a sus músicos y a sus técnicos, competiríamos con las empresas privadas y no tenemos infraestructura para traerlos. Nosotros les ofrecemos hacer algo pequeño, algo que les apetezca mucho, y que no hayan podido hacer porque sus carreras profesionales no se lo permite. Y te sorprenderías. Raphael vino a hacer coloquios, Maika Makovsky charlas, Israel Galván dio clases de danza, Coque Maya vino a cantar los temas que cantaba con su hermano de niño, y Aitana Sánchez Gijón va a venir la semana que viene a leer versos de Miguel Hernández, algo que le apetecía mucho pero que nunca había podido hacer porque ella es actriz. Si eres positivo y te pones creativo, lo que podrían ser cosas precarias por local y presupuesto, lo conviertes en actividades especiales, que al artista le encantan porque está haciendo algo que él ha elegido hacer porque le apetece, y que al público le brindan una experiencia de cercanía única.

-Todas sus actividades son gratuitas para el público y se financian con el presupuesto municipal. Hay quien opina que la gratuidad genera desinterés o cosas aún peores...
-Es un debate, ya lo creo. Personalmente yo defiendo la gratuidad en lo público, y en mi mundo soñado la cultura es pública y gratuita. La Constitución Española considera un derecho el acceso a la cultura, y si no te garantizo que una parte sea gratis, puede que lo esté vulnerando. La educación, la sanidad y la cultura deben ser gratis o casi, en mi opinión. Otra cosa es que haya una industria que se dedica a vender entradas, y yo creo que no debemos competir con ella sino convivir con los espacios privados profesionales. Nosotros dialogamos mucho con la industria para no alterar el normal ecosistema cultural.