Síguenos
Alba Quílez, premio Campus Saludable en la categoría TFM: “Lo mejor del proyecto fue ver cómo las mujeres se apoyaban unas a otras” Alba Quílez, premio Campus Saludable en la categoría TFM: “Lo mejor del proyecto fue ver cómo las mujeres se apoyaban unas a otras”
Alba Quílez, alumna del máster de Psicología General Sanitaria en el Campus de Teruel, ganadora del premio por su TFM

Alba Quílez, premio Campus Saludable en la categoría TFM: “Lo mejor del proyecto fue ver cómo las mujeres se apoyaban unas a otras”

La alumna del máster de Psicología Clínica investigó sobre un protocolo para víctimas de violencia doméstica
banner click 244 banner 244

Alba Quílez, alumna del máster de Psicología General Sanitaria de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel, logró el premio Campus Saludable en la categoría de Trabajo fin de Máster (TFM) por su proyecto Estudio piloto sobre la viabilidad y utilidad clínica del protocolo unificado en mujeres víctimas de violencia doméstica. La joven destaca la importancia de la terapia grupal para este colectivo.

-¿Cómo surgió la idea de hacer el TFM sobre este protocolo para víctimas de violencia?

-Mi profesor Jorge Osma nos explicó el protocolo de regulación emocional en una asignatura y me encantó. Elegí hacer el trabajo sobre esto y él fue mi director.

-¿Se aplicó con una muestra real?

-El trabajo se aplicó en Benicarló, en la Comunidad Valenciana, antes de que yo realizara el TFM, con once mujeres en dos grupos. El trabajo más asistencial lo realizó Vanessa Ferrer y su equipo y me puse en contacto con ella para recoger todos los datos que tenían y hacer los análisis estadísticos y exponer los resultados. Se quedaba un poco cojo por no haber conocido a esas mujeres, así que Vanessa Ferrer me enseñó un vídeo de una sesión grupal. Finalmente, hicimos una sesión conjunta en los servicios sociales donde yo hacía las prácticas en Castellón. Fue una experiencia increíble y las mujeres estaban superagradecidas.

-¿Cuáles fueron las principales conclusiones del trabajo?

-Lo principal que se encontró fue la aceptabilidad a la intervención. Asistieron a todas las sesiones, algo que no es habitual. Además en el cuestionario de satisfacción se obtuvo una calificación alta. Tras la aplicación del protocolo toda la sintomatología afectiva como depresión o ansiedad disminuyó en frecuencia e intensidad y aumentaron niveles de calidad de vida que es algo muy importante.

-¿Qué destacaría sobre lo que demandaban las mujeres?

-Es muy intersante escuchar lo que ellas decían y destacaron que querían aprender a relajarse, a tener una relación más positiva con su familia o a afinazar su autoestima. Son los campos que querían trabajar desde la regulación emocional: autoestima y familia y disiminuir los pensamientos intrusivos o la ansiedad. 

-¿Y lo consiguieron?

-Cuando terminaron este curso las integrantes del grupo decían cosas como que les había ayudado a que cuando se proponen algo lo hacen o que habían aprendido a no mirar atrás y que los problemas no les afecten para recuperar su vida social. Pero una de las cosas más destacadas era escuchar: “Cuando llegas aquí y te cree todo el mundo es una liberación que no te lo crees”. La regulación emocional les sirvió y la parte con más potencial fue el hacerlo en grupo. Hubo un apoyo social impresionante, se apoyaban una a la otra y eso fue lo más positivo.

-Entonces, ¿la terapia grupal es uno de los aspectos principales? 

-Lo potencial de esta intervención es que se hace grupo. Se ha hecho con víctimas de violencia doméstica pero también en unidades de reproducción humana con personas con problemas de fertilidad y con personas que se habían sometido a cirugía biriatrica, en tres proyectos en Valencia.

-¿Continúa la investigación en esta línea?

-Sí. Hay un estudio a gran escala multicéntrico en el que participa en Aragón Zaragoza y Tarazona y también está Navarra, Comunidad Valenciana y Extremadura. Se trabaja este protocolo unificado de regulación emocional para diferentes trastornos emocionales con personas que van a servicios de salud mental en el sistema público de salud. En este trabajo participa el grupo de investigación del Campus de Teruel IPES: Investigación en Personalidad, Emoción y Salud. 

-¿Qué supuso para su formación la realización del TFM?

-En mi formación supuso muchísimo. Me acercó a lo asistencial para saber qué es lo que se hace en la práctica real. Me supuso aprender cómo se aplicaba y la importancia de la regulación emocional para un amplio grupo de trastornos. Además, con la estadística nos damos cuenta de que lo que hacemos funciona y con el trabajo de seguimiento, ya que hasta el año no terminan y vemos que están genial, que se mantiene en el tiempo.

-¿Qué sintió al recibir el premio Campus saludable?

-Una ilusión tremenda. El proyecto ya tenía un premio de servicios sociales de la Comunidad Valenciana. Es muy chulo, no solo para los que hicieron la intervención, sino también para las mujeres porque se reconoce el valor de lo que hacen, cuando son once participantes y en otras ocasiones se premian proyectos con 300 o 500 participantes. Fue muy importante para todos.

-¿Continúa investigando?

-Sí. Ahora estoy haciendo el doctorado en Teruel y sigo en el grupo IPES. Mi tesis se centra en la evaluación transdiagnóstico y parte de cuestionarios centrados en el mismo protocolo de intervención. No se trata de analizar cosas concretas de cada paciente sino lo que tienen en común, con una muestra española. Estoy muy contenta porque me gusta la investigación pero trato de compaginarlo con lo asistencial ya que trabajo como psicóloga en Tarazona.