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Alberto Alegre, voz y guitarra de la banda andorrana Ruido: Alberto Alegre, voz y guitarra de la banda andorrana Ruido:

Alberto Alegre, voz y guitarra de la banda andorrana Ruido: "Hemos decidido grabar el disco en plan casero, como se hacia en los 80"

El grupo Ruido, cuyo germen original cumple diez años, tiene previsto publicar su primer LP en pocos meses
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La banda andorrana Ruido cumple diez años desde su fundación como A Gargalé, y lo hará publicando un disco que, con un poco de suerte, estará en la calle para las próximas navidades. Para quienes no puedan esperar a entonces, esta noche toca en la Plaza de Toros de Andorra, a partir de las 21.30 horas, junto a sus paisanos de Última Sentencia.

-Desde 2011 la banda ha sufrido muchos cambios... ¿Quiénes forman parte actualmente de Ruido?
-De esa primera banda de 2011 el único que queda soy yo (guitarra y voz). Creo que al año siguiente se incorporó Miriam Magallón (guitarra), más o menos en 2014 Toño Camacho (bajo) y Tomás Tello (batería) en 2017. Y en todo ese tiempo han pasado por el grupo muchos músicos.

-¿Todos los músicos proceden de Andorra?
-No, Miriam es de La Mata de los Olmos. El resto somos de Andorra y ensayamos en el local de la asociación Deluxe.

-Poco a poco las versiones han ido dejando paso a los temas propios...
-Sí. Más o menos en 2016 cambiamos de nombre y pasamos a llamarnos Ruido, y empezamos a tomarnos más en serio lo de hacer nuestra propia música. Hasta entonces hacíamos versiones de punk, de rock español o de ska, y algún que otro tema propio. Y desde ese año es al contrario, tocamos sobre todo temas propios aunque también metemos versiones de temas conocidos para mantener la atención del público.

-Incluso cuentan con una canción  que se llegó a grabar en El Túnel de Zaragoza con Xavi Estivill. ¿Cómo fue aquello?
-Fue en 2015, cuando todavía éramos A Gargalé. En Zaragoza se hizo un concurso que se llamaba Reivindicarte, de música, videojuegos, cine y otros géneros, en el que había que crear una obra reivindicativa para participar. Nosotros hicimos Revolución en la Granja, un guiño al libro de Orwell que habla de la sociedad y de los roles que tenemos. La grabamos en plan casero total, y ante nuestra sorpresa ganamos el concurso. Y el premio era grabarla en un estudio de Zaragoza, lo que fue toda una experiencia para nosotros.

-Esa canción formará parte del primer disco de Ruido que está a punto de salir. ¿Cómo de a punto?
-No queremos poner una fecha en concreto porque siempre acabas frustrándote. Me hubiera gustado que estuviera este verano, pero no pudo ser, porque lo estamos haciendo por nuestra cuenta y es un proceso que tiene que hacerse a fuego lento. Ojalá pueda estar para final de año.

-¿Están haciendo el disco por su cuenta? ¿Incluyendo la mezcla, la masterización y todo ese rollo?
-Todo. Decidimos hacerlo así porque cuando hacemos canciones nos liamos mucho haciéndolas muy especiales, con cambios de tempo y muchas historias. Y contar con un técnico de fuera nos iba a llevar mucho tiempo y dinero. Así que decidimos hacerlo por nuestra cuenta y en plan casero, como en los años 80, grabando con toda la banda en el salón de actos que nos cedió el IES de Andorra. Estuvimos un par de semanas con un técnico esta primavera, y ahora estamos haciendo la mezcla. Yo tenía algunas nociones pero estoy aprendiendo muchísimo mientras lo hago. Y no nos va a salir una cosa superprofesional, pero será más nuestro y tenemos el control total de lo que se escuchará. El sistema tiene sus pros y sus contras.

El nuevo disco

-¿Cómo se llamará el disco?
-No te lo puedo decir, aunque no será el título de ninguna de las canciones.

-¿Lo han defendido ya en muchas ocasiones sobre un escenario?
-Pues completo, completo, solo lo tocamos este verano en Ejulve y mañana (por hoy) en Andorra. Hasta ahora habíamos tocado en directo algunas de las canciones que estarán en el disco, pero todas al completo no.

-¿Y qué tendremos entre manos cuando salga a la luz?
-Ya sé que es un tópico que las bandas digan que no tienen un género muy definido, pero es que en nuestro caso es cierto porque llevamos muchos años tocando y tenemos gustos muy diferentes. Nuestra propia forma de componer es muy variada y mientras trabajamos cada canción tenemos muchas discusiones y cambios. Hasta tenemos canciones Frankenstein en las que se dan varios géneros.

Pero para hacernos una idea, podemos decir que tocamos rock, así en general, con guitarras distorsionadas, también ska,  a Toño le encanta el heavy y se nota en varios temas... Yo mismo tuve una etapa que estaba loco con Ska-p, luego Extremoduro, luego Nirvana, Azero también nos ha influenciado mucho porque hemos ido a muchísimos conciertos suyos... ¡Hasta tenemos una canción que dura diez minutos, en plan Bohemian Rapsody a nuestro rollo!

-A veces no tener un estilo marcado juega en contra de una banda de música...
-Es cierto, un estilo muy característico te ayuda a tener un sello de identidad, y nosotros no sé si lo tenemos en cuanto a nuestra forma de componer, pero desde luego en el género musical seguro que no. Pero es que siempre nos ha gustado ese rollo, tocar un poco lo que nos diera la gana, lo que nos apeteciera, sin forzar, sin ser pretenciosos, pero sin atarnos a una forma concreta de hacer las cosas.

-¿Y en cuanto a las letras?
-Tenemos dos grandes campos, yo creo. Uno es la reivindicación social, porque siempre hemos estado influidos por bandas que nos han mostrado el poder de la música para hacer que la gente se mueva por una causa. Y el otro son los sentimientos y las ideas, planteadas quizá desde un sentido más abstracto o poético.