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Alberto Gamón, ilustrador alcañizano: Alberto Gamón, ilustrador alcañizano:
Alberto Gamón con la ilustración que presentó en Teruel. Javier Escriche

Alberto Gamón, ilustrador alcañizano: "La diferencia entre un dibujo y una ilustración es que la segunda debe contarnos una historia"

El artista inspiró en la estética del México del siglo XX su obra 'Pasiones', de la Caja de Arte de la Fundación Amantes
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Alberto Gamón presentó la semana pasada Pasiones, una ilustración que se incorpora a la Caja de Arte con la que la Fundación Amantes celebró el pasado año su 25 aniversario, y que cuenta con piezas de doce destacados artistas contemporáneos turolenses o muy vinculados a Teruel.

-Su obra ‘Pasiones’ de la Caja de Arte de la Fundación Amantes nos habla del amor pasional, pero desde una estética del México de principios del siglo XX... ¿por qué?
-Esta ilustración es original para este proyecto de Leo Tena, hecha a propósito. Pero venía de ilustrar un libro muy importante sobre la Revolución Mexicana -México insurgente de John Reed-, y cuando te metes en un encargo que te lleva meses e incluso años te embebes mucho de su estética, así que me pareció oportuno extenderla.

-En cualquier caso, la ilustración caracteriza perfectamente su estilo habitual...
-En mi caso se unen dos cosas; el gusto por la simplificación geométrica, con líneas rectas y curvas simples que dan mucha potencia; y que exista una narración. Siempre he dicho que la diferencia entre un dibujo y una ilustración reside en que el primero tiene un valor estético que puede ser mejor o peor, pero la segunda, además, te cuenta una historia.

-¿Cuál cuenta ‘Pasiones?
-Tiene una lectura directa y sencilla, no hay que buscar segundas lecturas ni nada por el estilo. Habla de la pasión a través de esa metáfora de entregar tu corazón a la otra persona, que deja de estar en tu pecho para que ella lo sostenga en su mano.

-¿Por qué decidió explotar esos personajes mexicanos y no a Diego e Isabel, que hubiera sido el camino más directo?
-Precisamente por eso. Leo Tena planteo la Caja de Arte como un trabajo cooperativo entre varios artistas que sin embargo no sabíamos lo que iba a hacer los demás. En este sentido me parece una decisión acertada por parte de Leo Tena. Pero al mismo tiempo pensé en evitar los caminos más directos para no caer en posibles duplicidades.

El estilo

-¿Mantiene el estilo que le caracteriza como ilustrador cuando realiza proyectos artísticos personales, que no tienen que ver con encargos editoriales?
-Por suerte todo mi tiempo lo ocupan los encargos. Y en muchas ocasiones hay libros que nacen de una iniciativa propia que tiene que ver con lo que te apetece hacer. Un proyecto de ilustración que desarrollas y, cuando lo tienes maduro, lo intentas vender a un editor. Pero eso no me deja tiempo para dedicarme a proyectos más personales. Con respecto al estilo, intento ser muy fiel a como me gusta trabajar y lo que me apetece hacer. Llevo 25 años en esto y hay una evolución natural en mi forma de ilustrar. Sin ir más lejos hace poco estuve un año entero en Madrid, y visité varias veces el Museo del Prado. Eso para alguien que se dedica a esto es muy pontente, y he comprobado que mi estilo ha perdido un poco de geometricidad y se está volviendo más clásico, seguramente por esa influencia.

-¿Qué proyectos editoriales han surgido por iniciativa suya?
-Una serie de amigos hicimos Ediciones Sinpretensiones, para publicar trabajos que nos gustaban y que una editorial convencional no publicaría por ser arriesgados. Al final creo que son los trabajos que mejor aguantan el peso del tiempo. Ahí he publicado Nada de Nada o Un Perro, con textos de Daniel Nesquens, que fue elegido por Bebelia como uno de los diez mejores libros infantiles ilustrados en 2012.

-¿En qué proyectos anda inmerso actualmente?
-Pues sigo ilustrando libros para adultos, y estoy a punto de emprender el proyecto de ilustrar un clásico, aunque como está todavía muy verde prefieron no adelantar todavía el título. Pero en general sigo ilustrando portadas y páginas interiores de libros. Y últimamente ilustro fajas de libros para la editorial Nórdica.

-¿Fajas de libros? ¿Se refiere a esa tira horizontal de papel que une portada y contraportada?
-Sí, eso es. La faja es importante para el editor de una obra, porque en ella se publicitan los premios que se ha llevado un libro, y facilita su venta. Pero los libreros se quejaban porque es un poco molesta a la hora de colocarlos en los estantes. Así que la opción que tenía el editor de Nórdica era eliminarlas, o darles una vuelta. Y se decidió por lo segundo. La idea es hacer fajas de autor, concebirlas como un artículo más del libro con valor y atractivo en sí mismas. Nórdica no es la única editorial que hace fajas con gusto, pero sí la primera que hace fajas de autor. Se trata de hacer una ilustración que de algún modo interactúe con la portada del propio libro, que cree una superposición de imágenes, al superponer el papel de la faja con la portada, que tenga significado. Me gustan los editores que de un problema saben hacer una virtud.

-Por cierto, su relación con Alcañiz es bien peculiar...
-Bueno, nací en Alcañiz aunque realmente mi familia es de Pina de Ebro (Zaragoza) y siempre he vivido allí. Lo que pasa es que por un vínculo de amistad de mi familia con el ginecólogo de Alcañiz me llevaron allí a nacer. No obstante estoy muy vinculado a la provincia de Teruel, por la que siento mucho cariño y donde suelo impartir talleres para niños. Recientemente estuve en Ariño, de hecho.