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Alfambra se engalanó para celebrar la XIX Encomienda de Montegaudio Alfambra se engalanó para celebrar la XIX Encomienda de Montegaudio
Autoridades y templarios de la Orden de Montegaudio brindando por la nueva Comendadora tras el desfile de hermandades. J.C.E.

Alfambra se engalanó para celebrar la XIX Encomienda de Montegaudio

Los actos templarios completaron una programa cargado de significado
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Los templarios de la Encomienda de Montegaudio hicieron que Alfambra volviera al siglo XII, cuando la figura del rey Alfonso II (hijo de Petronila y Ramón Berenguer IV, y primer rey de Aragón, tras la unión con el condado de Barcelona) se convirtiera en el primer valedor de esta orden e impulsor de los templarios como defensores de la Corona de Aragón y un bastión en la lucha contra los musulmanes.”El objetivo de esta conmemoración es un proyecto que busca implicar a los quintos y crear orgullo de pertenencia. Poner en valor y resaltar los valores de la Encomienda de Montegaudio de Alfambra”, señaló Juanma de León, historiador y mariscal de la Orden Templarios de Hispania, que trabaja también en un proyecto con hispanoamérica, desarrollando la orden del Temple y poniendo en valor la Hispanidad junto a Argentina, México, Peru, la orden templaria de La Plana, la orden templaria de Zaragoza y otros más.

La historia de los templarios en Alfambra sitúa a Ramón Berenguer IV (rey consorte de Aragón) colocando distintas encomiendas con órdenes templarias en diversos puntos de los territorios de Aragón, para defender los puntos frontera del ataque musulmán. Alfambra fue uno de ellos con la Encomienda de Montegaudio y el Castillo de Alfambra (desmantelado tras la unión de España) y que posteriormente sería reutilizado para hacer las casas -con las piedras del castillo- y rentabilizar así su coste.

La tradición templaria en Alfambra festeja este año la XIX edición con un amplio programa de cuatro días de duración. Montaje de haimas, teatro, torneos medievales, exhibiciones de baile, lectura del Romance de La Enterrada, exhibiciones de vuelo de aves rapaces, desfile de las Órdenes Militares, nombramiento del Gran Maestre de la Orden de Montegaudio, almuerzo con migas, espectáculo escénico a cargo de los Titiriteros de Binéfar o el Brindis en honor a la nueva Comendadora y su proclamación. 
 

Torneo medieval celebrado en la plaza de toros, habilitada para la ocasión. J.V.

Este año 22 asociaciones participan en la fiesta, montando cada una su haima y dando colorido, principalmente con jóvenes que desean colaborar con la fiesta y rememorar esta efemérides. “El mayor logro es la participación de toda la gente del pueblo. Existe una relación estrecha durante todo el año, ya que hacemos actividades y estamos en contacto permanente”, afirmó Enrique Gonzalvo, Gran Maestre de la Encomiendo de Montegaudio y presidente de esta hermandad templaria. En una población de casi 500 habitantes, son también 500 los socios que tiene esta asociación, promotora de esta festividad y que, junto al Ayuntamiento de Alfambra y la Comisión de Fiestas, organizan la Encomienda de Montegaudio. En total, más de 1.000 personas asistieron ayer a los actos y festejos, en los que se mezcla la historia y el valor de los alfambrinos con esta tradición festiva, en la que la implicación de los jóvenes en todas las actividades es un hecho. “Queremos continuar resaltando la historia y es muy importante la colaboración de los jóvenes y como cada año se suman nuevos socios en todas las actividades”, puntualizó Juanma de León.

La historia de los templarios también se engrandece con hechos como la adopción por los templarios del que, posteriormente, sería rey de Aragón Jaime I el Conquistador (nieto de Alfonso II), que fue entregado a este colectivo para que lo educaran. Detalle que enorgullece a la orden de los caballeros y damas templarias y dota de importancia su historia y presencia.

Los actos más significativos, ayer, llenaron de público también, todos los rincones y que tras el almuerzo y el desfile, desembocó en el Brindis en honor a a la nueva Comendadora, Brígida Muñoz Villalba, que a sus 82 años estaba bastante emocionada: “Estoy muy feliz en mi pueblo, donde nací y esta fiesta es muy entrañable. Me hace recordar la juventud, a mi familia y al pueblo en el que crecí y aquí me quedaré”, argumentó. El ambiente medieval se respiraba desde primera hora, cuando poco a poco se iban acercando las hermandades templarias a recoger su plato de migas y su vino para coger fuerzas de cara a los actos del día.
 

Rosa Maicas y Juanma de León, de Grehiza y templarios de Montegaudio.  J.C.E.

En la fiesta, además de los propios participantes y originarios de Alfambra, también disfrutaron de la historia amigos y allegados. “Esto está muy bien. Está increíble. La vestimenta me parece perfecta y los actos muy identificativos”, dijo Zaira Parra (Valencia), muy involucrada en los actos y con la temática. “Es la primera vez que vengo. Nos ha invitado una amiga a pasar el fin de semana para la desconexión y por el ambiente”, añadió con pasión y cogiendo el estandarte de oficios de los carpinteros. También de Castellón, Zaragoza, Barcelona, Tarragona, Guadalajara, Madrid. “Está fenomenal. Participa mucha gente y no solo de aquí. Vivimos en Mora de Rubielos, pero mi marido es de aquí y mi hijo está participando”, explicó Pilar Vivas, muy emocionada.

Entre los foráneos, también se encontraban algunas autoridades, como la delegada del Gobierno de Aragón en Teruel, Rosa Sánchez, o la diputada Provincial, Beatriz Redón, que también tiene pasado alfambrino por su vinculación laboral durante varios años en esta localidad.

Para la realización de la festividad de la Encomienda de Montegaudio de Alfambra, que ya fue declarada fiesta de Interés Turístico en Aragón en 2014, el Ayuntamiento cuenta con una aportación de la Comarca Comunidad de Teruel (3.000 euros), pero además, el empresario Torres Villamón aporta el abastecimiento de la fiesta, con bebidas y comida para los componentes de las haimas y para los puntos comunes. “Apostamos por mover la fiesta e identificarnos con el pueblo, además de comer y beber bien”, detalló José Torres. En esa misma línea de colaboración, también están aportando recursos para “apoyar todo lo que se haga de forma local”, argumentó el empresario.

Tras el Brindis y el espectáculo de Artes Escénicas de los Titiriteros de Binéfar, los alfambrinos, las órdenes templarias y visitantes que se unieron, degustaron una comida popular con alrededor de 300 comensales en la Taberna y otros 400 socios distribuidos en sus haimas, con un menú compuesto de Alubias con chorizo, Costilla asada con patatas y postres surtidos. Para los pequeños, también se ofreció comida infantil (Macarrones a la boloñesa y helado).

Uno de los atractivos vespertino fue el Torneo de Morra, organizado en la Haima del Temple, en el que los más sagaces y astutos jugadores disfrutaron de los envites y contras. Y para finalizar la jornada, en el Castillo, la Orden de Calatrava procedió al Encendido de tederos, dando paso posteriormente al desfile de Órdenes Militares con antorchas, para llegar al Castillo y dar lectura al Fuero de Alfambra, por la nueva Comendadora, Brígida Muñoz. La fiesta continúa también hoy y se cierra con la Tala del Chopo.
 

Los Titiriteros de Binéfar amenizaron el desfile y el espectáculo de artes escénicas.  J.C.E.

Futuro

La Encomienda de Montegaudio no se detiene y para el próximo año ya están preparando novedades y una conmemoración especial por las XX ediciones, ya que, aunque hace más de veinte años que se viene realizando esta fiesta, no se contabilizan todas debido a la pandemia. Dos ediciones “fueron virtuales”, matizó Enrique Gonzalvo.

Otra de las pretensiones es ampliar el espectro de gremios, pues solamente son tres los que intervienen en este momento en la fiesta (carpinteros, herreros y alquimistas) y “el objetivo es crear más oficios para dar mayor visibilidad a la fiesta”, apuntó Borja Fabre, templario de la Orden de Santiago. En esa misma dirección, también quieren sumar nuevas asociaciones y haimas, cuestión ya avanzada pues “ya tenemos tres nuevas asociaciones que quieren participar”, añadió Enrique Gonzalvo y que se suman a las dos que han tenido actividad desde la presentación de esta edición. La colaboración templaria es abundante, ya que muchas asociaciones, de reciente creación, acuden para reivindicar este legado.

Originalidad

La novedad de la jornada estuvo a cargo de Enrique Gonzalvo, Gran Maestre de la Orden de Montegaudio y presidente de esta asociación, que para esta ocasión y en honor a la nueva Comendadora, Brígida Muñoz, compuso la letra y música de lo que será, a modo de himno, la tonadilla de la Encomienda de Montegaudio. “Quería darle una sorpresa a Brígida por ser la nueva Comendadora”, indicó el autor.

‘Por los campos de Alfambra cabalgaba don Rodrigo’, relata la copla. ‘El castillo tiembla... y la Comendadora firme en su asiento, juró resistir hasta el último aliento’. Y que finaliza con un brindis: ‘Alzaba su copa de espuma repleta, gritando a los cielos: ¡Honor y cerveza!’. Viva la Comendadora, Viva Alfambra
 

Proclamación de la Comendadora, Brígida Muñoz. Jesús Villamón

Historia ampliada

La Encomienda de Montegaudio para celebrar la presencia de los templarios en Alfambra tiene cada vez más arraigo y año tras año se van sumando nuevas órdenes que dan realce a la fiesta y añaden historia a la tradición. En este XIX aniversario han sido 22 las haimas y asociaciones participantes, como la Orden de Santiago; la Orden de los Caballeros y Damas del Grial de Alcalaten, que ya cumplen más de una década en Alfambra aportando su hidalguía; la Orden de Calatrava; la Orden del Temple, entre otras, y que dan cada vez mayor visibilidad a los caballeros templarios, que fueron defensores y baluarte del Reino de Aragón.

Asociaciones y hermandades que se documentan para fidelizar la historia y recuperar valores, en los que el honor y el compañerismo son piezas inamovibles. A ellos también se sumo hace algunos años Grehiza (Grupo de recreaciones históricas de Zaragoza), que promueve eventos de recreación con talleres y actividades conmemorativas y representativas de la historia templaria.”Acudir a eventos donde nos invitan, participando para dar colorido”, apuntó Rosa Maicas, presidenta de Grehiza. Cada año este colectivo participa en más de 25 actos, en los que la Cruz patada es el símbolo y estandarte de los templarios aragoneses.

La fiesta no solamente es conmemorativa sino que también busca recuperar la historia. Pero en cada conmemoración siempre hay un momento para la emoción y el sentimiento. “Es muy especial el acto de nombramientos. Esta es una fiesta muy bonita y lo que más nos gusta es la hermandad y el trato”, indicó Juanjo Vilar, Maestre de la Orden de los Caballeros y Damas del Grial de Alcalaten.

La historia de los templarios en Aragón y, sobre todo, en Teruel tiene su base en ser un dique de contención y frontera de la ocupación musulmana, y tras conquistar palmo a palmo los territorios de la Corona de Aragón y Navarra y la posterior recuperación de los mismos, en la que participaron los caballeros templarios.