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Alfonso Félez, técnico de sonido e iluminación de Audiopro Mudéjar: “Me temo que si trabajamos en noviembre podremos darnos con un canto” Alfonso Félez, técnico de sonido e iluminación de Audiopro Mudéjar: “Me temo que si trabajamos en noviembre podremos darnos con un canto”
Alfonso Félez, antes de empezar un ‘bolo’ en Escucha

Alfonso Félez, técnico de sonido e iluminación de Audiopro Mudéjar: “Me temo que si trabajamos en noviembre podremos darnos con un canto”

El colectivo de los técnicos de sonido lleva dos meses sin ingresos y se enfrenta a un futuro incierto y pesimista
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El alcorisano Alfonso Félez es propietario, junto a su socio Ignacio Hernández, de la empresa AudioPro Mudéjar, dedicada a la iluminación, la proyección y el sonido de espectáculos y conciertos por todo Aragón, desde las Fiestas de Alcorisa hasta las Bodas de Isabel, pasando por la Fiesta de la Pirotecnia de Pinto. Como todos los técnicos de sonidos, su agenda laboral se ha quedado en blanco durante todo el verano, que es cuando más faena tenía, se siente desasistido y no tiene ni idea de cuándo volverá a tener ingresos. 

-¿Cuántos ‘bolos’ se le han cancelado desde que comenzó el confinamiento?

-Nada más empezar el confinamiento se suspendieron 30 fechas de golpe, y a día de hoy tengo 60 eventos que se han caído. Tengo un técnico en plantilla, al que he tenido que hacerle un ERTE. 

-¿Hasta qué fecha se prolongan las suspensiones por el momento?

-Hasta la tercera semana de julio, aunque me temo que se suspenderán muchas más cosas durante el verano, en agosto y quién sabe hasta cuando. Lo que ocurre es que muchos de esos eventos tienen contratos comprometidos y no pueden cancelarlos todavía porque no pueden arriesgarse a tener que indemnizar. Conforme avance el tiempo, si llegan instrucciones del Gobierno para que esas citas no se celebren también se irán cancelando, porque será por fuerza mayor. Y si se empieza a levantar el confinamiento con medidas especiales de aforo también, porque habrá muchos festivales que no podrán llegar. 

-¿Por qué?

-Porque a muchos de ellos les viene justo para cubrir gastos contando con el 100% de su aforo, así que si se ven limitados al 30%, al 50% o al 70% de su aforo previsto será imposible que les salgan las cuentas. 

-Y estamos hablando de la época de máximos para ustedes, los técnicos de sonido e iluminación...

-Solo durante el mes de agosto del año pasado yo tuve 50 bolos, doblando algunos días. Para nosotros el grueso de los ingresos llegan a partir de primavera, con Semana Santa y los carnavales, y para el Pilar ya está prácticamente todo el pescado vendido. Y ahora mismo nos tememos que será hasta octubre hasta cuando dure el problema como mínimo. Si empezamos a trabajar algo en noviembre nos podremos dar con un canto en los dientes.

-¿Entre noviembre y diciembre podrán cubrir gastos de todo el año?

-No. Lo normal en esos meses es que sean trabajos en sala, baratos y escasos. Y tenemos que seguir pagando gastos y renovando equipos. Me veo que tendremos que empezar a trabajar entonces y además al 200%, trabajando el doble y cobrando la mitad para poder recuperarnos. 

-¿Pertenece a alguna asociación del ramo?

-Ahora mismo estamos creando una plataforma a nivel de Aragón que quiere pelear porque somos un sector que no tiene convenio específico, donde no te computan las horas que realmente se trabajan. La gente no entiende a veces que para ver un concierto un técnico tiene que hacer doce o quince horas seguidas, porque si no habría que duplicar personal  precios, y mucha gente no lo quiere pagar. En otros países el sector está más regulado, pero aquí no, aquí estamos bajo una legislación genérica que nos engloba en el sector del metal, ni siquiera en el de los espectáculos... 

-Es decir, que la situación de los técnicos de sonido e iluminación previa a la pandemia tampoco era la mejor de las posibles...

-Personalmente considero que estamos bastante abandonados. Otro debate es si somos cultura o no. Yo personalmente opino que no, que somos servicios que atendemos a la cultura, que no es lo mismo. Es como considerar a la imprenta un gremio cultural porque imprime libros. Pero tendrían que prestarnos más atención. Hay mucha gente sufriendo los efectos de la pandemia, pero nosotros lo estamos haciendo de lleno y no tenemos otras opciones. Somos los primeros que tuvimos que parar y los últimos que podremos arrancar, no porque no nos lo permitan, sino porque muchos de nuestros clientes no podrán poner las medidas de seguridad que se les exigirá, y por tanto seguirán suspendiéndose actos incluso cuando ya estén autorizados. 

-Teóricamente ya se pueden celebrar actos culturales en la fase 1, fuera de bibliotecas y museos, a un 30% del aforo, con máximos de 30 o 200 personas según sea en un espacio cerrado o abierto, y cumpliendo ciertas medidas higiénico-sanitarias...

-Pero es lo que te digo... nadie va a organizar nada en esas condiciones. Y entre el público potencial también existe miedo a acudir a actos. 

-Algunas organizaciones de técnicos de sonido han criticado el paquete de medidas anunciadas por el Gobierno el 5 de mayo para paliar la situación en el sector del espectáculo, por considerarse ninguneados. ¿Qué medidas no adoptadas cree que le vendrían bien al sector?

-La única solución que yo veo es que igual que voy a estar varios meses sin ingresos, al menos se paralizaran también los gastos, los alquileres de naves, los seguros, las letras... Yo no digo que sea fácil, de hecho es muy difícil encontrar una solución para todos, pero es que así no vamos a poder sobrevivir. No tengo la solución, pero las que hay sobre la mesa nos dejan desamparados y abocados al cierre.

-¿Qué ingresos alternativos puede obtener?

-Prácticamente nulos. Yo estoy ofreciendo a mis clientes vídeos para sus redes sociales, pero no suelen representar ningún ingreso, porque, ¿qué les vas a cobrar, si ellos están en la misma situación? Prácticamente son para que los clientes se acuerden de ti y no perderlos.