Síguenos
Alfredo Pérez-Rueda, profesor del departamento de Dirección y Organización de Empresas de Unizar: “Todos nosotros usamos dispositivos de inteligencia artificial todos los días” Alfredo Pérez-Rueda, profesor del departamento de Dirección y Organización de Empresas de Unizar: “Todos nosotros usamos dispositivos de inteligencia artificial todos los días”
Imagen del profesor Alfredo Pérez-Rueda

Alfredo Pérez-Rueda, profesor del departamento de Dirección y Organización de Empresas de Unizar: “Todos nosotros usamos dispositivos de inteligencia artificial todos los días”

El profesor participó en un Congreso para analizar el papel que juegan los algoritmos en marketing
banner click 244 banner 244

cAlfredo Pérez-Rueda es profesor del Departamento de Dirección y Organización de Empresas de la UZ y miembro del grupo de investigación Método, especializado en comportamiento del consumidor, y hasta el pasado curso trabajó en el Campus de Teruel. Como especialista en el campo de la neurociencia y la Inteligencia Artificial (IA) en el marketing, a primeros de mes participó en el Congreso de IA e Industria 4.0 que se celebró en Huesca. 

-¿Qué aplicaciones tiene la IA en el comercio?

-Incide radicalmente en todos los servicios que consumimos. Es un área estratégica de primer orden y las máquinas pueden transformar y de hecho están transformando todo lo que tiene que ver con logística, marketing y consumo. 

-¿En qué ambitos esto es ya una realidad y no un futurible?

-Mucha gente no sabe que ya está utilizando la inteligencia artificial (IA), desde aplicaciones como Google Maps hasta banca online. Muchas operaciones bancarias que se realizan vienen dadas por la IA, que es capaz de cotejar muchos datos de forma muy eficiente. Todos los buscadores de internet que empleamos o aplicaciones cotidianas como Instagram tienen una base de IA, de un algoritmo que analiza patrones y que nos sugiere amigos y personas a las que seguir en función de nuestra actividad. En realidad ya estamos rodeados de IA, como herramientas que ayudan al ser humano. 

-¿Hacia dónde se dirige principalmente la investigación sobre IA en la actualidad?

-A la combinación de algoritmos con el propósito de que tengan algunas de las capacidades típicamente humanas, sobre todo la de aprender y la empatizar. Y por supuesto desarrollar robots que puedan realizar una serie de trabajos. A raíz de la Covid-19 ya existen robots que son capaces de medir la temperatura en las instalaciones deportivas y velar por la aplicación de los protocolos de seguridad. 

-¿Es realmente posible que una IA pueda empatizar como lo haría un humano?

-Aún estamos lejos, pero es verdad que en 2014 una IA fue capaz de superar por primera vez el Test de Turing, en el que un humano fue incapaz de distinguirla de otro humano en una conversación de chat. Lo difícil del asunto es que es un campo todavía muy desconocido, pero no sabemos donde está el final. 

-¿Existen IA capaces de crear arte?

-Se están alcanzando ciertas cotas. Ya hay IA capaces de componer música, si bien es verdad que lo hacen siguiendo patrones matemáticos. Lo cierto es que en la creación artística intervienen factores como la inspiración o los sentimientos, que por el momento ninguna IA es capaz de replicar. 

-¿De qué se trató en el Congreso de IA e Industria 4.0 de Huesca?

-No era un congreso propiamente de ingenieros, que hablaran sobre el desarrollo de IA, sino que reunió una serie de expertos de varios países, de forma online, intentando averiguar sobre todo la percepción que tienen los consumidores de las IA... ¿Qué ocurre con los desarrollos que ya se están utilizando, cómo influyen en la toma de decisiones, como están funcionando los Robo-Advisors, que son herramientas que nos dicen qué tenemos que hacer con el dinero del banco, por ejemplo, analizando miles de datos por nosotros... 

-¿La percepción es buena?

-La gente joven conoce mejor estos asuntos, está más acostumbrada a ellos y por lo tanto los acepta mejor que los mayores.

-¿Compensa que una IA nos aconseje un restaurante, un destino turístico, un amigo en las redes sociales o dónde invertir nuestro dinero, a cambio de proporcionarle mucha información íntima y privada?

-La IA es como un cuchillo, una herramienta que se puede utilizar para cortar pan pero también para cometer un asesinato. El problema de la intrusividad en la publicidad es que en lugar de recopilar información para darnos información de valor que nos ayude, a veces se usa para intentar que lo compremos todo. Esto es un mal uso por parte de las empresas. De todos modos si yo uso una aplicación de geolocalización debo saber que tengo que darle permiso para que sepa dónde estoy, pero no para ver mis fotos, por ejemplo. Debemos cotejar qué información nos pide y qué servicio nos va a proporcinar. 

-Hay temer de algún modo a la distopía clásica de la IA que se rebela contra los humanos?

-La comunicidad científica está dividida a ese respecto. Hay quien defiende que la IA transformará el mundo que conocermos para mejor, y nos permitirá hacer cosas de forma más eficiente. Y hay quien se posiciona a la defensiva porque opina que una IA avanzada puede decidir un día que el humano es peligroso para ella. En todo caso, a corto plazo estamos mucho más cerca de lo primero que de lo segundo. 

-¿Qué nos ofrecerá la IA en un futuro más o menos lejano?

-Podemos imaginar casi cualquier cosa. Androides trabajando en todo el sector servicios, turismo, en hospitales, evitando que los humanos nos expongamos a peligros... En Japón, donde quizá por un factor cultural son mucho más fans de los robots, ya los están usando en hoteles, y el campo que se abre es infinito.