Alicia Orozco, actriz: "Todavía quedan directores de los que piensan que cuanto más gritan, más se les respeta"
Orozco, participante en el Desafío Buñuel, lleva casi 70 años subiéndose a los escenariosTras dar vida a Sor Bernarda en el Musical La llamada durante los últimos años y participar en rodajes como el de la serie de TV Hit, Alicia Orozco recala en Teruel para participar en el equipo del Desafío Buñuel que está rodando el cortometraje La señora.
-Va a estar a las órdenes de Sofía Corral, que es guionista, escritora y muy joven.
-Me ha gustado muchísimo todo el equipo con el que estoy, porque es gente joven y muy talentosa. Da gusto trabajar con gente joven porque son otra historia, tienen muchísimo talento y trabajan con alegría. Hay muchos directores que se han quedado muy rancios, ya no digo en la manera de hacer cine sino en el trato personal, que son muy dictadores y piensan que cuanto más gritas más te respetan.
-¿Eso de los directores gritones, autoritarios y caprichosos es algo más que un tópico? ¿Todavía quedan?
-Quedan, quedan, pero cada vez menos. Pero eso también pasa con los actores, que todavía los hay que son muy divos y muy divas... Yo creo que todo eso no es necesario. Para mí ser actriz, desde que empecé, ha sido ir a currar, sin más. Y si trabajas en algo que te gusta deberías ser alguien alegre. Cuando veo a otras personas que se dedican a otros oficios y están amargados, pienso que tiene que ser terrible estar toda la vida haciendo algo que no te gusta.
-Usted es actriz por pasión, y desde hace unos cuantos años...
-Yo empecé con seis años, que estaba yo en un plató y en el de al lado Joselito. Comencé en esto porque me llevaron a unas pruebas para una película, que eso en los años 50 era todo un acontecimiento. Me cogieron, y a partir de ahí empecé a hacer mucho teatro y anuncios para televisión, que entonces eran en directo.
-¿Anuncios en directo?
-¡Claro, y la tele era en blanco y negro, que ya tengo 73 años! (Risas). Me llevaban cada domingo a los estudios de Televisión Española, a las ocho de la tarde, y hacíamos un anuncio en directo de un detergente, en el que una actriz muy conocida entonces hacía de mi madre y yo salía con una batita del cole. No existía vídeo ni edición ni nada de eso, yo hacía este anuncio del detergente y otros actores hacían otros, y si te equivocabas, pues te equivocabas. La verdad es que todas estas historias ahora suenan a ciencia ficción, y hacer esto con seis años suena a explotación infantil, pero yo lo hacía feliz y porque quería. Iba al colegio mientras trabajaba, y si después tenía que tomar clases particulares pues las tomaba.
-Entre cine, teatro y televisión, ¿con qué se queda?
-Cuando hago teatro digo que el teatro es lo mejor del mundo, pero cuando hago televisión o cine me pasa lo mismo. Me gusta todo, y aunque a veces suele decirse que los actores prefieren el teatro, lo cierto es que es más duro porque cada día empieza otra vez la función, y si la pifias la pifias.
Formatos
-¿Conocía un formato parecido a Desafío Buñuel?
-No tan profesional ni con tanta gente en los equipos. Hace once años hicimos algo parecido, porque colaboré con un director en un proyecto en el que teníamos que rodar un corto un viernes y el domingo se proyectaba, con un personaje que tengo en internet, Hortensia Vidal, que es una mujer como muy loca. Y ganó muchos premios, por México, Chile... Pero era muy diferente a esto.
-Suena a locura lo de trabajar con tan poco tiempo...
-Pero el papel que hago yo, aunque no quiero desvelar nada, no es demasiado grande, ¿eh? Lo podría haber hecho cualquiera, pero estoy encantada de que me hayan llamado porque me da la oportunidad de participar en este Desafío Buñuel y de paso conocer Teruel, que me ha parecido maravillosa, y que pienso visitar con más tiempo.
-¿Qué se puede contar de 'La señora'? ¿Qué historia van a contar?
-Me encanta, y es surrealismo puro y duro. Pero no en plan de locura sin ton ni son, porque una película puede ser tranquila y surrealista al mismo tiempo.
-¿Le gusta el formato del cortometraje?
-Mucho. Hay cantidad de cortometrajes que por guión, por montaje y por calidad son mucho mejores que muchos largometrajes de los que se ven en el cine, que hasta por su factura a veces parece que están hechos en serie o que sean la misma película. Van todos por modas, y el cine debería ser creatividad, no modas. En España se empieza a valorar cada vez más el corto, pero aún queda mucho porque no es fácil ver cortometrajes. Los que pasaron el miércoles en la Fundación Amantes del Desafío Buñuel México, por ejemplo, eran excepcionales. El corto es capaz de concentrar una gran historia en muy pocos minutos. Hay largos que, después de verlos durante dos horas, piensas: '¿era necesario?'.
-¿Se hace buen cine en España?
-Se hace buen cine, claro que se hace buen cine, pero ahora se ha optado por la cosa de la comedia, como si hacer reír fuera una cosa fácil, y hay demasiadas comedias muy parecidas y con un humor bastante burdo, en plan sal gorda, por lo menos en mi opinión. Y con unos presupuestos brutales. Un montón de dinero, mucho del cual se va en la promoción y la publicidad de la película, mientras a la actriz le regatean cincuenta euros.