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Antonio Cabanas, egiptólogo y escritor: Antonio Cabanas, egiptólogo y escritor:
Antonio Cabanas, en la Feria del Libro de Teruel

Antonio Cabanas, egiptólogo y escritor: "Conozcas o no conozcas su historia, es imposible visitar Egipto y que no te guste"

El escritor presentó en Teruel 'El sueño de Tutankhamón', su décima novela ambientada en el mundo de los faraones
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Antonio Cabanas (Las Palmas, 1966) es egiptólogo y autor de diez novelas ambientadas en el Antiguo Egipto. Este domingo presentó en la Feria del Libro y el Cómic de Teruel la última de ellas, El sueño de Tutankhamón (Ediciones B), donde se recrea la vida de uno de los faraones más famosos pero, probablemente, más infelices también.

-¿Qué historia narra su última novela?
-Tutankhamón narra su propia historia en un diálogo con un personaje completamente antagónico, un humilde pescador muy pobre, que por determinadas circunstancias se convierte en casi un hermano del faraón. Narra cómo pudo ser realmente Tutankhamón, porque sigue siendo un misterio. En su tumba se encontraron 5398 objetos, pero entre ellos no hay un solo documento o papiro que explique cómo era realmente, cómo vivió o cuáles eran sus aficiones.

-¿Predomina la ficción o los datos históricos?
-Obviamente se fabula, porque para eso es una novela histórica, pero he investigado a través de todo lo que se conoce sobre Tutankhamón para ofrecer un relato veraz y tan aproximado a la historia como yo creo que pudo ser. Pero en mis novelas siempre tienen más peso las personas. Yo estudié egiptología, soy un apasionado del tema y estoy allí cada dos por tres, y me gusta plasmarlo a través de la novela en términos de cómo fue esa sociedad, de cómo vivía la gente, cómo amaban, qué oficios existían, su religiosidad, importantísima entonces en una cultura que tenía 2.000 dioses y en la que todo tenía que ver con la magia...

-¿Qué se sabe realmente de Tutankhamón?
-Llegó al poder con 8 y murió con 18. Fue un rey títere, manejado por dos estadistas enormes, el general Horemheb y el visir Ay, que llegaron a ser faraones los dos. Llegó en un momento en el que Egipto estaba en la ruina absoluta, tras el reinado de su padre Akhenatón, cuya política dejó el país sumido en el caos. Debió de tener una relación muy compleja con su padre y sobre todo con su madrastra, Nefertiti, una gran estadista pero una mujer terrible.

Gobierno en la sombra

-¿Terrible en qué sentido?
-Tuvo un carácter muy duro. Gobernó en la sombra, primero como corregente con Akhenatón y después como Semenejkara, el faraón perdido que no se encuentra por ningún lado, según algunas teorías con las que coincido. Todas estas historias se cuentan al lector pero no como si fuera un libro de texto, sino a través de una conversación entre un pobre pescador y el faraón, dos formas de ver la vida y el Estado completamente diferentes.

-¿El libro habla de la popular tumba de Tutankhamón?
-De ella y de los constructores de tumbas. Yo soy de la corriente de opinión de Nicholas Reeves, según la cual hay un gran misterio que envuelve a esa tumba. Realmente es muy pequeña, impropia de un faraón, y es posible que no sea sino una cámara de otra tumba que está tapiada en el muro norte, y donde podría estar enterrada Nefertiti. Se han realizado estudios a través de unos escáneres que desvelaban que bajo las pinturas y enlucido de la pared había mampostería y dinteles de puertas. Después a través de tomografías y georadar, utilizando las últimas tecnologías en este tipo de investigación, se ha descubierto que hay oquedades y pasillos más allá de esa mampostería.

-Eso está todavía por descubrir...
-Claro, pero a ver quien tira esa pared, que está llena de relieves de hace 3.000 años. Antes o después la verdad acabará saliendo a la luz, igual que la cámara que se ha descubierto en la Gran Pirámide, gracias al bombardeo de muones.

-Ponerse en el pellejo de Tutankhamón para convertirlo en un personaje es una gran responsabilidad...
-Lo es, y desde luego tienes que derrochar rigor al  hacerlo, pero no hay que olvidar que hablamos de novela, y eso me permite trasladar ese personaje al lector con ciertas alegrías... está claro que sin aventurar cosas que no sean verosímiles o posibles. Pero sabemos lo suficiente sobre cómo era la sociedad egipcia.Y en cualquier caso, Tutankhamón no es el protagonista de la novela.

-¿No?
-En realidad no. En mis novelas los protagonistas siempre son personas del pueblo. En este caso el auténtico protagonista es el pescador que hace de interlocutor, y que tiene una vida plagada de misterios, no tiene claro de donde viene ni quienes son sus padres, y además tiene un don muy apreciado en Egipto, y es que atrae a las cobras, un animal temido pero también sagrado, porque representa a la diosa Uadyet. De ahí nacerá su relación con el faraón, que tenía terror a las cobras.

-¿Qué tiene la egiptología, que jamás pasa de moda ni deja de generar libros o películas?
-Pura magia. Es un país que, al margen de que entiendas o no de egiptología, es imposible que no te guste. Te deja asombrado por todo lo que ves. Y además de ser tremendamente monumental, todo en Egipto está envuelto en el misterio, y no dejas de tener la sensación de que aún quedan muchos por desvelar. Se estima que todos los hallazgos que se han hecho representan el 30% de lo que hay... el otro 70% de los misterios están aún por descubrir.