Antonio Palomo, gerente de la división de porcino de ADM y profesor asociado de veterinaria en la UCM: “Los protocolos de bioseguridad frente al virus PRRS son muy estrictos pero no los cumplimos”
Es la enfermedad que causa más pérdidas en el sector porcino aunque no limita el tránsito ni las exportacionesLas empresas tractoras del Jamón de Teruel requieren un plan estratégico para el porcino
Rincón destaca el impulso del sector porcino en el medio rural turolense
El gerente de la división de Porcino de la multinacional estadounidense Archer Daniels Midland (ADM) y profesor asociado de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Antonio Palomo, explicó recientemente en Teruel que está resultando “muy complejo” erradicar el virus del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS), la enfermedad que más pérdidas económicas produce en el sector a nivel mundial, a pesar de que existen unos protocolos de bioseguridad muy estrictos, por lo que invitó a “reflexionar” sobre su cumplimiento.
Palomo participó en la mesa redonda sobre bioseguridad en las granjas porcinas para enfrentarse al PRRS dentro de las Jornadas Técnicas del Porcino de Teruel organizadas por la Asociación de Veterinarios de Aragón (AVPA) en colaboración con el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Jamón y Paleta de Teruel y de la Indicación Geográfica Protegida Cerdo de Teruel que se celebraron el jueves pasado en el salón de actos de la sede territorial del Gobierno de Aragón.
-¿Qué incidencia tiene el virus PRRS en el sector porcino?
-Es el virus que más impacto económico negativo está teniendo sobre la producción mundial de porcino. De los cuatro primeros productores -China, Estados Unidos, Brasil y España, por este orden-, sólo Brasil está teóricamente exento, mientras que en España tenemos cepas de altísima virulencia.
-¿Qué problemas ocasiona esta enfermedad?
-Básicamente, pérdidas de producción derivadas de la mortalidad de los lechones, los engordes y las cerdas y un montón de problemas reproductivos, como abortos, nacidos muertos... En Estados Unidos se estiman unas pérdidas reales de 1.200 millones de dólares y aquí en Europa la cifra es muy parecida. La situación se agrava en España porque aquí tenemos cepas de alta virulencia como Rosalía y otras que se han recombinado de lechones que han venido de Holanda. Esas cepas son más patógenas y además nuestro sistema de producción favorece la diseminación de los virus dado que tenemos muchas granjas más grandes.
-¿Y cómo se está combatiendo este virus?
-No es un virus nuevo, llevamos 35 años con él. En estos años, en España hemos sido capaces de erradicar la peste porcina africana y clásica, el virus Aujeszky y la fiebre aftosa con vacunas y con programas de control y erradicación, pero con este nos está resultando más complejo. No somos capaces con medios vacunales de pararlo o de crear una inmunidad suficiente y tampoco tenemos tratamientos. El virus PRRS nos ha cambiado el paradigma de la sanidad de las granjas y este es el siglo de la bioseguridad.
-Entonces, ¿es la bioseguridad la única medida que pueden tomar los ganaderos?
-La bioseguridad es la medida más importante que tenemos para evitar que el virus entre en las granjas y para que, si entra, podamos mantenerlas estables y que no nos cause un impacto económico. Casi todos sabemos lo que hay que hacer en esta materia pero yo me pregunto: ¿Podemos hacerlo? ¿Lo hacemos siempre? ¿Tenemos lagunas? ¿Estamos suficientemente concienciados todos, ganaderos, veterinarios y trabajadores de granja?
-¿Y cuáles son las respuestas a esas preguntas?
-Una primera reflexión es que hay que conocer bien la biología del cerdo para poder hacer una buena bioseguridad. Y una segunda, y también muy importante, es si cumplimos sistemáticamente con todas las medidas de bioseguridad porque, con que falles un día, ya está.
-¿Está el sector suficientemente concienciado?
-Esa es la pregunta que debemos hacernos porque, aunque el virus PRRS no está en la lista de enfermedades que limitan el tránsito y las exportaciones, nos seguirá causando un impacto económico negativo si no extremamos esas medidas de bioseguridad. Aunque el cerdo tiene unos precios razonables y, a pesar de todo ganamos dinero, no podemos mantener la producción porcina con un virus de estas características. Las empresas tenemos unos protocolos de bioseguridad muy estrictos pero, ¿se cumplen de verdad? En la práctica, la respuesta es que no.
-¿Es necesario reforzarlos?
-Avanzamos cada día. En las jornadas técnicas presenté trabajos que han salido en Estados Unidos en julio, agosto y principios de septiembre. Cada vez conocemos mejor cómo se transmite y que, además de por vía aérea, también lo hace por el agua y que el virus puede inactivarse lavando con agua caliente. Mi objetivo es hacer reflexionar al sector sobre si hacemos todo lo que decimos sobre bioseguridad.
