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Belén Ibarra, escritora: “A nadie le gusta que un libro trate de adoctrinarle, y menos todavía a un niño” Belén Ibarra, escritora: “A nadie le gusta que un libro trate de adoctrinarle, y menos todavía a un niño”
Belén Ibarra acaba de publicar su segunda novela con Comuniter

Belén Ibarra, escritora: “A nadie le gusta que un libro trate de adoctrinarle, y menos todavía a un niño”

La autora zaragozana afincada en Teruel da continuidad a su saga de aventuras con ‘Diferentes’ (Comuniter)
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Seis años después de Más allá de la luz (Comuniter) Belén Ibarra (Zaragoza, 1966), afincada en Teruel desde hace años, acaba de publicar en el mismo sello Diferentes, que continúa la saga titulada Guardianes del olvido. Ibarra mezcla el  mundo real y la fantasía en un libro de aventuras que va más allá, y que a pesar de estar concebido para público adolescente cuenta cada vez con más lectores adultos. 

-¿Hasta qué punto ‘Diferentes’ es una continuación de ‘Más allá de la luz’?

-Forma parte de la saga, con los mismos protagonistas, más mayores, y se incorporan nuevas personas al grupo con valores y conflictos bastante importantes. Pero por otro lado es una aventura independiente que puede leerse y entenderse sin conocer Más allá de la luz. 

-¿’Diferentes’ en qué sentido?

-En muchísimos. En el libro es muy importante ese fenómeno de la popularidad tan importante para los jóvenes, de la integración en un grupo, de tener muchos seguidores en Instagram, y frente a eso tienes a muchos que actúan diferente, que ponen su honestidad por encima de pertenecer a ese otro grupo. Y además la novela plantea la conexión de este mundo real con otro mundo fantástico, poblado por criaturas mitológicas, por bestias que son diferentes a los humanos y por eso han sido siempre temidas, lo que les ha obligado a tener su civilización al margen del hombre. Eso les hace ser diferentes, igual que aquellos que se obstinan en no seguir la corriente de lo que se considera predominante. 

-¿Es ese el tema principal de la novela

-Es uno de los temas importantes, la pertenencia o no a los grandes grupos. Y cómo la diferencia puede ser precisamente lo que nos una, porque es lo que hace de nexo de unión entre esas criaturas. Pero otros temas son el respeto, la tolerancia, y también el miedo y el poder que tiene, que es uno de los asuntos que más me preocupa. 

-¿El miedo entendido negativamente? Porque también es una sensación que nos mantiene con vida...

-Tienes razón, pero yo hablo del miedo como un límite que nos autoimponemos a la hora de conseguir lo que nos proponemos, y que nos hace susceptibles de ser manipulados por quienes saben que lo sentimos. 

-El mundo fantástico que recreaba en ‘Más allá de la luz’ estaba poblado por una serie de criaturas y bestias clásicas, bien conocidas por todos. ¿Es el mismo en ‘Diferentes’?

-Sí, así es. La mayor diferencia en este sentido es que en la primera novela el nexo de unión entre los dos mundos era el maravilloso monasterio de San Juan de la Peña, y ahora nos trasladamos a otro lugar emblemático de Aragón, el monasterio de San Victorián, en Los Molinos (Huesca). Elegí el lugar porque es especial y tiene una energía especial. Para hacer esta novela realicé cuatro viajes a San Victorián y es fácil contagiarte de la magia que tiene su ubicación. Aunque cuando yo lo visité estaba en ruinas, no se encontraba en su estado actual de restauración.

-¿Cuál es su lector objetivo?

-Me resulta difícil encasillar al lector. Pero bueno, digamos que es una novela escrita para jóvenes a partir de doce años, o antes, si se es un lector con cierta madurez... Pero también lo han leído adultos que lo han encontrado un buen libro de aventuras.

-¿Es cierto eso de que es más difícil escribir para jóvenes que para adultos?

-Creo que tienes que tener muy presente en la cabeza que vas a usar un lenguaje determinado, muy claro, sencillo y no enrevesado. Pero eso, que es fundamental para el público joven, creo que también es esencial para el público adulto. Y solo es una guía, no una limitación. 

-La literatura juvenil cae con facilidad en el lenguaje simplón o en la moralina barata...

-A todos nos sabe mal que nos adoctrinen, y más a los niños, que no son tontos. Por eso creo que los valores de los que hablas en una novela, y yo lo hago, tienen que incluirse en la historia, en el comportamiento de los personajes. El lector es inteligente con independencia de su edad y ha de emitir sus propios juicios. 

-¿Qué evolución supone ‘Diferentes’ con respecto a su primera novela?

-Quiero pensar que se observa una evolución en cuento a estilo. Para mí es muy importante, una obsesión, escribir bien, y por eso corrijo infinidad de veces, soy muy cuidadosa y ha tardado tanto en publicarse este segundo libro. Espero que eso se note. 

-¿Utiliza jóvenes para corregir sus versiones beta?

-En cuanto a la historia hay jóvenes que leen los borradores, pero para ayudarme con las correcciones gramaticales y en cuanto a coherencia, me he apoyado en una profesora de lengua jubilada a la que quiero muchísimo, Carmen Romero. 

-Y Manuel Sanz vuelve a hacerle la portada de la novela con una acuarela...

-Sí. Para mí Manuel es un excepcional pintor. Le pasé el manuscrito con el encargo de que pintara lo que le diera la gana. Lo hizo y me encanta esa portada. Y además hizo una serie de acuerelas sobre los personajes del libro  que ojalá se puedan exponer algún día, quizá durante la presentación del libro, cuando llegue el día en el que puedan volver a hacerse.

-Mientras llega en qué anda metida, literariamente? ¿Está trabajando en un tercer proyecto?, ¿tendrá continuidad la saga ‘Guardianes del olvido’?

-La saga tendrá continuidad, porque da para todo lo que se quiera imaginar; continuaciones precuelas, spin of... La cuestión para mí es siempre encontrar el tiempo, ya que no me dedico profesionalmente a esto. De todos modos ahora estoy con una novela para público adulto ambientada en el Maestrazgo. Estaba en pleno trabajo de documentación, haciendo viajes por la zona, hasta que llegó la pandemia.