Bronchales inaugura el Museo Celtíbero de la Trashumancia con la vocación de ser referente
El Gobierno de España financia la rehabilitación del edificio y la musealización con 800.000 eurosBronchales quiere ser un referente de la arqueología como Teruel lo es de la paleontología. La apertura este viernes del Museo Celtíbero de la Trashumancia, en el que se exponen los hallazgos más importantes extraídos hasta el momento del yacimiento del Castillejo, quiere ser el primer paso para convertir a este municipio de la Sierra de Albarracín en el epicentro de un turismo científico apasionado por la historia tras constatarse que los primeros trashumantes tenían en Bronchales uno de sus lugares de referencia para una costumbre que hoy, 2.500 años después, todavía pervive en los Montes Universales.
Ayer se inauguró este centro en el que el Gobierno de España ha invertido 800.000 euros con los que se ha adquirido y rehabilitado el edificio y se ha acometido la musealización del interior.
Se trata de un antiguo edificio particular situado en la salida del pueblo hacia Las Corralizas en cuya adquisición y reforma se han destinado 660.000 euros. El centro consta de una planta baja en la que se encuentra la recepción de visitantes y una gran salda en la que se proyecta un audiovisual. En el primer piso se encuentra la exposición con cinco vitrinas en la que se muestran los objetos más importantes desenterrados hasta ahora y en la que habrá varios postes interactivos.
El subdelegado del Gobierno de España en Teruel, Enrique Gómez, se refirió al nuevo Museo como un “proyecto que sitúa a Bronchales en el centro del mapa cultural español” por tratarse de “un proyecto único” que relaciona la celtiberia y la trashumancia en un único espacio. Gómez subrayó el material arqueológico encontrado como un elemento diferenciador, “es la calidad y el estado de conservación que tienen los útiles y las herramientas que estamos obteniendo de este yacimiento”. El subdelegado se felicitó pro el potencial que arroja el yacimiento turolense del que se ha “excavado solamente el 2%”, lo que significa que todavía queda por descubrir una “cantidad de información y de objetos incalculable”.
Sobre el futuro del proyecto museístico, el representante del Estado en Teruel afirmó que “no hemos terminado el trabajo” y que “ahora queda una parte muy importante, que es lanzar el museo. Tenemos el edificio rehabilitado y hemos hecho una musealización, pero ahora tenemos que decidir hacia dónde vamos a ir”. Sobre este punto, Gómez aseguró que “debe de ser una exposición que sea dinámica, que sea atractiva para la gente, para los niños, para los científicos, para los investigadores, para los turistas” lo que, continuó, “es extremadamente complicado”. Para ello, añadió Gómez, “el Gobierno de España ha puesto los cimientos. Ahora nos falta utilizarlos. El Estado ha respondido y se ha comprometido con Bronchales. Ahora es el Museo el que debe realizar ese trabajo”.
A la inauguración asistió también el consejero de Turismo y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco, que recordó que apostó por seguir atrayendo al público valenciano que en toda la comunidad autónoma ya supone una cuarta parte de los visitantes que acudieron a Aragón el año pasado. Blasco apostó, además, porque “a la hora de enfocar los proyectos del fondo de inversiones de Teruel, que sin duda tendrá que ayudar a musealizar este museo”.
El alcalde de Bronchales, David Hernández, comenzó su intervención agradeciendo al Gobierno Central “que gracias a la subvención concedida hace cuatro años se pudo dar el impulso inicial que ha hecho posible lo que hoy podemos contemplar aquí, en este espacio que ya es una realidad”.
Sobre el proyecto, Hernández dijo que “ha valido la pena” porque “el yacimiento del Castillejo se ha revelado como uno de los más importantes y valiosos de la península”. Recordó que todavía falta por excavar el 98 por ciento del yacimiento y eso “nos permite imaginar la magnitud de lo que aún nos queda por descubrir” para “arrojar mucha más luz sobre la vida de nuestros antepasados y nos ayudará a desvelar poco a poco el misterio de cómo se vivía nuestro territorio hace nada menos que 2.500 años”.
Sobre el impacto del nuevo recurso turístico, el alcalde confió en que permita complementar los momentos álgidos de visitantes como el verano o los puentes, cuando el pueblo se llena de turistas de naturaleza, con otro perfil que apueste por la cultura. Hernández recordó, además, que el Ayuntamiento de Bronchales también ha contribuido en el equipamiento del edificio con una partida de 15.000 euros.
El profesor Francisco Burillo, impulsor del proyecto, abogó porque el museo “se convierta en un proyecto motor de desarrollo del territorio y en el 2027 podemos ya inaugurar el museo en toda ya su potencialidad inmersiva” porque, sentenció, “queremos ser en la arqueología lo que Dinópolis es la paleontología”.
El catedrático en Historia aseguró que este viernes era “un día de fiesta” por la inauguración del Museo Celtíbero de la Trashumancia, que definió como “una primera fase “de un centro museístico destinado a preservar y difundir la riqueza cultural arqueológica de nuestro pasado.
El historiador explicó que hasta el momento solamente se ha podido trabajar en seis tumbas de un complejo muy panicular compuesto por “tumbas con estelas dispuestas a igual distancia en calles” lo que, a su juicio, demuestra que “era una sociedad de tendencia igualitaria, donde a cada muerto se le daba el mismo espacio y se le depositaba lo que su familia debía”.
De ente los objetos encontrado en el yacimiento, Burillo destacó uno cuyo hallazgo fue “celebrado con champán”. Se trata de un trozo de cerámica “del tamaño de una uña” que es “el primer testimonio de cerámica griega aparecido en las 48 necrópolis celtibéricas, con lo que eso implica, que implica que estos trashumantes se traían el vino y eran tan sofisticados para beberlo en copa”.
Burillo recordó cómo este museo es un hito en una historia que comenzó en marzo de 2020 con el abandono de unas piezas por una persona anónima en la puerta del ayuntamiento acompañadas de una nota en la que se indicaba la localización del lugar donde habían aparecido. “Llevo desde el año 1979, desde que llegué a Teruel, dedicándome al mundo de los celtíberos y no me podía esperar ver lo que vi. Se trataba de un conjunto de materiales que claramente se identificaban y que procedían de una necrópolis celtibérica porque todos eran de bronce”.
La aparición en ese lote de unos “pectorales lisos, iguales que los que los que llevan los guerreros de Porcura, en Jaén” puso al profesor Burillo sobre la pista. “Luego, trabajando con la bibliografía, en casa pude ver que el bocado de caballo, un bocado de caballo de castigo, era idéntico a otro aparecido en Almedinilla, en Córdoba”, relató. Esas coincidencias le plantearon qué relación había entre esos puntos tan distantes, a más de 400 kilómetros y sin rutas comerciales conocidas, hasta que llegó ala conclusión de que se trataba de la trashumancia ganadera. “ Y el hecho de que la trashumancia milagrosamente siga viva entre los montes universales fue el engranaje para plantear en ese momento una hipótesis, la primera científica de toda Europa donde la trashumancia a larga distancia existía ya hace 2.500 años”, destacó.
También destacó las fíbulas de mercenarios que acompañaban a la trashumancia y de las que se encontraron ejemplares interesantes. Además, entre las conclusiones alcanzadas por la colección de objetos encontrados es que la trashumancia que se realizaba desde Bronchales no era de ganado ovino, como se pensó en un principio, sino de vacuno, y vinculó esa hipótesis con la de que fueran los celtíberos los que hubieran desarrollado el arado romano.
Sobre la exposición, el alcalde aseguró que “el museo está al 40 por ciento” con 40 piezas expuestas y otras que están todavía en la Fundación Santa María de Albarracín. Aunque por el momento rehusó hablar de una posible ampliación del centro aunque “sí hay espacio alrededor del edificio”, apostilló.
Tanto el alcalde de Bronchales como el historiador recordaron el interés del entonces diputado en Cortes, Tomás Guitarte, que “avaló este proyecto” como “un elemento del desarrollo del territorio en el territorio”, dijo Burillo. en el que se da la densidad más baja de población de Europa. En este capítulo, el subdelegado se refirió al papel de la senadora María José Villalba por el trabajo que fue capaz, dijo, de sacar adelante el proyecto haciendo “de correa de transmisión entre el territorio y el gobierno de España para hacerles partícipes de la importancia de este proyecto, de la necesidad que tenía para salir adelante y cómo actuaba de palanca para crecimiento económico, para cohesión territorial”. También agradeció la implicación del actual equipo de gobierno municipal. por su confianza en el proyecto.
El profesor Burillo agradeció, además, a la Fundación Santa María de Albarracín su trabajo en la restauración de las piezas y su musealización.
Desde la Fundación Santa María de Albarracín, su gerente, Antonio Jiménez, aseguró que la entidad ha sido “ importante en ese capítulo final del montaje del museo”. Jiménez destacó que la primera etapa de trabajo consistió en la restauración de las piezas depositadas por los arqueólogos y la segunda en el montaje “de un mueso de cierta entidad en Bronchales aprovechando el edificio maravilloso que tenían”.
Aunque Jiménez coincidió con los anfitriones en la calidad de las piezas encontradas, “eso no quita que (la restauración) haya que hacerla con una minuciosidad exagerada, pero parece ser, teniendo en cuenta otros yacimientos, y eso los arqueólogos (dirigidos por la arqueóloga experta en metales María Méndez) lo manifiestan, que el gran estado de conservación es formidable”, explicó.
El gerente de la Fundación Santa María explicó que en Albarracín todavía quedan muchas piezas que no se han incluido en la exposición y que deberán guardarse en le propio edificio del museo.
