

Carlos Hipólito, actor: “La ética de Pau Casals nos hace reflexionar en estos tiempos de políticos con posturas indignas”
El protagonista de ‘Música para Hitler’ recogerá esta noche en Alcañiz el Premio Trovador junto a Kiti MánverEl actor Carlos Hipólito encarnará esta noche en el anfiteatro de Pui Pinos de Alcañiz la figura de Pau Casals, célebre violonchelista español y defensor de los derechos humanos exiliado en Francia que se negó a actuar para el Führer en 1943. De eso va la obra Música para Hitler, escrita por Juan Carlos Rubio y Yolanda García Serrano. Hipólito, que recibirá el Premio Trovador del Ayuntamiento de Alcañiz junto a su compañera de escenario Kiti Mánver, insta a cortar de raíz los mensajes autoritarios y xenófobos para no poner en riesgo la democracia y sus derechos.
-Suma un nuevo galardón a su carrera de cuatro décadas.
-Y estoy muy agradecido por ello, me hace mucha ilusión que hayan pensado en nosotros. Nos lo dan a Kiti y a mí ex aequo y además somos amigos. Estamos haciendo la obra juntos (ella encarna a Francesca Vidal, esposa del músico Pau Casals). Es una alegría muy grande.
-¿Cuánto llevan trabajando juntos con esta obra?
-Somos amigos desde hace más de 40 años. Coincidimos trabajando. Con este espectáculo llevamos desde noviembre del año pasado y ahora estamos de gira en un montón de ciudades y pueblos. Estamos muy contentos porque está siendo una experiencia preciosa con el público. A parte de que los teatros están llenos, a la gente le llega y le emociona mucho la historia.
-¿El teatro es su casa? ¿Es lo que más disfruta en el mundo de la interpretación?
-Me gusta trabajar para la cámara, pero el lugar natural de un actor es el teatro porque es donde tiene relación directa con el público. La vibración en un teatro es mágica.
-Música para Hitler da que pensar después de verla.
-Está muy bien escrita por Juan Carlos Rubio y Yolanda García Serrano. La arquitectura teatral es buenísima. Empieza con interés y no decae. Hay momentos de comedia, mucha emotividad y tiene algo de thriller. Y provoca una reflexión en los espectadores, que es lo que tiene que hacer el teatro, a parte de entretener: que la gente se pregunte cosas y piense sobre lo que está viendo, cómo le afecta y cómo afecta a la sociedad que le rodea. Es una obra escrita hace 10 años y la actualidad la ha puesto más de actualidad. Cuenta la postura absolutamente admirable, ética y moralmente fiel a los principios de Pau Casals cuando los nazis fueron a pedirle que tocara para Hitler y él se negó. Estamos viviendo una época en la que muchos políticos y personas de relevancia toman posturas muy indignas, y la dignidad de Pau Casals nos hace pensar.
-¿Hay que levantar la voz?
-Está habiendo una especie de nostalgia de las posturas más retrógradas y fascistas que asustan mucho. Podemos encontrarnos, si no lo frenamos a tiempo, muchos recortes en derechos y libertades. Hitler fue elegido democráticamente presidente de Alemania en los años 20 del siglo pasado y años después estaba exterminando a los judíos e invadiendo Europa con una dictadura salvaje. Cuidado con la gente que estamos votando porque nos podemos encontrar que en los años 40 tengamos ausencia de democracia o una democracia inventada al gusto y placer de alguien.
-¿Repiensa el dilema de Casals cada vez que lo interpreta?
-Me ha hecho pensar mucho hasta qué punto este hombre tuvo sus dudas, porque no solo es que se pusiera en riesgo él con su negativa, sino a su familia, su pareja y su sobrina, que era con quienes vivía en el sur de Francia. Es una lección enorme. La obra nos enseña a un genio de la música en la intimidad, con sus dudas, sus angustias y sus depresiones. Lo cual lo humaniza y le da más valor a su decisión.
-¿Tuvo consecuencias?
-Lo cierto es que no. La obra está basada en un hecho real. Se sabe que los nazis fueron a verle y que salieron con una negativa. A partir de ahí, los autores han fantaseado y eso tiene de thriller y de sorpresa la obra. Probablemente, que fuera una figura muy importante y reconocida a nivel mundial como genio de la música, y que estamos en el 43, en los últimos coletazos del nazismo, provocó que hicieran la vista gorda y no hubiera represalias.
-Él permaneció en Francia para ayudar a los exiliados españoles cuando podría haber triunfado en Estados Unidos.
-Y eso forma parte de su enorme grandeza. Podría haber vivido como un marajá, pero decidió quedarse en el sur de Francia para ayudar a los compatriotas que llegaban exiliados de una dictadura. Organizaba conciertos para ayudar a esta gente. Creó becas para que hijos de obreros pudieran estudiar música e hizo conciertos en fábricas.
-¿Qué proyectos maneja?
-Seguiremos de gira hasta junio de 2026 con ‘Música para Hitler’, tenemos casi 60 ciudades por visitar, y lo compaginaré con una serie y una película que están a punto de cerrarse. Siguen creyendo que sirvo para esto.
-¿Echa de menos a Carlos Alcántara y Cuéntame?
-(Ríe) No mucho. Fueron 23 temporadas y ahí quedó ese trabajo en esa serie tan emblemática. Estoy muy orgulloso de que esa voz en off se convirtiera en un personaje más de la serie. Ese tono provoca mucha emoción a mucha gente. Los Alcántara sabíamos que alguna vez hablaríamos para el DIARIO DE TERUEL (pronuncia con afectación). ¡No sabes la cantidad de cumpleaños que he felicitado con esa voz!