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Carolina Otero, cantante, músico y poeta: Carolina Otero, cantante, músico y poeta:
Carolina Otero junto a los Someone Elses-Roberto Timón (bateria, Francisco Palacios (bajo) y Dani Gurrea (guitarra)

Carolina Otero, cantante, músico y poeta: "La ventaja de los grupos 'pequeños' es que podemos hacer lo que nos de la gana"

La banda valenciana presenta su último disco en el Pub Lebowsky de Teruel este viernes noche
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Carolina Otero & The Someone Elses es la próxima propuesta musical del Pub Lebowsky de Teruel, para la noche de este viernes a las 20 horas. Su quinto disco, Popalina, sigue reivindicando el pop rock superviviente, el gusto por la melodía y la buena música por amor al arte.

-¿Qué propone su banda en directo?
-Llevamos canciones de corte pop, pero me gusta decir que a través de mi filtro, porque no es pop puro, power pop o altpop en sentido estricto. Me gusta lo bastardo y me sale sin querer. Y lo chulo es que el disco, que lleva el sello del productor Paco Loco que suele hacer los temas más accesibles a todo el mundo, cobra más grano en directo, donde solemos mostrar el lado más duro y roquero de nuestra música.

-¿A qué responde el nombre del LP, ‘Popalina’?
-Hay quien ha querido verlo como una contracción de el pop de Carolina, aunque a mi me suena más a papelina, a drogaína. Concebimos la música como si fuera una droga para nuestros oídos. Queremos reflejar ese rollo adictivo que tiene la música.

-Hacer pop en estos tiempos tiene algo de suicida...
-(Risas) Es cierto que quizá como género esa etiqueta esté un poco denostada, pero sigue habiendo un eterno revival que nos hace revisitar permanentemente las cosas y fundirlas. Hay un grupo valenciano que se llama Ona Nua que ha publicado Super Pop, en el que mezcla rap, reguetón y rock. La ventaja de los grupos que somos pequeños, que no tenemos que estar a lo que el mercado dice, es que podemos hacer básicamente lo que nos de la gana.

Portada

-El revival de ‘Popelina’ trasciende hasta el aspecto gráfico, con esa portada que recuerda a la revista Super Pop...
-Tuve esa idea una semana de abril de 2022, mezclando el disco con Paco Loco en el Puerto de Santa María, y Marc Volpini la llevó a cabo y le quedó genial. Y el interior también es muy bonito. Es un disco publicado por el sello independiente NoAloha Records que edita en plataformas digitales y como 200 ejemplares en vinilo. Aún quedan sellos románticos que editan vinilos con los interiores muy bonitos, con las letras impresas, que leídas así me recuerdan a poemas dadaístas.

-Hablando de arte dadaísta, uno de sus temas está dedicado a Man Ray... ¿es uno de sus referentes artísticos?
-Particularmente me gusta mucho la fotografía, y Man Ray se pasó a la foto desde la pintura. Me gustan mucho sus láminas dedicadas a mujeres con caras melancólicas, con esas cejas depiladas con el arco hacia abajo... pero vamos, ya sabes que quienes escribimos en realidad nos inspiramos con una mosca que pase volando.

-¿Qué historias le inspiran a usted esas benditas moscas?
-Hay vivencias que forman parte de mi bagaje cultural, y siempre sale hablar de temas universales como la muerte, el amor, el desamor... Pero hay un aspecto que me interesa porque me parece muy potente, que es la necesidad de hacer. Muchas de mis canciones hablan de la propia circunstancias de escribir y componer. La energía que se genera haciéndolo es estupenda, casi erótica y sexual. El hecho de sentarse a componer, o a hacer, es muy inspirador.

-¿Y cuando escribe poesía? Porque ha publicado varios libros...
-Creo que no hago distinción porque música y literatura son simultáneas para mí, son la misma cosa. Mi padre era músico y cantaba mucho con él. Yo era una nena debilucha y sufrí bullying, así que la música y la escritura fueron un escondite para mí. Desde muy pronto, quizá con once años, hacía ambas cosas de forma indistinta.

-¿Qué clase de textos escribe?
-Me gustan las vanguardias, métrica libre y de corte surrealista, pero bueno, eso dejó mucho poso en la generación del 27, tampoco es que pretenda revolucionar la lengua. Lo que pasa es que de vez en cuando me permito incluir un poema estrófico, algún soneto quizá. Me gusta hacer el gamberro, la escatología, el humor y la autoparodia. Lo más reciente que he publicado es Curso avanzado de perra, que se llevó el Premio Irreconciliables de Poesía, y puede decirse que no es poesía callada, sino más bien punk. Y al mismo tiempo he adaptado un texto de Calderón de la Barca para una de las canciones de Popelina, Isla de Esconde. Entronca con la pandemia, porque Calderón en La vida es sueño pone a Segismundo preguntándose por qué estamos todos encerrados mientras los pájaros disfrutan de la libertad. Calderón tiene poco que ver con el pop, pero al escribir en octosílabos es fácil de adaptar... esto es una frikada de la profe de lengua castellana que soy.