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Cristina Marín Chaves, especialista en restauración en piedra: “Los colores de la estación de Caminreal eran rojizos y cielo, siguiendo el horizonte“ Cristina Marín Chaves, especialista en restauración en piedra: “Los colores de la estación de Caminreal eran rojizos y cielo, siguiendo el horizonte“
Cristina Marín Chaves, junto a una de las decoraciones pictóricas de Navarrete

Cristina Marín Chaves, especialista en restauración en piedra: “Los colores de la estación de Caminreal eran rojizos y cielo, siguiendo el horizonte“

“Tratamos la piedra con mimo, cada sillar de Navarrete tiene nombre, sabemos lo que le pasa y qué necesita“
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Cruz Aguilar

Cristina Marín Chaves es la directora de la empresa Metopa, Metodologías para el Patrimonio, que es la encargada de la restauración de la piedra de la torre de Navarrete y también de la estación de ferrocarril de Caminreal. Es geóloga y petróloga especialista en el estudio de la piedra de los monumentos y, en concreto, en el denominado mal de la piedra. Desciende de Fortanete aunque su empresa tiene la sede en Zaragoza.
-¿Qué están realizando en Navarrete?
-Hemos intervenido en la base de la torre, estamos reintegrando volúmenes cosiendo piedras y rellenando fisuras para dar una consolidación estructural de la piedra.
-¿Cuáles eran las afecciones de la torre?
-La piedra es local, evidentemente en esos momentos no se iban a buscar piedra lejos, son calizas de la propia zona. Son piedras que tienen fisuras, pérdidas de volumen y las estamos recuperando con técnicas precisas y con criterio de mínima intervención. Siempre con materiales compatibles con los originales, con morteros de cal de altas porosidades para favorecer la conservación de la piedra y sobre todo con materiales inocuos para el personal y el medio ambiente.
-¿Intervinieron también en la parte superior de la torre?
-No, esta es la primera fase.
-¿Qué técnicas concretas se utilizan para restaurar sillares?
-Desde mi punto de vista como geóloga es más fácil intervenir en piedra que en una pintura, que es algo más delicado, tienes que evitar falsear, y hay que aplicar productos que no la dañen. En la piedra sabes que tienes que coserla con materiales específicos, con varilla de fibra de vidrio corrugada con determinados ángulos para que agarre bien, inyectar morteros fluidos de cal, rehacer volúmenes con mortero de cal hidráulica, que la traemos de Francia porque es la mejor que existe en Europa. Son una serie de estrategias que ya están pautadas. Sabemos exactamente qué le pasa a cada uno de los sillares de la torre de Navarrete, cada sillar tiene su nombre y apellido, podemos saber qué le pasa y qué  él es lo que necesita, es así como solemos tratar nuestras obras, con mucho mimo.
-¿Qué particularidades tiene la ornamentación del interior de la iglesia de Navarrete?
-Yo no soy historiadora del arte, sino geóloga, pero de los 30 años que tengo de experiencia en este tipo de obras, me parece una iglesia preciosa, sobre todo por esas bóvedas con esgrafiado, es una técnica que se ha utilizado mucho posteriormente en todo el Eixample de Barcelona, es un trabajo a dos niveles con mortero de cal, me impresionó cuando entré. Luego están esas pinturas murales que se intuían y al hacer catas hemos visto que se extienden más allá de lo contemplado en el proyecto inicial, ahora se valora el recuperarlo. Son pinturas de decoración vegetal y con unas incisiones siguiendo las volutas de las hojas que quieren dar esa sensación de volumen, algo que también se intenta con el esgrafiado. 
-Era una iglesia que buscaba la volumetría con la decoración, ¿no es así?
-Querían darle más empaque, no dejarlo en un dibujo plano sino destacarlo más. Los esgrafiados son más habituales, pero estas otras incisiones no las había visto.
-¿Qué hacen en Caminreal?
-Estamos colaborando en sacar los colores originales de la estación. 
-¿Y eso cómo se hace?
-Hemos estado analizando los diferentes estratos pictóricos de las diferentes salas, todas las pinturas hasta llegar a la original para saber cómo era cuando se construyó en 1933 y a partir de ahí rehacer esos colores originales. Estamos tomando muestras del color con colorímetro para tener claro el código de color exacto, para traducirlo a un pantone, se está haciendo de forma estricta y científica. Son metodologías para el patrimonio que aúnan técnicas científicas y de conservación y restauración. También los analizamos químicamente y vemos con qué materiales se hicieron para poder recuperarlos. Es lo que se denomina arqueología pictórica o arqueología vertical.
-¿En qué consiste?
-Vas quitando las distintas capas de pintura que han ido aplicando a lo largo del tiempo hasta que llegas al final. En Caminreal cambia el aspecto que tiene, sobre todo porque históricamente se ha tendido a dar una uniformidad corporativa a las estaciones de tren.
-¿Qué colores les están saliendo?
-Había una combinación de colores, había varios distintos tanto en interiores como en el exterior, donde no es exactamente al aspecto que nos hemos acostumbrado ahora ni en el ladrillo ni en juntas y ventanas. El aspecto era diferente, pero como las fotos son en blanco y negro no hay certeza documental del color. 
-¿De qué gamas hablamos?
-En interiores son gamas que un poco imitan el paisaje, colores cielo y rojizos como la arcilla, pretenden un poco seguir la línea del horizonte. En el exterior se potencia el rojo del ladrillo. 
-En su empresa trabajan ocho mujeres, ¿porqué la restauración es cosa de mujeres?
-Supongo que porque tiene esa labor de paciencia que tradicionalmente se atribuye a las mujeres, aunque también hay muy buenos restauradores hombres. Tradicionalmente hemos sido más, pero en ese mundo tan masculino que es la obra hemos tenido algún problema para que nos hicieran caso. Es un mundo femenino por ese toque de paciencia manual, pero en según qué ámbitos te cuesta que te hagan caso, yo he tenido problemas con jefes de obras o encargados de cantera que no me tomaban en serio por el mero hecho de ser mujer. Tradicionalmente se ha mirado a la mujer desde la parte de arriba del andamio y de unos años a esta parte nos han visto subidas al andamio.