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Elena Aguirre, oncóloga: “El sedentarismo también mata y es por ello que debemos romper ese círculo desde la infancia” Elena Aguirre, oncóloga: “El sedentarismo también mata y es por ello que debemos romper ese círculo desde la infancia”
Elena Aguirre

Elena Aguirre, oncóloga: “El sedentarismo también mata y es por ello que debemos romper ese círculo desde la infancia”

Alcañiz acoge este viernes las jornadas ‘360 + 4 grados en prevención’, centradas en hábitos de vida saludables
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La oncóloga médica Elena Aguirre, licenciada y doctorada en la Universidad de Zaragoza, con una década de experiencia en Quirónsalud y especializada en cáncer de mama y asesoramiento genético, presenta este viernes en Alcañiz un ciclo de charlas divulgativas orientadas a la prevención oncológica en la población general.

-¿De dónde surge la iniciativa de organizar un curso específico de prevención y no solo para pacientes?

- Todo nació a raíz del curso 360 grados en cáncer de mama, que venimos desarrollando desde hace tres años. Ahí vimos que existía una demanda social: asociaciones vecinales, colectivos de padres, ayuntamientos… todos nos pedían llevar estas charlas a la población general. Fue entonces cuando diseñamos el formato de prevención oncológica para la ciudadanía, con mensajes claros y prácticos que cualquiera puede aplicar en su día a día.

-¿Cómo se ha estructurado el programa de la jornada de hoy?

-Tendremos cuatro ponencias principales, cada una dedicada a un factor de riesgo modificable. Hablaremos del ejercicio físico, de la nutrición y la dieta mediterránea, de la fotoprotección solar y del tabaquismo. Cada charla pretende tener un doble enfoque: primero, alertar sobre el riesgo real de no seguir estas pautas, y después, ofrecer respuestas concretas y fáciles de aplicar para mejorar hábitos de vida.

-¿Qué papel juega la alimentación en la prevención del cáncer?

-Es fundamental. La dieta mediterránea es un factor protector demostrado, con beneficios claros en la reducción del riesgo de varios tipos de cáncer. El problema es que en España nos hemos ido alejando de ese patrón alimentario.

Reducir productos ultraprocesados, incrementar el consumo de frutas, verduras y legumbres, limitar carnes rojas y mantener un equilibrio nutricional son pasos al alcance de cualquiera.

-¿Cuál suele ser la reacción del público cuando se explican estas recomendaciones?

-La mayoría de las veces es de sorpresa. Muchas personas dicen: “No sabía que esto era tan importante” o “Pensaba que no servía de tanto cambiar algo tan pequeño”. Por eso insistimos en que cada gesto cuenta. No se trata de ser perfectos, sino de avanzar hacia un estilo de vida más saludable con decisiones cotidianas.

-Usted ha mencionado la prevención en edades tempranas. ¿Qué estrategias recomendaría para trabajar con adolescentes?

-La clave es educar desde la normalidad. Si un adolescente interioriza que es normal hacer deporte varias veces por semana, que es normal no fumar o que es normal protegerse del sol, esas conductas se mantienen en el tiempo. Los padres y educadores tienen un papel crucial: no sirve con dar discursos, hay que predicar con el ejemplo.

-¿Cuál diría que es la ponencia más importante a la hora de concienciar?

-Todas son importantes. Sin embargo, diría que la que se centra en el problema del sedentarismo. Tenemos unas cifras de sedentarismo que son para preocupar, y lo estamos normalizando. Igual que hemos avanzado mucho en sensibilización contra el tabaco, con campañas, tratamientos y prohibiciones, con la inactividad seguimos siendo muy tolerantes. El resultado es una tasa de obesidad y de obesidad infantil que no es coherente con una política de prevención.

-¿Qué consejo daría para evitarlo?

-La inactividad, el sedentarismo y el sobrepeso forman un círculo vicioso con un efecto negativo logarítmico. Romperlo es fundamental, especialmente en la infancia y la adolescencia, porque inculcar la importancia de la actividad física desde pequeños es mucho más eficaz que tratar de corregirlo a los 50 años.

-Habla de hábitos de vida. ¿Cómo encajan estas recomendaciones en un territorio rural como el nuestro?

-Precisamente creo que la ruralidad juega a favor. No estamos pidiendo nada extraordinario ni inaccesible: caminar, usar la bicicleta, consumir productos de proximidad, reforzar la dieta mediterránea o incrementar el consumo de legumbres. No se trata de grandes cambios, sino de pequeñas modificaciones sostenibles que cualquiera puede poner en marcha. El mensaje clave es que “algo siempre es mejor que nada”.

-Más allá de la prevención, en Teruel preocupa el acceso a especialidades médicas. ¿Qué visión tiene de la situación oncológica en la provincia?

-Es cierto que en provincias con gran dispersión poblacional como Teruel o Huesca el acceso es más complejo. Pero debo destacar que el servicio de Oncología de Teruel funciona muy bien, sin fugas de profesionales, y que en Alcañiz la cobertura está garantizada, aunque exista rotación de médicos. Se ha adoptado un modelo mixto en el que los oncólogos pasan consulta varios días en el hospital y otros en Zaragoza, lo que garantiza continuidad asistencial y especialización.

-¿Qué expectativas tiene sobre la participación ciudadana en Alcañiz

-Somos optimistas. En todas las localidades donde hemos estado, la respuesta ha sido magnífica y con salones llenos.

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