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Elena Espeitx Bernat, profesora de Psicología de la Alimentación y del Deporte de Unizar: “Comemos demasiada carne y es malo para nuestro corazón y para el entorno” Elena Espeitx Bernat, profesora de Psicología de la Alimentación y del Deporte de Unizar: “Comemos demasiada carne y es malo para nuestro corazón y para el entorno”
Elena Espeitx, profesora de Psicología de la alimentación en el Campus de Teruel

Elena Espeitx Bernat, profesora de Psicología de la Alimentación y del Deporte de Unizar: “Comemos demasiada carne y es malo para nuestro corazón y para el entorno”

La experta insiste en que hay que cambiar hábitos pero reconoce que a la gente le cuesta mucho hacerlo
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El impacto de lo que comemos. Desde una perspectiva ética y medioambiental se debatió esta semana en una charla en la que participó Elena Espeitx Bernat, profesora de Psicología de la Alimentación y del Deporte de la Universidad de Zaragoza. Quien señaló la necesidad de cambiar de patrones de alimentación.

- ¿Cuál es el impacto de lo que comemos?

- La pregunta que queremos plantearnos es si somos conscientes de todos los impactos que tienen nuestras elecciones alimentarias. Los impactos que tienen más allá de lo que pensamos normalmente: nuestro peso, nuestra salud, nuestro bolsillo. Cuando pensamos en lo que elegimos cada día, pensamos en lo que nos gusta, en cuanto nos cuesta, si tenemos algún problema de salud o en la operación bikini. Pero las elecciones alimentarias tienen muchas más implicaciones de las cuales somos poco conscientes, es muy importante que tomemos conciencia.

- Comemos por encima de lo que deberíamos. ¿Cuál es el impacto ambiental de esto?

- Eso tiene un impacto ambiental y en nuestra salud. El problema más grave todavía es que desperdiciamos muchísimo, se tiran toneladas de comida al año. España es el séptimo país europeo que más comida tira. La producción de alimentos tiene un impacto ambiental muy fuerte y hay que minimizarlo pero es que, además, que sea para tirar la comida es grave. 

- ¿Cómo se puede cambiar el chip?

- A veces es falta de conciencia de cuáles son los problemas que existen. Vivimos en un planeta con una población cada vez mayor a la que hay que alimentar y alimentarla tiene un impacto ambiental muy fuerte. Eso crea una serie de problemas y hay que tomar una serie de medidas para que eso sea posible. Hay cosas que nos desbordan que son políticas gubernamentales. Pero hay conductas que sí que tienen un impacto y no las llevamos a cabo. El problema, por un lado, es de falta de conciencia pero luego es lo mucho que nos cuesta cambiar nuestros hábitos. El problema de los plásticos, todos lo sabemos pero en el supermercado nos hacen pagar por la bolsa y la gente sigue pidiendo bolsas. Una cosa tan tonta, que no cuesta nada llevar tu bolsita de tela y no lo hacemos. El más importante y el que nos cuesta más oír hablar es el cambiar los patrones de consumo. No podemos seguir consumiendo la cantidad de carne que se consume actualmente, no es sostenible. Es imposible. Nuestros estándares de consumo de Europa y de Estados Unidos es imposible seguir manteniéndolos, pero nos cuesta mucho asumir que hay que cambiar algo. Queda mucho trabajo por hacer y hay que entender que nos va a suponer hacer esfuerzos, eso no nos gusta oírlo.

- ¿El consumo de los productos Kilómetro 0 es un paso para mejorar?

- También, por descontado, por los transportes. Pero hay muchas cosas a tener en cuenta. Estoy a favor del Kilómetro 0. Pero hay que tener en cuenta que a veces, cuando se hacen cálculos bien hechos, una producción Kilómetro 0 o una hecha a 300 kilómetros, si en una se ha utilizado biocombustible y en la otra no; en una es con invernaderos con plástico y en otra no... resulta que puede tener menos impacto ambiental traerlo de 300 kilómetros. Tenemos que hacer un esfuerzo los consumidores, mirar el origen, mirar la forma de producción. La gente no sabe identificar qué quiere decir la etiqueta de ecológico, de intensivo o extensivo. Si no hacemos un esfuerzo para saber esto no importa que esté etiquetado, no vamos a tomar la decisión correcta. Hay que tener muchas cosas en cuenta: la forma de producción, la huella hídrica (cuantos litros de agua cuesta producir una naranja o el queso). A mí me encanta el queso pero tiene una huella hídrica muy fuerte, bien, pues tendré que plantearme si conviene reducir el consumo de algo que me encanta.

- ¿Hacer pequeños esfuerzos?

- Sí. Los problemas ambientales ahora no es eso de: “Va a pasar dentro de 100 años”. Los problemas ambientales están ya. Quiere decir que tenemos que actuar. Hay que concienciarse ya.

- Estamos poco formados, ¿habría que incluir esto en el ámbito educativo?

- Sí, lo que pasa que queremos cargar a la escuela con la responsabilidad de todo y los pobres maestros ya no pueden hacer más de lo que hacen. Evidentemente, con los niños es importante trabajar. También con los padres, con las personas mayores, con todo el mundo porque todos estamos implicados. Insistir mucho. Los seres humanos cuando lo que oímos no nos gusta demasiado tendemos a quitarle importancia o a interpretarlo a nuestra manera.

- Cada vez hay más personas veganas pero, ¿quizá se ha encontrado un nicho de negocio aquí y también se comenten errores? 

- Bueno, siempre hay el fenómeno de las modas. Ahora hay hamburguesas veganas, hay de todo verano. Siempre hay quien quiere sacar provecho. Pero, en cualquier caso, lo que hay que entender es que no hace falta ser vegano estricto pero el consumo de carne es algo que nos tenemos que ir planteando. Y tenemos unos estándares de lo que creemos que es normal que no se corresponden para nada con la realidad. Las recomendaciones medioambientales y las de la salud van en la misma dirección: comemos demasiada carne y es malo para nuestro corazón y para el entorno. Hay que cambiar estos patrones.