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Elisa Nespoli, astrofísica, profesora de la Universidad Internacional de Valencia: “La astronomía comenzó desde que el hombre primitivo levantó la mirada hacia el cielo” Elisa Nespoli, astrofísica, profesora de la Universidad Internacional de Valencia: “La astronomía comenzó desde que el hombre primitivo levantó la mirada hacia el cielo”
La astrofísica italiana Elisa Nespoli la semana pasada en el Campus de Teruel

Elisa Nespoli, astrofísica, profesora de la Universidad Internacional de Valencia: “La astronomía comenzó desde que el hombre primitivo levantó la mirada hacia el cielo”

“Las estrellas son como un laboratorio que nos permite profundizar en fenómenos como la creación de materia”
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La astrónoma italiana Elisa Nespoli, profesora de la Universidad Internacional de Valencia, asegura que esta ciencia se inició en los albores del ser humano, cuando en la prehistoria miraban al cielo, se hacían preguntas y asociaban el cambio de los astros con los periodos de siembra. Nespoli ha sido una de las docentes del X Curso de Astrofísica de la Universidad de Verano de Teruel e impartió una ponencia sobre Parpadeo cósmico en torno a su campo de estudio, las estrellas variables.

-Observar el cosmos es ciencia, pero entraña algo de poesía, ¿no?

-Pienso que todos los científicos, no sólo los astrónomos, tenemos algo de artístico porque en nuestro trabajo sentimos curiosidad por lo bonito que hay detrás de la naturaleza y la ciencia. Es algo que creo que es común a todos los científicos.

-¿Qué nos aporta el conocimiento de las estrellas?

-Las estrellas variables que estudio yo han aportado y siguen aportando mucho en el conocimiento del universo. Hay una clase que se llaman cefeidas que se han utilizado en el pasado para medir la distancia y ubicar galaxias como Andrómeda y así darle cierto tamaño al universo.

Hay otras estrellas que nos hablan de procesos físicos que reproducen a escala pequeña otros que ocurren a tamaño mucho mayor, como el fenómeno de la creación de materia, cuando hay intercambio de materia desde una estrella a otra. Las estrellas son como un laboratorio en el que podemos profundizar en fenómenos como la creación de materia que por ejemplo ocurre en los agujeros negro supermasivos que constituyen el centro de algunas de las galaxias, y que no podemos acercarnos a ellos y estudiarlos a pequeña escala. La física es la misma y recibimos información para estos otros fenómenos.

-¿Por qué estudiamos el universo?

-Es muy humano salir y mirar hacia el cielo. Esto creo que es algo que tenemos en común con el hombre prehistórico, nuestros antepasados, porque somos curiosos, porque queremos entender lo que nos rodea, queremos entender cómo funciona la naturaleza.

-¿Desde cuándo nos ha interesado al ser humano el cosmos?

-Desde que solucionamos nuestros primeros problemas prácticos, el hombre primitivo levantó la mirada al cielo y ahí empezó la astronomía. Fue entonces cuando comenzaron las grandes preguntas de dónde venimos, que es algo muy humano. Hay modelos cosmológicos que podemos encontrar en las civilizaciones más antiguas, porque posiblemente la astronomía sea una de las primeras ciencias.

-Y además con aplicaciones prácticas.

-Sí, claro, desde el principio su estudio estaba marcado por conocer las estaciones, los cambios, poder predecir el momento de la siembra y de la recolección. Eso es algo cotidiano para las civilizaciones desde hace 10.000 años.

-¿Qué opina de iniciativas como el curso de astrofísica de la Universidad de Verano de Teruel que está abierto a todo el mundo?

-El público de verdad que es muy variado y eso es un reto para los ponentes a la hora de encontrar un nivel adecuado para la charla. Pero me parece muy importante que se hagan esos cursos. A mí me gusta la divulgación e intento hacerla siempre que me invitan a participar en estos eventos.

-¿Tiene la sociedad ahora más interés por la ciencia?

-Hay estudios sobre esto y la Fecyt sí que realiza informes sobre la percepción de la ciencia y la tecnología en España, y sí que el interés hacia la ciencia es importante. Seguramente ha crecido ese interés después de la pandemia al haberse relacionado la ciencia con ella.

-Divulgar y que llegue es más complicado, ¿no?

-Divulgar es un poco vocacional y hay que saber hacerlo porque no todo científico es buen divulgador. Se puede aprender pero a lo mejor es más complicado ser buen divulgador que buen científico para acercarse a la gente en la calle y transmitir una pasión por su trabajo.

-A lo mejor falta también nivel entre la ciudadanía porque siempre las ciencias han provocado en España un mayor rechazo por su dificultad.

-Sí, claro. El reto es llegar a todo el mundo como pasa en el curso de la Universidad de Verano de Teruel. Lo importante es que aunque los alumnos no tengan todos la misma base, salgan al menos llevándose algo y con eso el trabajo del divulgador está hecho.

-¿Debería involucrarse más la sociedad con la ciencia?

-Es obvio que sí porque vivimos en una sociedad en la que la ciencia, lo que es la matemática, asusta y la gente se defiende y dice que es de letras para justificar que no tiene las bases. Esto hace que a lo mejor uno se aleje de temas que en realidad pueden ser de interés muy común y tienen un gran impacto en lo que es la cercanía de nuestras vidas. Debería haber más interés hacia la ciencia del que hay.

-¿Y por parte de las Administraciones públicas también?, porque se habla de apoyar la ciencia pero la realidad es otra.

-Claro, cuanto más esté involucrada la sociedad, pues más impacto tendrá en las administraciones. Si la ciudadanía tiene interés hacia los temas científicos, los políticos estarán obligados a trabajar en ese sentido.