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Eloísa Lombarte, acuarelista y profesora de piano: Eloísa Lombarte, acuarelista y profesora de piano:
La andorrana Eloísa Lombarte impartió un taller de acuarela durante la primera jornada del BRRUM Fest

Eloísa Lombarte, acuarelista y profesora de piano: "Es mucho más sencillo copiar la realidad que interpretarla; ahí está el verdadero arte"

La artista andorrana impartió un taller de acuarela en la primera jornada del BRRUM Fest de Bellas Artes
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Eloísa Lombarte es profesora de piano en la Escuela de Música de Andorra y acuarelista, habitual en los concursos de pintura rápida que tienen lugar dentro y fuera de la provincia de Teruel. Ayer participó en la primera edición del BRRUM Festival de Bellas Artes que se desarrolla hasta este jueves.

-¿En qué consistió su participación en el I BRRUM Festival de Teruel?
-Tengo una sobrina estudiando Bellas Artes en Teruel y me propuso venir aquí a hacer una actividad, y a mí me pareció perfecto. La idea es hacer una demostración de pintura rápida por la mañana, con un bastidor semejante a los que suelo llevar a los concursos de pintura rápida, y por la tarde fueron ellos quienes pintaron y yo les fui dando alguna instrucción y corrigiendo detalles.

-¿En qué consiste exactamente la pintura rápida?
-Pues viene a ser todo lo contrario a la pintura de estudio. Yo también tengo un estudio y allí trabajas más despacio y con más calma, más tranquila. En un concurso de pintura rápida sellas por la mañana, buscas un rincón de la localidad y tienes un tiempo, quizá 4 o 5 horas, para pintar el lienzo, normalmente alguna vista o detalle del pueblo bonito, que también has tenido que localizar. Las claves de esta forma de pintar son sintetizar y ser capaz de resumir mucho, es una forma de trabajar mucho más fresca y ágil que dentro del estudio.

-Seguramente la pintura tendrá una serie de trucos, estrategias o protocolos para afrontarla eficazmente, no?
-Claro, pero yo diría que lo más importante es saber encontrar un lugar en el que vayas a estar muy cómoda, porque vas a pasarte allí varias horas y es vital que tengas cierto bienestar. En cuanto a los materiales, se utiliza mucho el acrílico porque seca muy rápido, y la acuarela también, aunque en verano lo acuarelistas sufrimos un poco porque seca demasiado rápido y te obliga a ser muy veloz trabajando.

-¿Los acuarelistas todavía tienen que aguantar el sambenito de pintura menor que tradicionalmente ha recaído en la técnica al agua?
-De hecho sigue estando considerada como técnica menor, y no lo es para nada. La acuarela es una técnica muy complicada, el blanco es el papel y el margen que tienes para rectificar es pequeñísimo. Si abordas una obra de una hora de duración, prácticamente cuarenta y cinco minutos tienes que emplearlo en reflexionar y tomar las decisiones, y el resto para lo que es el trabajo de pintar, que es bastante rápido. Cuando empiezas a aplicar pintura tienes que tener absolutamente claro lo que quieres conseguir, y tener experiencia y haber pintado mucho es lo que más te ayuda.

Atracción

-¿Qué es lo que a usted le atrajo de la acuarela?
-Realmente yo vengo del óleo, pero la acuarela va mucho con mi personalidad. Soy nerviosa, activa, muy de pintar rápido. Eso de estar una o varias semanas con la misma pintura no va conmigo, la verdad. Me gusta salir una mañana y pintar un cuadro, me gusta la rapidez, y eso que tiene la acuarela que cuando empiezas no sabes muy bien qué va a ocurrir... tienes una idea pero es imprevisible, porque se mueve el color, el agua, y siempre te sorprende. A veces sin saberlo te sale la acuarela de tu vida, y otras veces parece que no sepas pintar.

-¿Qué cambios advierte entre los artistas experimentados y los más jóvenes, que ahora mismo se están formando?
-Cuando voy a un concurso de pintura rápida compito con grupos de personas de mucha más edad que yo, y más jóvenes. Y me fijo en que los estilos son completamente diferentes. La gente más mayor tira hacia un estilo más clásico y los jóvenes son más rompedores. Por ponerte un ejemplo concreto, cuando haces una fotografía los edificios no te salen rectos por un efecto de la perspectiva. La gente que pinta más clásico tiende a enderezar esas formas, mientras que los jóvenes los inclinan adrede y generan un efecto mucho más rompedor. Además los jóvenes suelen buscar más la mancha, la pintura menos definida en sus detalles. Yo me considero un poco a caballo entre los dos estilos, porque mi mano es más clásica, pero me he formado con muchos profesores, veo mucha pintura y pinto mucho y tu mente se va adaptando a lo que ves.

-¿También le interesa la mancha más que el detalle fino? ¿No le atrae el hiperrealismo?
-Como todo, es una cuestión de gustos. Pero creo que en la actualidad se tiende a buscar otro tipo de cosas, porque para el hiperrealismo ya tienes la fotografía. Yo creo que el arte es sacar lo que llevas dentro e interpretar lo que ves, no copiarlo tal cual. Ahí es donde se demuestra el talento, porque es mucho más sencillo copiar la realidad tal cual la ves, que interpretarla. Creo que ahí está el verdadero arte.