

Emilio Anadón: “Habría que incrementar la tala de pinos e incentivar la plantación de chopos”
El presidente de la Confederación de Empresarios de la Madera asegura que la demanda supera a la oferta en todo AragónEl presidente de la Asociación Empresarial de la Madera de la provincia de Teruel, Emilio Aragón, fue reelegido recientemente como presidente de la Confederación Aragonesa de Empresarios de la Madera (CAEMA), que aglutina a cerca de 300 empresas del sector de toda la Comunidad Autónoma.
Anadón ha iniciado su segundo mandato al frente de la confederación retomando el diálogo con el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón porque considera prioritario potenciar el cultivo del chopo e incrementar la tala de pinos ya que la demanda de ambos tipos de madera supera a la oferta en la región.
- ¿Qué situación atraviesa el sector de la madera en Aragón?
- Atraviesa una situación complicada. Aunque remonta un poco, va despacio. CAEMA aglutina a unas 300 empresas, que suman entre 2.500 y 3.000 trabajadores. Aunque seguimos siendo muchas, otras se han caído, sobre todo las dedicadas al sector del mueble en Zaragoza. Sin embargo, donde más importancia tiene el sector primario es en la provincia de Teruel, seguida de Huesca y Zaragoza.
- ¿Con qué retos inicia su segundo mandato como presidente de la confederación?
- El pasado 26 de marzo tuvimos una reunión con el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona. Creemos que no hay suficiente comunicación entre la Administración y la empresa privada. Encontramos bastante receptividad por parte del consejero, que se mostró interesado en restablecer el diálogo. En la reunión, le comentamos que el sector de la madera es primordial para fijar población en el medio rural. Próximamente, continuaremos con las conversaciones.
- ¿Cuál ha sido su primera demanda al Gobierno de Aragón?
- CAEMA es la asociación principal del sector de la madera y del mueble en Aragón, con empresas que realizan desde la primera a la última transformación, es decir, desde rematantes hasta fabricantes o carpinteros. Le comentamos que las ayudas que se establezcan deben ser para el sector y no para una empresa en concreto. No se puede ayudar a una empresa y que a los dos años se vaya al garete. Si hay dinero para repartir, deberían hacerse entre las empresas consolidadas en los diferentes territorios, que están aquí y que no se van a marchar, y no a empresas que no sabemos de dónde vienen y a las que, para que su negocio sea rentable, les damos dinero y materia prima prácticamente gratis. Las reglas del juego son las que son y no se puede favorecer solo a las empresas de la Comunidad Autónoma, pero en otras regiones se apoya más a las empresas locales.
- ¿Se refiere a empresas relacionadas con la biomasa, como Teruel Pellets, que recibió ayudas públicas cercanas al millón de euros para ser liquidada dos años después?
- Mi postura me la reservo, pero no veo a nadie del sector de la madera en ninguna de las empresas de biomasa que se han montado. Ha habido un boom o una burbuja con la biomasa, pero no es oro todo lo que reluce. Para que sea rentable, el coste de la materia prima tiene que ser muy bajo o tiene que recibir ayudas porque los trabajos para obtener biomasa del monte cuestan más que el precio que luego se recibe por los pellets. No obstante, en otras Comunidades Autónomas están haciendo rentable la biomasa. Por ejemplo, en Soria se está haciendo una fuente de calor para suministrar a hospitales y colegios, y las empresas suministradoras, que son de la zona, reciben ayudas. Aquí no se está potenciando su uso de la misma manera.
- La ampliación del periodo de contratación de cuadrillas para la ejecución de trabajos selvícolas por parte del Gobierno de Aragón, ¿afecta de alguna manera a las empresas del sector maderero?
- A las empresas de rematantes les resta mano de obra, pero este hecho afecta más a las empresas de servicios forestales. El tema de los retenes forestales es complicado porque trabajan con unos horarios y unos sueldos que la empresa privada no se puede permitir. Esto reduce la actividad de las empresas de servicios forestales, que cuentan con una asociación propia en Aragón. Pero la Administración pública también tiene que cumplir con sus compromisos.
- ¿Qué porcentaje de la madera que se produce se procesa o consume en Aragón?
- El pino que se produce en Teruel prácticamente se consume aquí, en las serrerías de la provincia. El chopo, aparte de que hay poco en la provincia, se consume principalmente en el Levante y un pequeño porcentaje en Aragón. En chopo y pino, falta madera en Teruel y en Aragón y hay que traer madera de fuera.
En cuanto al pino, se realiza aquí la primera transformación y se lleva a Levante y Cataluña para la fabricación de palets. Y el chopo se utiliza principalmente para fabricar embalajes para la fruta y la exportación. En Teruel tenemos Sarrimad, que entró en concurso de acreedores, y en Calatayud hay otra fábrica que también trabaja con chopo orientada a la exportación.
- ¿Qué medidas proponen para paliar este déficit?
- Desde CAEMA, le planteamos al consejero la necesidad de movilizar más madera, porque no es suficiente con sacar 500 hectáreas al año. Además, hay que potenciar el cultivo del chopo. Actualmente, se están plantando en España unas 1.000 hectáreas al año, pero hay estudios que constatan que hay demanda para 5.000. De hecho, hay que ir a Francia a comprar. Y las empresas turolenses tenemos que ir a Castilla a trabajar porque aquí no tenemos materia prima. Hay demanda porque hay consumo. Las empresas que trabajamos la madera tenemos que salir de Teruel y de Aragón porque no tenemos bastante madera.
- Entonces, ¿es necesario ampliar los aprovechamientos forestales?
- Haría falta que dejaran cortar más pino, lo que se hace mediante subastas públicas. Somos un sector con muy mala imagen, pero tirar más árboles no significa una mayor destrucción del monte, sino al revés. Hay que quitar árboles para que entre la luz y que el monte siga creciendo. No somos taladores de madera, sino gestores del medio rural y del medio ambiente. Los primeros que queremos vivir del monte somos nosotros. El monte hay que limpiarlo, hay que movilizar madera y más ahora, que hay demanda tanto de pino como de chopo.
- ¿Sería conveniente la creación de grupos empresariales más grandes?
- El sector está muy atomizado. En la provincia de Teruel, quedan pocas empresas dedicadas al chopo y algunas más al pino. Son negocios muy personales y peculiares. Tan solo hay grandes empresas como Finsa, que consume, pero de compra es difícil. En su día se intentó hacer cooperativas y por desgracia fracasó, porque sería lo mejor. En Francia, los explotadores de madera funcionan así. Gestionan plantaciones de chopo y pino y les dan a los particulares un beneficio por el uso de sus fincas. Aquí se ha hablado alguna vez de esa posibilidad, pero es difícil.