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Fabián Navarrete, escritor y cantante de la banda EFFE: “Mucho de lo que escribo tiene como objetivo cicatrizar algunas heridas” Fabián Navarrete, escritor y cantante de la banda EFFE: “Mucho de lo que escribo tiene como objetivo cicatrizar algunas heridas”
Navarrete debuta en la literatura de la mano de Libros del gato negro . David Rueda

Fabián Navarrete, escritor y cantante de la banda EFFE: “Mucho de lo que escribo tiene como objetivo cicatrizar algunas heridas”

El turolense ha plasmado en su primer poemario, ‘Entre asfalto y Luna llena’, cerca de 30 “canciones calladas”
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Fabián Navarrete, cantante y compositor habitual de la banda turolense EFFE, acaba de publicar su primer poemario. Entre asfalto y Luna Llena (Libros del gato negro) es una colección de casi 30 poemas, “canciones calladas”, como las define Navarrete, que ha ido escribiendo en la carretera entre concierto y concierto, ilustradas por José Luis Casino.

-¿Estos poemas podrían haber sido canciones y se quedaron en el camino, o nacieron ya para ser mudos?

-La verdad es que cuando empiezo a componer una canción suelo escribir la letra al mismo tiempo que la música, al menos la melodía. En este caso los versos nacieron sin música y se quedaron en textos, que normalmente guardo. Pero pensé que sería chulo recopilarlos, publicarlos, y meterme en un campo que, en realidad, no es el mío. 

-Es su primer libro, pero ha publicado muchas canciones en los tres discos de EFFE y antes con EL Frío... ¿Son actividades muy diferentes, o es lo mismo con otras herramientas?

-No estoy seguro, aunque sí que puedo decir que el proceso para mí ha sido parecido. Siempre digo que las canciones buenas son las que te salen de golpe, casi de repente. Y en cuanto a los poemas de los que he recopilado en el libro me ocurrió algo parecido. 

-Pero esa visión de la canción o del poema que surge de repente, casi de forma espontánea... ¿no es demasiado romántica?

-Bueno, cuando digo que la canción surge de repente, me refiero al esqueleto de la canción, a los pilares sobre los que se sostiene. Por supuesto que luego hay que pulirla mucho, modificarla en el local para que cada músico vaya haciendo sus aportaciones... 

-¿Por qué algunos poemas acaban siendo canciones y otros, como los de Entre asfalto y Luna llena, se quedan mudos?

-No sé... quizá no estuvieran destinados a convertirse en canciones, pero lo cierto es que no me sugerían esa musicalidad, ese ritmo. Yo suelo escribir y componer de forma muy musical, con ese punto que tiene el rock, pero con estos textos no fue tan claro. De todas maneras hay que tener en cuenta que la mayoría de estos textos los compuse durante los viajes en furgoneta con la banda, y en esos momentos vas sentado y no tienes la guitarra a mano. Como ya te he dicho que normalmente escribo y compongo la melodía al mismo tiempo, esos textos escritos sin guitarra tienen más papeletas de no convertirse en canciones, aunque en  un momento dado pueden tener frases que he utilice en algún tema musical. 

-¿El hecho de que el libro esté escrito en la carretera, determina de algún modo su temática?

-Allí es cuando más tiempo libre tengo, y en esas circunstancias piensas más y recreas situaciones o personajes que te vienen a la cabeza. Pero en general los temas que suelen interesarme son el amor, el desamor, las heridas abiertas y también el papel sanador de la música, porque muchas de las cosas que escribo tienen como objetivo hacer que cicatricen ciertas heridas. 

-Su estilo sigue siendo poco narrativo y poco explícito, con imprecisión calculada...

-Siempre he dicho que es mejor insinuar que enseñar, y en ese sentido no me gustan las letras directas, sino las que parecen divagar o son interpretables con dobles sentidos. Quizá tengan que ver las influencias de lo que he leído o escuchado a lo largo de mi vida. 

-¿Qué influencias son esas?

-Realmente, ahora que lo pienso no podría decirte algunas, concretas, más importantes que otras, porque yo creo que han sido muchísimas y muy diversas. Desde niño he estado abierto a todo, y he escuchado todo tipo de música o de estilos, aunque fundamentalmente rock. Sin embargo también me gusta la música electrónica... Creo que todo lo que te rodea en la vida te lleva a hacer las cosas de determinada manera, desde lo que estudias, a la televisión que ves, los profesores que tienes, las experiencias que vives... todo eso son influencias que van tallando tu forma de hacer las cosas. 

-Hábleme de las ilustraciones de ‘Entre asfalto y Luna llena’ 

-Pertenecen a José Luis Casino, que es un artista que ahora se dedica al tatuaje pero que tiene cien vertientes más. Ilustra unos catorce o quince poemas del libro y la verdad es que lo llena, la mitad de la obra es suya. 

-¿Fue sencillo transmitirle una idea lo suficientemente concreta como para plasmar en un dibujo?

-La verdad es que José Luis es capaz de leerme bastante bien la cabeza, así que desde el principio hemos estado en bastante buena onda, aunque también ha habido mucha comunicación. 

-¿Cómo está funcionando la banda EFFE ahora que la música en directo está como está?

-Pues bastante bien para la que está cayendo. Estamos trabajando temas nuevas para un cuarto disco, Diego Soriano se ha adaptado muy bien y le está dando un toque a las canciones que necesitaban, y estamos pensando en nuevos videoclips. Hemos hecho un par de directos durante estas semanas, aunque es evidente que los próximos meses no van a ser de bolos. La pandemia ha hecho que se nos caiga la segunda parte de la gira, aunque nosotros somos afortunados porque pudimos hacer, antes del confinamiento, unos veinte conciertos. Hay bandas que sacaron disco y no lo han podido llevar al directo. 

-Bueno, pero siempre se puede recuperar, ¿no?

-No es tan fácil... Cuando grabas un disco ya hace un año que lo has hecho, y si a eso le añades otro año puede ocurrir que, aunque nunca las hayas tocado, ya no estén en la onda de lo que buscas o quieres en ese momento, porque los músicos, como cualquiera, evolucionamos muy rápido.