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Faustino Terradas, comercial de una empresa trufera: “Hay mercado también para la trufa de Argentina, así hay producto fresco todo el año” Faustino Terradas, comercial de una empresa trufera: “Hay mercado también para la trufa de Argentina, así hay producto fresco todo el año”
Faustino Terradas, en Mora de Rubielos durante el curso de truficultura de la UVT

Faustino Terradas, comercial de una empresa trufera: “Hay mercado también para la trufa de Argentina, así hay producto fresco todo el año”

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Cruz Aguilar

Faustino Terradas trabaja para la empresa Trufas Nuevo Mundo, una de las pioneras que está cultivando Tuber melanosporum en Argentina. Hace unos días estuvo en Mora de Rubielos participando en el Curso de Truficultura Práctica organizado por la Universidad de Verano de Teruel y la Fundación Antonio Gargallo.

- ¿Es la primera vez que está en España por la truficultura?

- No, el año pasado ya participé en un curso de la Universidad de Vic, donde también había algunos de los ponentes que están aquí este año. 

- Por qué le interesa la truficultura, ¿tiene plantaciones?

- Yo trabajo en Argentina para una empresa que se llama Trufas Nuevo Mundo, tenemos 50 hectáreas plantadas con más de 20.000 árboles que producen Tuber melanosporum, vengo a seguir aprendiendo porque en el mundo de la trufa todo el tiempo tienes que seguir aprendiendo.

- ¿De qué se ocupa en la empresa?

- Estoy en la parte comercial, me dedico a la venta de las trufas, que ya cosechamos en 2016. Quien se encarga de todos los aspectos de la plantación es Tomás de Hagen, un ingeniero forestal. Sin embargo compartimos muchas cosas porque en esto de la trufa hay aspectos nuevos y muchas cosas que hay que aplicar.

- No es la primera vez que su empresa visita las plantaciones de Teruel, ¿verdad?

- Yo pasé el año pasado, pero en el curso no estuve, visité Teruel, Mora de Rubielos y Sarrión.

- ¿Qué cree que le puede aportar el Curso de Truficultura Práctica?

- De todo, la verdad es que los ponentes son todos muy buenos y muy reconocidos. El curso está muy bien en cuanto a presentación de investigaciones y a la vez está Julio Perales, que comparte las experiencias propias, algo que es bastante difícil. A mí me sorprendió y me gustó, fue la sorpresa del curso porque que alguien con tanta experiencia y tan reconocido a nivel mundial comparta sus experiencias, porque no las comparten muchos truferas en España, está muy bien, eso es de donde más se aprende.

- Dice que en 2016 su empresa comenzó a recolectar trufas, son de las primeras que se cogen en Argentina, ¿no es así?

- Sí, son de las primeras, pero hay otra empresa que cosechó  antes, serán las segundas que se recolectan, porque hay otras empresas, un par de campos más, que cogieron en 2014. Nosotros cogimos nuestras primeras en 2016 con plantas de cuatro años. 

- ¿Plantas de cuatro años? En España es impensable.

- Sí, yo cuando hablo con personas de acá y comparto experiencias me dicen que tienen plantas de cinco y hasta de siete y que no cogen nada.

- ¿En qué parte de Argentina cultivan las trufas?

 - Nosotros estamos en Espartillar, al sur de la provincia de Buenos Aires, para que se hagan una idea a unos 530 kilómetros de la capital, cerca de la Ruta 33, en la franja media hacia abajo.

- ¿Qué diferencia hay entre la forma de cultivar trufa en Argentina y la de España?

- A mí me llama muchísimo la atención que tienen maleza pero no tanta como nosotros, que tenemos pasto y nos vuelve locos, nuestros campos están todos verdes, apenas encuentras la trufa. Acá su tierra es caliza, con piedras, y no tienen ese problema. Después las precipitaciones que tienen aquí no son las mismas.

- Para coger en cuatro años ustedes tendrán mucha más agua, ¿no es así?

- Sí, más o menos 700 milímetros anuales, frente a los 200 de acá. Además tenemos riego, sobre todo para los meses de verano, que no nos llueve nada y lo necesitamos.

- Ustedes cosechan la trufa en verano, cuando la nuestra se está formando.

- Sí, en el verano europeo, cosechamos más o menos del 15 de mayo a la primera semana de septiembre. 

- ¿Cree que tenemos mercado para todos?

- Sí porque hay trufa fresca todo el año.

- ¿Su trufa es de calidad?

- Muy buena, de hecho vinieron unos productores de Soria y vieron la calidad de la trufa negra y les gustó. Sabemos que somos jóvenes, que mejorar la calidad lleva trabajo, que tenemos que ir año a año, pero la verdad es que para ser las primeras es muy buena calidad. De hecho nosotros vendimos a restaurantes de Buenos Aires y las aceptaron muy bien, son chefs que tienen experiencia de haber trabajado el producto en Europa, entonces eso nos deja tranquilos y nos da alegría porque tantos años esperando han merecido la pena.

- ¿De qué producción estamos hablando, cuántos kilos cogieron en la última campaña?

- Tenemos 50 hectáreas de las cuales estos dos años tenemos 25 hectáreas en plantación y sacamos casi 15 kilos.

- 15 kilos de 25 hectáreas en el primer año de producción no está mal,  ¿no?

- No está nada mal, de hecho si nos ponemos a mirar con detalle, las plantas que producen de esas 25 hectáreas bajaríamos a unas 17, lo que significa casi un kilo por hectárea, no está nada mal. 

- ¿Qué precio alcanzaron sus trufas en el mercado?

- Parecido al de aquí, creo que eso es importante, mantener el precio de un producto tan requerido y muy lujoso, que cuesta tanto tenerlo. Con esto de las plantaciones no beneficia a nadie entrar en competencia de precios, creemos que hay que mantener esos precios porque la verdad es que se justifican porque es un producto increíble.