

Fernando Cortel, herrero de Mora de Rubielos: “Que se aprecie un trabajo de forja depende más de que tú lo pongas en valor que del público”
“A quien quiera emprender yo le recomendaría que aprenda bien el oficio y que se forme como empresario”La Fragua de Mora ofrece clases gratuitas de forja a los aficionados
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Fernando Cortel lleva 20 años al frente de La Fragua de Mora de Rubielos, una herrería que fundó junto a su socio, Álvaro Salvador.
-¿Cómo surge ese taller, esa fragua?
-El taller surge porque desde siempre he tenido la inquietud de ponerme un negocio, de lo que fuera. Me ha gustado emprender. Yo estaba estudiando electrónica y mi idea era trabajar fuera, pero a raíz de una herencia que recibí, elegí quedarme en el territorio y buscarme un trabajo de lo que entonces sabía hacer, soldaduras, estructuras, pintura, instalaciones eléctricas. Con la suma de todo eso, busqué un trabajo acorde y encontré en Cedrillas.Ahí me formé durante cinco años. Y en 2005 surgió la oportunidad de un traspaso de un taller aquí en Mora, dedicado también a estructuras. No era un taller como tal, pero vi que era el momento, hice trato con ellos y, sin más estudio de mercado, me metí, pensando que ya vendría la gente, y así fue.
-¿Había antecedentes familiares en el oficio?
-Sí, tengo familiares que han sido herreros, mecánicos, torneros… Aunque no había una línea sucesoria como tal, la afición por el hierro está muy presente en mi familia paterna.
-¿Empezó usted solo o con algún socio?
-Empecé con Álvaro Salvador, de Olba. Nos recomendaron constituir una sociedad para emprender. Trabajar solo es muy limitado, y contar con un socio era la fórmula ideal para arrancar, y seguimos juntos, aún forma parte de la sociedad, aunque actualmente está de baja desde hace tiempo.
-¿Cómo ha evolucionado su empresa en estos 20 años?
-Mucho, sobre todo en el plano mental. Al principio crees que una empresa es solo saber trabajar, que el trabajo viene solo. Pero con el tiempo te das cuenta de que necesitas estrategia, conocimientos empresariales, contabilidad, márquetin, gestión de equipos... Hemos pasado de ser ejecutores a empresarios. Si solo te centras en la producción, acabas siendo únicamente un taller. El desarrollo personal y empresarial ha sido clave.
-¿Con cuántos trabajadores cuentan actualmente?
-Somos dos en producción, una trabajadora a media jornada en oficina y los dos socios.
-¿Sigue siendo la estructura metálica su principal actividad?
-No, ahora nos centramos más en la forja y en la carpintería metálica en hierro, rejas, barandillas, balcones, puertas metálicas, pasamanos… Aunque poco a poco vamos desarrollándonos también hacia el diseño, la escultura y la forja artística, que es lo que nos gusta, nuestro objetivo.
-¿Qué tipo de cliente tiene?
-Actualmente trabajamos para constructores, parejas que hacen reformas, ayuntamientos, arquitectos y decoradores. Nuestro cliente ideal son personas que construyen su propia casa y necesitan elementos como barandillas o balcones, así como decoradores e interioristas.
-¿Cree que se valora hoy el trabajo de forja?
-Sí, totalmente. Pero que se valore depende más de uno mismo que del público. Si tú lo defiendes, lo pones en valor, lo explicas y transmites su utilidad, la gente lo entiende y lo aprecia. A veces decimos que no se valora, pero es porque nosotros mismos no lo valoramos como deberíamos. En mi caso, mis clientes lo valoran y así me lo hacen saber.
-¿Ha cambiado el mercado en cuanto al uso del hierro?
-Sí, sobre todo en construcción, que es nuestro fuerte. El hierro ya no se ve tanto en barandillas o balcones como antes. Se usan más materiales como acero inoxidable, cristal o incluso obra. Eso nos resta trabajo tradicional, pero el hierro sigue siendo esencial en la construcción, aunque a veces esté más oculto. Por eso es tan importante saber venderlo, aplicar técnicas de venta, y seguir formándonos.
-¿Qué consejo le daría a alguien que quiera emprender?
-Primero, que aprenda bien el oficio. Pero, sobre todo, que se forme como empresario. Que estudie márquetin, contabilidad, gestión, educación financiera… Todo eso no se enseña en las escuelas y es tan importante como el propio trabajo manual. Uno puede tener éxito empresarial sin saber hacer el trabajo directamente si sabe llevar bien el negocio. Mi consejo es que se forme en gestión desde el principio, así se ahorra años de malas experiencias.
-¿Cómo celebraron sus 20 años de trayectoria?
-Hicimos un evento el 26 de abril en el cine-teatro de Mora. Invitamos a clientes, proveedores, familiares y amigos. Repasamos la historia del taller, conté historias relacionadas con la forja, enseñamos productos y presentamos proyectos. Entregamos los primeros Premios Forja como reconocimiento a clientes y proveedores destacados. Fue muy emotivo, hubo abrazos y lágrimas, gustó mucho y algunos empresarios me comentaron que más empresas deberían hacer eventos como este.
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