Fidel Comas Vic, fotógrafo jienense: “Reivindico que en el mundo del arte se puede hacer desnudo femenino sin sexualizarlo”

Fidel Comas Vico es un fotógrafo profesional, nacido en Alcaudete (Jaén), proclamado ganador del XVI Certamen Internacional de Fotografía de Andorra. La exposición del concurso está actualmente en la Casa de Cultura de la villa minera, hasta el 29 de septiembre. Del 4 al 24 de octubre visitará el edificio de Bellas Artes en Teruel.

-Las fotografías premiadas, ‘Circus’, pertenecen a una serie más amplia, ¿no es así?

-Sí, se trata de un proyecto que comencé en 2020, y que todavía permanece abierto y en producción. En la actualidad está formado por 25 fotografías, están impresas en gran formato, de 100x100 cm, sobre PVC con la idea de ser expuesto en diversos lugares. Y a partir de esas imágenes voy sacando series más pequeñas.

-¿Por qué dedica este proyecto precisamente al  mundo del circo, en su sentido más clásico?

-Me gusta mucho la estética de Tim Burton y decidí ir por ahí, también con referencias a Eugenio Recuenco, con sus composiciones y su forma de iluminar. El concepto y la idea del proyecto surgió a través de observar cómo las personas nos comportamos de forma diferente en función de las circunstancias, normalmente para satisfacer las expectativas que creemos que tienen las personas con las que nos encontramos día a día. Dependiendo de nuestra personalidad van surgiendo los personajes de los que hablo en este proyecto, con imágenes que hacen referencia a la envidia, a la autoestima, a los miedos personales...

-¿Por qué eligió precisamente las cuatro fotografías que envió al Certamen Internacional Villa de Andorra?

-Las seleccioné porque presentan personajes diversos, más diferentes entre ellos, y al mismo tiempo tienen mucha coherencia en cuanto a color, composición y elementos que aparecen. Busqué que fueran agradables a la vista y al mismo tiempo que dieran sensación de unidad.

-¿Cuando planifica cada imagen tiene en mente personas concretas, o habla más bien de cualidades generales?

-No, no pienso en casos particulares sino en personajes que son arquetípicos pero que representan rasgos generales.

-Todas las imágenes de la serie aparecen dentro de un escenario muy neutro. ¿Por qué? ¿No supone para usted limitar un recurso, el del fondo, que podría haber explotado?

-Todos los modelos están situados en la misma habitación, con la diferencia del maquillaje y del atrezzo. Trato de mostrar que la vida a veces es como un circo, pero en el que el escenario no es lo relevante, sino que lo es el propio personaje, la bambalina, la persona cuando está en esa zona privada del circo. De alguna forma busco que el fondo no desvíe la atención sobre el personaje, que es lo importante, y también sugerir la sensación de que la fotografía tiene lugar sobre el escenario de la vida.

-Las modelos fotografiadas tienen un gran trabajo detrás de bodypainting -maquillaje corporal-. Cambia el proceso fotográfico de un modelo completamente maquillado a otro al natural?

-No demasiado. Yo trabajo con las luces muy bien ajustadas, y en ambos casos tienes que poner cuidado en no perder la textura de la piel, o en este caso del maquillaje. Yo trabajo con la maquilladora corporal Vanessa Martín, con quien ya he colaborado en anteriores proyectos, como uno que realicé sobre Cuba, y volví a contar con ella para este porque me gusta la forma en la que aporta cosas a mi trabajo.

-¿Qué géneros fotográficos cultiva habitualmente?

-Desde el punto de vista artístico lo que más hago es desnudo artístico. De hecho este proyecto comenzó a raíz de ver que en los últimos años el desnudo en fotografía se estaba sexualizando excesivamente.

-¿En qué sentido?

-Pues desde la forma de concebir la imagen por el fotógrafo, buscando poses sugerentes que en mi opinión entran dentro del erotismo, hasta los comentarios que suscitan en las redes sociales. Creo que una simple colección de modelos de baño estaba adquiriendo una enorme connotación sexual. A mi me parece muy respetable el trabajo de los demás, pero yo estudié arte y el desnudo femenino me parece algo tremendamente respetable en el mundo del arte. Así que me propuse reivindicar que se puede trabajar el desnudo femenino sin sexualizarlo, algo que ya he hecho en anteriores trabajos.

-¿Cree que ha cumplido esa premisa?

-Estoy convencido de que sí. He expuesto en muchos lugares y la opinión que me llega de la gente es que puede seguir trabajándose el desnudo femenino sin connotaciones sexuales. Muchas personas que ven estas fotografías no ven desnudos, en algunas ocasiones solo se dan cuenta a posteriori que las modelos no llevan ropa.

-¿Le queda mucho por explorar en la serie ‘Circus’?

-Quedan personajes por fotografiar, efectivamente, pero el proyecto está en su última fase, casi finiquitado. De hecho ya tengo más proyectos fotográficos en mente, que tienen que ver más con la fotografía fuera del estudio. No sé si es por salir un poco y desintoxicarme del trabajo en el estudio, pero mi objetivo es hacer algo que compagine el paisaje y el desnudo femenino.