Florencio García Madrigal, comisionado para la Infancia en Aragón: “La Ley de la Infancia contempla ya los abusos telemáticos y en redes”

Florencio García Madrigal es el comisionado para la Infancia en Aragón, un cargo que se creó en febrero del año 2020 y que solo existe en Aragón.

-¿Qué funciones tiene un comisionado para la Infancia en un lugar como Aragón?

-Es importante ver que hay muchas materias de carácter transversal y, desde ese punto de vista, una segunda legislatura de un gobierno requiere ir más allá de un departamento concreto que tiene sus tareas y trabajar la cooperación de  los distintos departamentos. Se creó justo antes de la pandemia y fue una idea afortunada, la crisis nos ha dado la razón.

- ¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrentan los menores aragoneses?

-Hay que analizarlo desde el ámbito de la covid, se han abierto brechas de diferentes tipos, como la digital, la acomodación a los procedimientos de la escuela, mucho riesgo en algunos hogares por violencia doméstica, acompañamiento escolar... y se ha producido otra disquisición sobre el tema de la conciliación. Luego está la infancia vulnerable bien por pobreza, discapacidad o por ser migrante, esos colectivos se han visto más afectados por la brecha social, digital, económica y de salud.

-¿Existe en la comunidad gran riesgo de exclusión social?

-Realmente Aragón tiene una tasa de paro inferior a la media nacional y Teruel casi dista 5 puntos para bien en la media nacional y realmente tenemos problemas pero están aminorados respecto al conjunto nacional. Sigue existiendo pobreza, pero la pobreza en España es insultante, la infantil está nueve puntos por encima del promedio europeo y nosotros estamos cinco puntos por debajo del promedio nacional.

-¿Qué factura va a pasarle la covid a la infancia?

-En la reunión mantenida hoy en Teruel alguien reflexionaba cómo se ha interrumpido el ciclo de aprendizaje en los niños más pequeños, que el 50% de su vida han estado sin convivir con iguales ni con la orientación pedagógica. Se ha perdido la presencia de la socialización, con lo que conlleva la escuela en lo educativo, lo alimentario y los buenos usos sociales, eso se ha traducido al abuso por ejemplo de pantallas, han desplazado la convivencia y puede suponer retardos en la socialización, en la relación y en los aprendizajes. Se han creado situaciones que requieren asesoría emocional y recuperar los déficits que se hayan podido producir.

-Se ha reunido en Teruel con diferentes colectivos que trabajan con la infancia en la provincia, ¿cuál era el objetivo del encuentro?

-Se trataba de establecer un vínculo, la telemática nos ha permitido mantener relaciones pero hay que recuperar la presencia. Ha sido una buena representación porque han estado los servicios sociales, la escuela infantil, los padres del medio rural, los del medio urbano, los maestros, la participación ciudadana, las asociaciones de migrantes…

-¿Hay algún aspecto  sobre la infancia que afecte concretamente a Teruel?

-En Teruel hay una cuestión fundamental y es que de las tres comarcas que hay en Aragón con menos del 10% de la población menor de 18 años una es la Sierra de Albarracín, mientras que las otras dos están en Zaragoza, son las de Belchite y Daroca. Hay que recapitular todo, poderes públicos, organizaciones, familias… Debemos reflexionar sobre los relevos generacionales y la proyección que hay de 2020 a 2035 nos indica que va a haber una caída del número de menores de 3,10 puntos, al menos deberíamos aspirar a ese crecimiento vegetativo y a poder generar recursos poblaciones para que hubiera menores por cuestión de equilibrio. Teruel tiene el menor porcentaje de población infantil de las tres provincias, es del 15,5 y en Aragón es del 16,7, me gustaría hacer esfuerzos para que el tesoro que supone la infancia y el relevo generacional tuvieran nutrientes poderosos en toda la provincia, no solo en las zonas de capitalidad.

-¿Cómo se puede impulsar?

-Hoy se hablaba del ámbito de la PAC, que debería generar riqueza en el ámbito rural por cuestión de mantenimiento del territorio y de medio ambiente. Generar no solo las habilidades clásicas, como sanidad o educación, sino en otros términos, como por ejemplo el telématico. Pero es importante la revolución de las mentalidades también, más allá del análisis económico o de costes, hay que creer en la importancia de la familia y de los hogares con menores. El hecho de que sea una sociedad menos castigada por la tasa de paro nos tiene que permitir generar más apoyos para la conciliación laboral.

-Hace ahora justo un mes, el 5 de junio, entró en vigor en España la Ley de Protección a la Infancia, ¿qué supone?

-Es una ley histórica, un gran paso porque supone institucionalizar y constitucionalizar toda la lucha contra la violencia hacia la infancia en todas sus formas, no solo en términos de castigos físicos, sino también de integridad moral, psicológica, no se puede hacer ciberacoso o generar ludopatías. Tiene carácter orgánico y es una revolución, lo más llamativo es que antes los delitos de carácter sexual con menores prescribían, ahora empiezan a caducar 15 años después de cumplidos los 35 años.

-¿Destacaría algo más?

-T¡odos los españoles tenemos que denunciar si encontramos situaciones de acoso o de maltrato a menores. Supone dar rango de ley a algo que ya está recogido en la constitución que es la protección del menor. Un capítulo que me interesa mucho de la ley es todo lo que tiene que ver con las redes y lo temático, porque teléfono móvil hay en todos los hogares aragoneses, es una herramienta de relaciones sociales que está ahí y es un mundo abierto a los abusos, a la delincuencia o el exhibicionismo.