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Fran Martín, presidente de la Federación de las asociaciones de Las Bodas de Isabel: “Los grupos somos el decorado y lo que envuelve la leyenda de Los Amantes” Fran Martín, presidente de la Federación de las asociaciones de Las Bodas de Isabel: “Los grupos somos el decorado y lo que envuelve la leyenda de Los Amantes”
Fran Martín, presidente de la Federación, en la exposición de ‘Signum’

Fran Martín, presidente de la Federación de las asociaciones de Las Bodas de Isabel: “Los grupos somos el decorado y lo que envuelve la leyenda de Los Amantes”

El proyecto ‘Signum’ va a dar visibilidad a las jaimas durante la próxima edición de Las Bodas de Isabel
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Fran Martín es el presidente de la Federación de las asociaciones de Las Bodas de Isabel de Segura, entidad que se formó hace 15 años y está formada por 149 grupos. Hasta mañana se puede visitar de forma gratuita en la sala de la Muralla una muestra con los pendones de todos ellos. Un nuevo proyecto que la Federación ha lanzado con el nombre de Signum y el patrocinio de Ambar.

-Lleva desde que se fundó la Federación en su junta directiva, primero como secretario y ahora como presidente. ¿Cómo ve la evolución de la fiesta?

-Es algo que ni en los mejores sueños nos podíamos imaginar. Empezamos 29 asociaciones y somos 149, con Ambar, que lo hemos hecho grupo de honor con su Abadía de San Arnoldo. 

-En estos tres lustros hubo unos años de crecimiento exponencial del número de grupos y en estos últimos años se ha frenado ese crecimiento. ¿A qué es debido?

-Hay un momento en el que ya no tenemos espacio. Hay gente que después de Las Bodas, en marzo o en abril, llaman porque quieren hacer un grupo para el año siguiente pero les decimos que ya ni si quiera caben en los alrededores de la plaza de toros y se van a tener que ir más lejos. Además, hay que hacer una memoria histórica, preparar la jaima, los útiles, el fuego. Todo es dinero al principio pero sobre todo lo que a la gente le preocupa es la ubicación. En el Centro no tenemos un metro cuadrado disponible, es imposible meter más de lo que hay. Esto les tira para atrás. Los últimos años de crecimiento de grupos es cuando habilitamos los espacios de la plaza de toros.

-¿Las personas interesadas siempre pueden incluirse en otros grupos ya existentes?

-Los grupos son asociaciones culturales y como tales son capaces de absorber y dejar gente, como cualquier otra asociación. Es algo vivo y tienen la capacidad de tener más o menos gente. Lo que está prohibido es vender la jaima. Tiene que permanecer la memoria de los grupos y la gente que entra nueva se tiene que empapar de lo que es ese grupo. No se puede transformar la fiesta en otra cosa que no sea esto.

-Además de acoger a los grupos, también han trabajado en otros proyectos, como el que se puede visitar estos días en la Muralla de Teruel.

-Primero hicimos el proyecto del libro y ahora el proyecto de señalización con los nuevos pendones y la incorporación de las nuevas tecnologías con sus códigos QR. La carga de trabajo que supuso la incorporación de nuevos grupos ya ha bajado, empiezan a andar solos y ahora nos podemos dedicar a estas cosas.

-Supone trabajar durante todo el año pensando en Las Bodas de Isabel. ¿Cuánto tiempo llevan trabajando con este proyecto?

-La idea partió del último año que estuvo Quino Meléndez como presidente. Desde entonces hemos estado prácticamente dos años viendo cómo enlazábamos toda la información de los grupos con los diseños y con los planos que se han colgado en la página web de la federación. La elaboración de un libro sobre los grupos nos ha facilitado la tarea y como mínimo llevamos año y medio con el proyecto Signum.

-No decae entre los grupos las ganas de hacer cosas durante Las Bodas. En el programa desaparecen actos pero aparecen otros nuevos. 

-Esto está vivo. Algunos dejan de hacerlo por el motivo que sea pero luego se les ocurre a otros nuevos actos. Nosotros les ayudamos y les contestamos a todas sus dudas. Les damos ideas para que al final completemos el programa. Siempre he dicho que alguien no puede venir a esta fiesta y quedarse sin ver nada. Si alguien quiere ver las cinco escenas fundamentales de la leyenda, puede que se quede sin ver nada, porque hay que estar dos horas antes, pero para eso estamos nosotros, para que puedan ver demostraciones de los oficios, por ejemplo. Es una fiesta dinámica para que todo el rato se puedan ver cosas. Se trata de que la fiesta se complete. Somos el decorado y lo que envuelve la leyenda. Queremos que la gente se vaya de esta fiesta diciendo que merece la pena porque han podido ver cosas o le han invitado a un vino o un plato de vino porque la hospitalidad de los grupos es brutal.

-En 2021 se podría pedir que Las Bodas de Isabel de Segura sean Fiesta de Interés Turístico Internacional. ¿Están por la labor?

-Estamos esperando que llegue el día en el calendario. Hay que recoger toda la documentación de estos años, como ya hicimos con la petición de fiesta de interés primero autonómico y luego nacional y promocionar la fiesta a nivel internacional para que luego sea reconocida. La Fundación tiene los contactos para ello.