Francesc Anguas, aficionado a la ornitología: “Las entradas y salidas de las grullas al dormidero en Gallocanta son espectaculares”
“En noviembre se les notaba muy nerviosas, cambiaban mucho de ubicación, ahora ya han vuelto a sus rutinas”Francesc Anguas es de Barcelona y un gran aficionado a la observación de pájaros. Cada año se desplaza hasta la laguna de Gallocanta con su autocaravana para observar a las grullas a lo largo de todo el día. Esta campaña ha estado dos veces, en noviembre, que las notó más nerviosas, y ahora, que ya han recuperado su actividad normal.
-¿Cuánto tiempo lleva observando pájaros?
-Muchos. Desde pequeño me gustaban, pero luego, por cuestiones de trabajo, no me pude dedicar. Ahora estoy jubilado y puedo dedicarles más tiempo. Vengo desde cerca de Barcelona y, ya que hago el viaje, suelo quedarme cuatro o cinco días.
-¿Qué tienen de especial las grullas para quienes son aficionados a la observación de aves?
-Una de sus características es que son gregarias, van en grupo. Las entradas y salidas al dormidero son muy espectaculares. Es un animal que viene de muy lejos, siguen rutas fijas, se mueven en familia y muchas veces vienen con las crías del año. Tienen una serie de características que las hacen muy interesantes.
-También hay grullas anilladas. Estaba observando algunas ahora mismo. ¿Qué información aportan esas anillas?
-Cuando vemos una anilla, volcamos la información en una plataforma. En esa plataforma queda registrado todo, las observaciones del ave y, a lo largo de su vida, se puede saber el itinerario que ha seguido, los lugares donde pasa el invierno, donde cría y los puntos donde se detiene, porque a lo largo de la ruta hay diferentes lugares de control donde se va anotando.
-Ahora ha venido en diciembre, pero otras veces viene en febrero. ¿Qué diferencia hay? ¿Se notan comportamientos distintos en su ruta hacia la invernada con la del criadero?
-Sí, es muy diferente. Incluso este año estuve también en noviembre y entre noviembre y ahora hay diferencias. Ahora están mucho más relajadas; parece que una mayor parte va a pasar el invierno aquí. En noviembre estaban más de paso, se las notaba más nerviosas, venían cansadas del viaje, querían comer y buscar la oportunidad para continuar el camino. Ahora no, ahora hacen su rutina, salen a comer, vuelven, descansan un poco y regresan a dormir.
-¿Cree que se notó la gripe aviar en su comportamiento?
-Yo este noviembre sí observé que estaban mucho más dubitativas dentro del dormidero. Estaban muy inquietas. Otros noviembres pasaban mucho tiempo en un lugar si encontraban comida, pero este pasado permanecían poco tiempo en los sitios y cambiaban mucho de ubicación. Se las notaba inquietas en general. No sé si era por la gripe, pero son animales con comportamientos muy rutinarios y eso sí que llamaba la atención.
-¿Siempre viene a Gallocanta a ver grullas?
-Sí. Me gusta la laguna, me gusta caminar alrededor de ella, hay rincones muy bonitos y paso unos días muy agradables aquí.
-¿Se relaciona con otros aficionados de la zona del Jiloca?
-En principio no. Soy miembro de la Asociación de Amigos de Gallocanta desde hace muy poco, pero personalmente no conozco a nadie.
-¿A qué otros lugares acude para observar aves y qué especies le llaman la atención?
-Hace poco estuve en el delta del Ebro, que lo tengo más cerca de casa. En años anteriores, aprovechando viajes por otras circunstancias hacia la provincia de Zamora, visitaba las lagunas de Villafáfila, un lugar que me gusta mucho y es muy interesante. También he estado en las Tablas de Daimiel.
-¿Qué aves ha ido a ver en esos lugares?
-En Villafáfila se pueden ver aves invernantes, como las avutardas. A veces te sorprenden especies que no esperarías encontrar allí: gansos, aunque ya no hay tantos como antes; antes bajaban miles y miles y ahora no son tantos. Sin embargo, por ejemplo, hay más tarros blancos que antes.
-Y aquí en Gallocanta ahora también hay flamencos.
-Sí, flamencos también.
-Son una presencia más reciente. ¿Venía a la laguna antes de que estuvieran los flamencos?
-No lo recuerdo con claridad. Lo que sí percibo es que cada vez hay más, o al menos esa es mi sensación. Aportan mucho color al paisaje. Es muy bonito verlos volar en bandada.
-¿Cuál es la mejor hora para observar las grullas?
-Depende, pero cuando las encuentra paradas comiendo es lo mejor, al menos en mi caso. Me coloco en el observatorio que hay junto al Centro de Interpretación de la Laguna de Gallocanta en Bello porque es una distancia a la que las puedo ver bien, comprobar si llevan anillas e incluso fotografiarlas. Para mí es ideal así.
-Incluso con un día nublado como hoy.
-Sí, incluso mejor, si hay mucho sol se produce reverberación, cuesta ver las patas. Con este tiempo se observa mejor.
-Este año parece que hay menos grullas.
-Eso de las cantidades es relativo. Si se fija en los censos, puede haber mucha variación de una semana a otra. Puede venir un día y haber 5.000, a la semana siguiente 12.000, luego 20.000 y después solo 3.000. No depende solo de la temporada, sino de los movimientos dentro de la propia temporada.
