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Goyo Josa, escritor: Goyo Josa, escritor:
Goyo Josa, con el libro que acaba de editar y que ya está disponible en los establecimientos de Alcalá de la Selva

Goyo Josa, escritor: "Mi libro busca dejar constancia de toda esa cultura de los pueblos que se está perdiendo"

"La obra es un popurrí de momentos que nos han marcado, y aún nos marcan, el ritmo de la vida"
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Cruz Aguilar

Goyo Josa vive a caballo entre Alcalá de la Selva, donde es propietario de un secadero de jamones artesanos, y Valencia, ciudad en la que regenta una clínica de podología. Además, es un apasionado de la escritura y acaba de autoeditarse su primer libro, Escuchando silencios, dedicado a su localidad natal.

-¿Este libro es lo primero que escribe?
-Esta obra recoge algunas de las publicaciones que ya había hecho antes en mi página de Facebook e Instagram, llamada La libretica de Gori.

-¿De qué va Escuchando silencios?
-Es un popurrí de momentos que nos marcaron y aún nos marcan el ritmo de la vida a muchos de nosotros, y aunque algunos de ellos pudiera parecer que ya pasaron, permanecen muy vivos dentro del baúl de las memorias donde se encuentran reposando. Solo que acontecieron en un tiempo que aunque el paso de la vida va ordenando en pasados, algunos navegantes de los mares de sueños queremos reflotar a este presente y, por qué no, a futuros que queden por venir.

-¿Destila una gran dosis de melancolía?
-Aunque no era esa mi intención, la realidad es que sí porque muchos de esos momentos son de mi infancia, tienes un recuerdo de esa época que produce cierta melancolía por el cambio de los tiempos.  Es más bien la nostalgia provocada por aquello vivido, junto con  la esperanza de que otros momentos venideros puedan también vivirse y revivirse, señal inequívoca de que la vida de Alcalá sigue adelante y que aflora de su aletargamiento con todo el esplendor de que es capaz.

-¿Son experiencias propias?
-Es una mezcla, en algunos mezclo diferentes realidades, otras cuento vivencias y otras cuento cosas que se vivían o se viven. Yo puedo ser protagonista, coprotagonista, verlo desde fuera o lo transformo a mi manera.

-¿Por qué se lanza a autoeditarse este libro?
-Porque mis relatos en redes sociales no llegaban determinadas personas, me lo había pedido gente que por internet no se maneja y, al hacerlo y tenerlo en mis manos he sentido una satisfacción personal muy grande, le di un valor a esos escritos muy superior al que tenían cuando sólo estaban en redes.

Tipo de lector

-¿A quién va dirigido?
-No es para un público concreto, pero sé que a la gente que tiene vinculación con Alcalá o con algún pueblo les gustará, porque los hechos, aunque nos parezcan particulares, son generales al resto de los pequeños municipios. De hecho, me he sorprendido porque hay mucha gente de otros lugares  al leerlo se sienten partícipes de esa añoranza y melancolía que provoca haber vivido en un pueblo. Ha tenido cierta aceptación entre gentes que no son de Teruel.

-¿Cómo se articula el libro?
-Tiene varios apartados, cada uno con sus capítulos. Hay uno genérico con cosas de Alcalá, otro dedicado a las realidades que se vivieron en la pandemia; otro  habla del cerdo y el jamón y hay uno, de gran importancia para mí, que está centrado en la Virgen de la Vega. El último tiene a los masoveros y la forma de hablar que había y que sigue habiendo en nuestros pueblos como protagonistas. Ese es el auténtico aragonés para mí, son palabras de cada localidad muy particulares.

-¿Por qué el jamón y cerdo tienen un lugar tan destacado en tu libro?
-El jamón identifica toda mi vida por el secadero de jamones familiar que mantengo y también algunos de los logros, como el diploma de Maestro Artesano del Jamón en Aragón, que soy la única persona que lo tiene. También por otras cuestiones, como lograr que el Secado al Natural sea Patrimonio Inmaterial por la Unesco.

-¿Aunque no es un libro biográfico son anécdotas vitales?
-Sí tienen una base real, mía o de amigos y familiares, intento reflejar la vida del pueblo, aunque luego el resto del relato es literario. También quiero que sirva para dar a conocer entre las nuevas generaciones cómo se vivía antaño para bien y para mal. Ese  patrimonio, sean costumbres culinarias o vivencias, es el del pueblo y con la caída que está teniendo ahora el medio rural quiero que, al menos, que quede constancia de lo que ha habido.

-¿De qué le viene la afición por la escritura?
-Cuando estudiaba me gustaba mucho la lengua y la literatura, aunque me decanté por las ciencias porque los padres de todos de esa generación querían que fuéramos médicos o ingenieros, en ese momento escribí alguna cosa, incluso poesía, y es algo que retomé muchos años después, incluso me he matriculado en Filología Hispánica.  Cuando estudias ciencias te parece que la parte de las letras la tienes más que sabida, pero no es cierto ni muchísimo menos.