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Graciela Delvene, paleontóloga del Centro IGME-CSIC y jurado del Premio Paleonturología: Graciela Delvene, paleontóloga del Centro IGME-CSIC y jurado del Premio Paleonturología:
Graciela Delvene, científica del IGME-CSIC y jurado del Premio Paleonturología

Graciela Delvene, paleontóloga del Centro IGME-CSIC y jurado del Premio Paleonturología: "Divulgar la ciencia no es nada sencillo, y de hacerlo bien, se llegará más a la sociedad"

"Nos decantamos por el trabajo ganador por lo atractivo del tema y para darlo a conocer para captar vocaciones"
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Graciela Delvene es científica titular del Centro Nacional IGME-CSIC en Madrid y fue miembro del jurado del último Premio Paleonturología que otorga cada año la Fundación Dinópolis al mejor artículo científico sobre paleontología.

-¿Qué le parece un premio como Paleonturología?
-Me parece muy importante que se le dé reconocimiento a una disciplina como la paleontología. Es una forma de llevar esta ciencia, cada vez menos desconocida, a la sociedad.

-¿Cómo fue su experiencia dentro del jurado?
-He agradecido muy sinceramente que la Fundación haya contado conmigo. Siendo honesta, la experiencia ha sido difícil porque varios trabajos hubieran merecido el premio, pero solo podíamos elegir uno. A la vez ha sido enriquecedora, tanto por leer los trabajos de líneas de investigación muy lejanas a las mías, como por la charla y discusión con el resto de miembros del jurado.

-¿Hacen falta más iniciativas así para divulgar la ciencia?
-Claro que harían falta, es un estímulo para los investigadores y a la vez un esfuerzo extra realizar la versión divulgativa del trabajo. Divulgar no es nada sencillo, y de hacerlo bien dependerá llegar a más sectores de la sociedad.

-¿Qué destacaría del trabajo ganador?
-Destacaría la excepcionalidad del registro fósil y la repercusión científica a nivel evolutivo. El trabajo describe unas estructuras de plantas, desconocidas hasta el momento, que aportarán luz sobre el origen de las angiospermas.

-Me dice que no fue fácil elegir al ganador.
-Sí, fue difícil porque todos trabajos presentados eran rigurosos y de alta calidad científica. Nos decantamos por el premiado, por un lado, por la excepcionalidad del registro fósil, y por otro, lo atractivo del tema y la proyección que el mismo tiene para poder llevar a cabo una versión divulgativa del mismo, tan importante para captar vocaciones entre gente joven. También es la primera vez que se premia un trabajo sobre plantas y elegirlo significa poner en valor este grupo taxonómico que ofrece tanta información en la reconstrucción de ecosistemas fósiles.

-¿Lo que más llama la atención son los vertebrados, pero qué importancia tienen el resto de disciplinas de esta ciencia?
-Aportan información sobre los parámetros ambientales de ecosistemas antiguos, nos ayudan a reconstruir las condiciones en las que vivieron esos grandes vertebrados. A partir de su estudio podemos saber las características del agua, del sustrato, la salinidad, la temperatura, también aportan información sobre la cadena trófica.

-¿Deberían apoyarse más?
-Claro que sí, todos los datos son importantes, y la información que se obtiene desde el fósil más pequeño al más grande y de cualquier grupo taxonómico es imprescindible para un  estudio completo de la vida del pasado.

Investigación

-Usted colabora con distintos grupos de investigación como la Fundación, ¿qué relevancia tiene formar equipos multidisciplinares?
-Llevo trabajando de esta forma prácticamente durante toda mi carrera profesional. Me he especializado en trabajar los grupos de moluscos asociados a yacimientos de dinosaurios (Cuenca de Cameros, Las Hoyas, Costa Asturiana, Cuencas del Maestrazgo). También durante los últimos diez años he trabajado en la microestructura de la concha de bivalvos con colegas expertos en geoquímica. Es muy enriquecedor trabajar de esta forma, aprendo mucho de todos los colegas con los que colaboro y me parece que aportar datos de varios campos de investigación en un mismo trabajo conduce a conocer mejor la historia del pasado, y acercarse más a la realidad.

-¿Es difícil divulgar?
Muy difícil, pero muy necesario. Es complicado expresar con palabras sencillas, sin perder el rigor científico, con imágenes capaces de captar la atención y que resulte atractivo para todo tipo de público.

-¿Debería apoyarse más en las carreras científicas?

Sí, y sería necesario recibir formación en este sentido ya que no todos los investigadores son capaces de hacer una buena divulgación.

-¿Qué le parece el trabajo que hace la Fundación Dinópolis en este sentido?

-Me parece francamente útil para que la paleontología llegue a todas las edades, todos los rincones y todos los tipos de público. Es una gran labor y como geóloga y paleontóloga me siento agradecida.

-¿Y de la colección de libros Fundamental?
-Me parece un formato atractivo, con una parte gráfica muy trabajada. De hecho, en mi última visita a Dinópolis compré un ejemplar titulado Tejidos óseos, arquitectónicos, pictóricos para mi hijo que estudia Bellas Artes. Es un formato de fácil lectura que llama la atención.

-Paleonturología premió en su segunda edición un trabajo de bivalvos, su especialidad, unos fósiles con los que la sociedad está muy familiarizada.
-Sin duda, los bivalvos son cercanos a la sociedad por sus conchas en las playas, que han sido recogidas por el ser humano desde la prehistoria por su valor estético y protector. Además, a casi todo el mundo (no es mi caso) le gustan, gastronómicamente hablando. Así que efectivamente, los bivalvos fósiles resultan cercanos y familiares. Gracias a entrevistas como esta, ahora la gente también los verá como herramientas clave para averiguar cómo eran los ecosistemas en la época de los dinosaurios.

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