Inma Escriche, enferma de cáncer de pulmón: “Confío en que mi testimonio ayude a otras personas a superar las adversidades”
Este sábado se celebró el Día Mundial contra el Cáncer de Pulmón. Inma Escriche, que vive en Madrid pero parte de su familia está en Teruel, padece esta enfermedad desde 2016, cuando se la diagnosticaron a pesar de no ser fumadora. Ha superado todas las previsiones y está dando testimonio de su lucha diaria, de los avances médicos que le mantienen viva y del apoyo familiar que le hace levantarse cada día.
-Dos años después de que le diagnosticaran la enfermedad y tras 32 sesiones de quimioterapia, ¿pensaba que iba a llegar tan lejos?
-Sinceramente no, con la situación tan grave que me diagnosticaron, cáncer de pulmón en estadio IV y con metástasis, inoperable e incurable, apenas pensé que pasaría las primeras Navidades. Pero lo que sí tenía claro es que iba a por todas, no me iba a rendir y lucharía por alargar al máximo el tiempo que me quedara. Y así sigo, peleando por prolongarlo lo máximo posible, mi objetivo es conseguir cronificarlo. A día de hoy, mientras no aparezca otra medicación, debo estar con quimio cada 21 días de por vida.
-Se conmemora el Día mundial Contra el Cáncer de Pulmón y usted ha participado en el IV Foro sobre este tema. ¿Qué conclusiones ha sacado?
-Que queda mucho por avanzar pero que se está en el camino. Es necesario que se realicen estos foros en los que profesionales, enfermos y familiares compartimos espacio para entender con un lenguaje más coloquial cuáles son los avances e inquietudes de todos. El estar bien informado ayuda a saber a lo que te enfrentas y te da herramientas para ganar en calidad de vida. Doy las gracias a quienes emplean su tiempo en organizar este tipo de eventos que tanto nos ayudan como es la Fundación Más que Ideas y la asociación AEACaP.
-Usted participa en un ensayo clínico. ¿Es un ejemplo de que la ciencia avanza y de que la inmunoterapia va haciendo progresos?
-La inmunoterapia es un gran avance dentro de las líneas de tratamiento contra el cáncer. Aunque está dando muy buenos resultados aun no es eficaz en muchos tipos de cáncer. Por eso es necesario seguir investigando sobre ella y es imprescindible que se experimente en pacientes. El poder ser parte de un ensayo me da la oportunidad de aportar mi granito de arena a la ciencia. Ya que no puedo evitar la enfermedad, al menos que el sufrirla sirva para que se aprenda de ella.
-Usted está difundiendo su caso, está dando testimonio a través de las redes sociales, los medios de comunicación, en charlas y otros foros. ¿Por qué hay que dar visibilidad a esta enfermedad?
-La palabra cáncer da mucho miedo pero no podemos esconderla. Lo que no se conoce asusta, así que comencé a darle visibilidad mostrando mi día a día, cómo se puede convivir con la enfermedad pese a tener la espada de Damocles sobre la cabeza. Muestro los momentos buenos, pero también los malos, claro que hay momentos malos, muchos, pero que los haya no significa que se queden ahí y eso ayuda a muchos nuevos enfermos que llegan con miedo e incertidumbre de no saber a qué se enfrentan. Confío, y así me lo hacen saber, en que con mi testimonio ayude a otras muchas personas a superar las adversidades, no sólo el cáncer, si no cualquier situación complicada que se nos plantea en la vida.
-También su fe cristiana le está ayudando a llevar esta enfermedad. ¿Qué han supuesto para usted estas fuertes convicciones religiosas?
-El poder enfrentarme a una situación tan grave con fe me ha supuesto encontrar la serenidad y consuelo para poder afrontarlo. Hice examen de conciencia, me preparé para morir y doy gracias cada día por seguir adelante. De verdad que es un gran alivio tener esta tranquilidad y confianza de vivir el día a día sin temor a lo que pueda ocurrir.
-Cuando se diagnostica una enfermedad de este tipo no solo es un mazazo para el paciente sino para la familia y los amigos que le rodean. ¿Cómo lo están llevando?
-Siempre cuento que aunque la enferma sea yo, la enfermedad ha entrado en casa. Esto ha supuesto un gran cambio para todos. Tanto mi marido como mis tres hijos se han tenido que adaptar a esta nueva situación. Para ellos también ha supuesto un reto pero lejos de lamentarse, les está haciendo superarse. Sin duda una lección de vida que les ha tocado aprender de mazazo, pero que le buscamos el lado positivo. Incluso, aunque parezca extraño, desde que estoy enferma estamos más unidos y nos reímos mucho más, somos felices.
-Participa también en un programa de Ejercicio Físico con la Asociación Contra el Cáncer. ¿Es importante mantenerse en forma y estar en contacto con otros enfermos?
-Es más que necesario, ya que el cuerpo debe de soportar tratamientos muy duros y tener el cuerpo preparado y en forma hará que sea más llevadero todo. Además, en mi caso el cáncer me provocó una reducción considerable de mi movilidad que me limita mucho y el haber entrado en este nuevo proyecto de la Unidad de Ejercicio Físico de la AECC ha supuesto poder recuperar un poquito de esa movilidad perdida. Siempre he asociado la AECC con los voluntarios del hospital, pero he descubierto que la asociación ofrece otros muchos cursos y herramientas para ganar en calidad de vida.
-El cáncer de pulmón se asocia en muchas ocasiones al tabaquismo y en su caso y en el de muchos otros pacientes no es así. ¿Cuántas veces ha tenido que desmentir esta creencia generalizada?
-El cáncer de pulmón está muy estigmatizado por la relación directa que tiene causa efecto pon el tabaquismo. Si bien el 80% de los casos son provocados a causa del tabaco, el 20% restante puede ser por causas hereditarias, ambientales por estar expuesto a productos tóxicos, o, un pequeño porcentaje del 3%, que lo desarrollamos mujeres no fumadoras. Siempre se sorprenden de que siendo no fumadora padezca cáncer de pulmón y acto seguido viene la pregunta "entonces por qué", pero si en vez de pulmón fuera cáncer de mama nadie se plantearía por qué lo padezco ni cómo lo he desarrollado. Además es peligroso creer que el cáncer de pulmón únicamente es provocado por el tabaco, ya que no reconoceremos los síntomas ni los asociaremos a esta enfermedad y, cuando por fin nos lo diagnostiquen será ya muy tarde, como me ocurrió a mí.
