

Ismael Diallo, ‘Cami’, poeta guineano afincado en Teruel: “Puedes hablar o callar, pero si eliges hablar hay que decirlo todo, y no solo tu propia mitad”
‘Me trajo el mar’, que narra el viaje en patera del autor hasta España, ha agotado su primera ediciónIsmael Diallo desnuda su alma y su poemario en Santa Eulalia del Campo
Ismael Diallo Camí presenta en Teruel su libro ‘Me trajo el mar’
Un libro recogerá los poemas declamados en la Sala de la Villa de Puertomingalvo
Me trajo el mar es el primer poemario publicado por Ismael Diallo Cami, un joven de Guinea-Conakri que llegó en patera a las costas de Almería en 2017 y que actualmente trabaja como traductor en Teruel. El libro, que acaba de tirar su segunda edición, cuenta su viaje y muchas más cosas. Me trajo el mar habla de sueños, de anhelos y de certezas compartidas por todos: “A pesar de tener uno por nacimiento / tengo más de mil colores / seré del color que yo quiera”.
-¿Qué vamos a encontrar en su primer libro publicado?
-Abro con un poema titulado Hijo del mar que resume mi travesía hasta España, los sentimientos y emociones que viví. Pero los poemas hablan de otras muchas cosas; de la justicia, de lo que ocurre en lugares como Gaza, Yemen, Sudán del Sur o Ucrania, hablo de mi madre, también hablo del amor, porque ¿qué sería de la poesía si no hablara del amor y del desamor? Y también cuento lo que es para mí la poesía (“Poesía es esa persona que no sabe de razas, de religiones ni de edades / la vida es poesía / solo hace falta que le pongas las letras adecuadas”).
-No se expresa en francés ni en las lenguas de su país, bambara, malinke, pular o sousson, sino en español...
-Mi sueño era venir a España y pensé que lo primero que tenía que hacer era aprender el idioma. Así que estuve trabajando en Guinea Ecuatorial tres años y ahí empecé a aprenderlo. Y ya en España tuve mucha suerte, y me han ayudado mucho personas como Pilar Marco, voluntaria de Cepaim, o Jesús Cuesta, por mencionar a dos de ellos.
-Pero una cosa es hablar un idioma y otra escribir poesía. ¿Piensa y escribe en bambara y después lo traduce al español?
-Al principio fue así, porque realmente yo siempre he escrito. Pero en Guinea Ecuatorial empecé a escribir un diario con mis vivencias y pensamientos en español. Lo conservo y hay cosas que hoy en día no consigo entender qué quería decir, pero fui mejorando. Hacía relatos y cuentos, pero yo quería hacer poesía. Y Pilar, Jesús y otras personas me ayudaron y poco a poco he conseguido dar forma a los poemas.
-En realidad lo más importante para escribir es tener algo importante que contar, y usted lo tiene. No todo el mundo ha hecho un viaje como el suyo.
-Supongo que sí. Pero todo el mundo tiene algo que contar, cosas más tristes y cosas más alegras que la gente también quiere escuchar.
-¿Su poemario es triste, es melancólico?
-No, no, en absoluto. Hay cosas que los son, pero dentro también tiene mucho amor, tiene mucho agradecimiento, tiene esperanzas y tiene sueños. Porque para mí este poemario no es más que un sueño hecho realidad.
-Ya ha presentado el libro en lugares como A Ixena en Teruel o Santa Eulalia, pero le quedan nuevas fechas, ¿verdad?
-Sí. El día 19 se tuvo que cancelar una presentación en Mora de Rubielos que se hará más adelante, el 17 de octubre estaré en Cedrillas. Y también quiero presentar en Cantabria, donde viví un tiempo, y en Almería, que fue la primera tierra que pisé en España, así que siento que debo hacerlo, regresar allí y dar las gracias por haberme recibido.
-¿Sigue escribiendo? ¿Qué proyectos tiene en mente?
-He pensado en un proyecto para cuatro años, publicando un nuevo poemario cada año. Tengo 36 y Me trajo el mar consta de 36 poemas. Y lo haré así cada año hasta los 40. Luego quizá escriba algún cuento, o una novela, ya veremos. La verdad es que suelo escribir bastante y tengo muchos poemas en el cajón, que tendré que repasar y quitar o añadir alguna cosita.
-¿Mantiene el contacto con su familia, con sus paisanos?
-Sí. Hace dos años estuve allí, y gracias a la tecnología estoy hablando con ellos casi todos los días.
-Este domingo se celebró un referéndum en su país...
-Así es. Aunque yo no voté porque ya se sabía el resultado de antemano. El objetivo del referéndum es blanquear y darle valor oficial al presidente del país, que es putschista (golpista). Quieren llevar un proyecto hasta 2040 y no lo van a dejar en manos de otros. Obviamente están haciendo cosas buenas, están construyendo carreteras y modernizando el país. El anterior gobierno era legítimo, porque salió de unas elecciones, pero no estaban haciendo ni la mitad que el que salió del golpe de Estado. Yo les deseo suerte, ya que son los que están ahora. O se les apoya para que el proyecto salga bien, o nos ponemos en su contra rompiendo lo que han conseguido. ¿A costa de qué? Eso no lo sé, pero los putschistas están haciendo cosas buenas, esa es la verdad.
-¿Hay represión en la República de Guinea?
-Hay represión y a veces violencia, pero también por parte de los manifestantes contrarios al gobierno. Yo siempre digo que puedes hablar o callar, pero si eliges hablar hay que decirlo todo, y no solo tu mitad preferida. El gobierno y también la oposición tienen la mala costumbre de ver solo la verdad y lo bueno en su lado, y la mentira y lo malo en el lado rival. En mi país, en España y donde sea hay que ser honesto, ser capaz de ver lo bueno y lo malo en todos los bandos, en el tuyo y en el de enfrente, y no callarlo.